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¿Qué pueden aprender los emprendedores de los músicos?

Profesor asociado en Global Entertainment and Music Business del Berklee College of Music y profesor de Dirección de Empresas Internacionales en el Grado ADE para Emprendedores de EDEM

EDHEC - 09/04/2013 - RoubaixLos emprendedores son reconocidos por su habilidad en la identificación de nuevas necesidades sin aprovechar, o por la creación de una tecnología o por un producto/servicio que sería bien recibido por los compradores. Los músicos hacen lo mismo. Componen música para clientes específicos (por ejemplo, la banda sonora para una película), a la vez que hacen su propia música, su propio arte.

Con la digitalización de la industria del espectáculo y el auge del modelo de música gratuita para todos, los músicos, más que nadie, necesitan pensar y actuar como emprendedores. Ellos son sus propias start-ups. Existe un término, desarrollado por varios pensadores como el músico Tommy Darker, que refleja la necesidad de los músicos de pensar y actuar como emprendedores: el musicpreneur (musicoprendedor). ¿Cómo se ve reflejada la evolución de las competencias del músico en la evolución de las habilidades del emprendedor? En otras palabras, ¿qué pueden aprender los emprendedores de los músicos, y viceversa?

¿Cómo suena la creación de un negocio?

1. Conocimiento de su ecosistema: El primer reto de un emprendedor es la identificación de las tendencias emergentes en un entorno económico determinado, con la evaluación de la existencia o no de un mercado viable para su idea. Del mismo modo que los empresarios eligen un posicionamiento en el mercado para su producto/servicio, los músicos adoptan un cierto estilo de música ya existente en el mercado de la música. Tocan el hard rock, el jazz o el flamenco. Ya han elegido, bien un enfoque nicho, o bien un enfoque más convencional hacia el público que escuchará su música (sus fans). Saben de forma intuitiva que sin especializar su enfoque en pocos instrumentos y estilos se quedarán “atrapados en el medio”, según Michael Porter.

Es por ello que cualquier emprendedor del mundo comienza por la evaluación del nivel de demanda de su idea. Pero esto no es suficiente. También debe examinar la estructura de la industria a la que quiere unirse e identificar la normativa específica. Una vez identificado un espacio en blanco -un segmento del mercado disponible–, entonces puede lanzar su producto/servicio y tratar como músico de conseguir el máximo número de fans posible (en una página de Facebook, por ejemplo).

2. Redefinición de su propuesta de valor: Los músicos saben bien lo difícil que es conseguir ingresos dignos de su arte. Hoy en día compiten con el uso libre de los contenidos. Se pueden aprovechar de la distribución barata de internet para iniciar el proceso de conexión con los fans y luego crear productos, servicios y creaciones artísticas por los que estarán dispuestos a pagar mucho. Tienen la posibilidad de recibir financiación para sus proyectos por las plataformas de crowdfunding como Kickstarter.

3. El rediseño de sus fuentes de ingresos: En una situación de crisis económica, la mayoría de las empresas reducen costes y tratan de aumentar los ingresos. La música genera fuentes de ingresos variadas, pero el equilibrio entre ellas ha cambiado dramáticamente en los últimos años. Donde antes se consiguió los ingresos por ventas de discos, hoy día el dinero procede en mayor parte de actuaciones en directo, productos auxiliares o transmisiones digitales legales. Los empresarios también deberían replantear desde cero el diseño de sus fuentes de ingresos. Un modelo de negocios llamado Modelo Canvas de Alexander Osterwalder se utiliza mucho últimamente entre los emprendedores en el diseño de sus fuentes de ingresos.

4. Hacerlo bien y hacer el bien: El éxito es un término relativo. Para algunos emprendedores significa generar beneficios y hacerse rico, mientras que para otros implica hacer el bien para la sociedad. Los músicos saben que la música es tanto un arte como un negocio. Por otra parte los emprendedores saben que la creación de una empresa requiere tener planificación (lo que queremos lograr) y valores (cómo lo queremos lograr). La mayoría de los emprendedores jóvenes tratan de reconciliar la ética empresarial y el comercio, haciendo las cosas bien (económicamente) y haciendo el bien (éticamente).

5. Hacer prototipos a través del networking: Un problema importante para el emprendedor es la obtención de feedback sobre su plan de negocio o el producto/servicio que vende. Los músicos disponen de varias herramientas para la publicación de demos, mezclas o canciones especiales: Soundcloud, Bandcamp o Mixcloud, por nombrar algunas. Un emprendedor puede crear una base de datos de clientes potenciales con sitios web electrónicos -incluso antes del lanzamiento de su producto/servicio– y así aumentar el capital social y los contactos.
Como declara el famoso rapero/emprendedor estadounidense Jay-Z en una de sus canciones: “No soy un hombre de negocios, ¡soy un negocio, hombre!” Los músicos son emprendedores, y los emprendedores pueden aprender de los músicos el ser creativo en el enfoque de sus negocios.

www.edem.es

 

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