Bolsa de Valencia

Abril ha sido un mes de consolidación, cuajado de noticias, rumores, datos y resultados, en el que la volatilidad volvió a subir con fuerza, principalmente por la delicada situación de Grecia. Y es que la calma con la que los inversores habían estado siguiendo la crisis del país heleno, parece que se evaporó y de nuevo el miedo al impago de Atenas y la falta de confianza en una solución temprana, pesó en el ánimo de los inversores.

Se sabía que era difícil que de la última reunión saliera un acuerdo, tal y como así sucedió. A pesar de ello, los inversores siguieron apostando por la Bolsa, aunque con cierta prudencia, gracias a la mejora del clima económico que vive la zona Euro, a la política monetaria expansiva del Banco Central Europeo, de la que se empieza a asumir su caducidad, a los resultados empresariales publicados, que alternaron alegrías y decepciones y de la buena evolución de Wall Street. Así, el Ibex finalizó abril a falta de cuatro sesiones, prácticamente en tablas, bajando un ligero 0,05 %, para cerrar en los 11.524,70 puntos, mientras que el Índice General de la Bolsa de Valencia subió un 0,22 % y finalizó en los 1.455,59 puntos.

A pesar de que las bolsas han perdido algo de fuelle, lógico por otro lado, este nuevo éxito es solo una muestra más del optimismo con el que los inversores miran los mercados desde hace meses. Prueba de ello también son las salidas a Bolsa protagonizadas en el año, con los debuts de Aena, Saeta y Naturhouse, el pasado 24 de abril. En mayo están previstas Talgo y Cellnex.

En cuanto al volumen de actividad, abril también ha sido un buen mes, tras negociarse en renta variable hasta la fecha más de 70.000 millones de euros, con un acumulado en lo que llevamos de 2015 de más de 330.810 millones de euros. Este crecimiento vino acompañado de un aumento del número de negociaciones