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Marjal Costa Blanca prevé crear nuevas ‘sucursales’ del negocio en la Comunitat y Andalucía

Marjal Costa Blanca prevé crear nuevas ‘sucursales’ del negocio en la Comunitat y Andalucía

Camping Marjal Costa Blanca Eco Camping Resort / FOTO ALEX DOMINGUEZ

Una inversión de 20 millones de euros realizada en el año 2011, en un proyecto enmarcado en el sector turístico, a 15 kilómetros de la costa y sin levantar más altura que un gran cartel destinado a ser visto desde la cercana autovía AP7, en las proximidades de Crevillente y Catral, son datos más que suficientes para comprender que Marjal Costa Blanca es una empresa singular.[mepr-rule id=»598″ ifallowed=»show»]

Se define como Eco Camping Resort, y en los tres años que han transcurrido desde su apertura ha logrado el reconocimiento de numerosas agencias y medios especializados a lo largo y ancho de Europa, que lo avalan como uno de los establecimientos más apreciados del continente en su especialidad, además de ser uno de los más grandes en extensión y capacidad. Entre los reconocimientos internacionales obtenidos, figurar entre los campings recomendados por dos clubes automovilistas que agrupan a más de 20 millones de conductores, el holandés ANWB y el alemán ADAC, puede considerarse el más influyente a la hora de ganar prestigio y captar viajeros.

Sergio Gómez, director del Área de Turismo del Grupo Marjal, una empresa familiar con profundas raíces en el negocio de la promoción inmobiliaria, explica que el germen del proyecto se ubica en Guardamar del Segura, sede central de la compañía. Allí nació hace 17 años el primer camping del grupo, un camping de corte más tradicional, ubicado cerca de la playa, pero bajo un concepto moderno y evolucionado de un negocio que aún tiene mucho margen de crecimiento en España. Esa larga trayectoria y el éxito de aquel complejo, que cuenta con una clientela extremadamente fiel, se hallan detrás de la decisión de expandir la empresa desoyendo el consejo ignaciano de no “hacer mudanza en tiempos de desolación”.

De hecho, la crisis alargó un poco el proceso de puesta en marcha debido al incremento en la cautela de las entidades financieras, menos proclives a embarcarse en nuevas aventuras, pero ello no desanimó a los promotores “porque el proyecto estaba muy bien planteado”. Eso sí, semejante inversión en una comarca que sufría el azote de la crisis y no se halla precisamente entre las de mayor tradición turística, hizo que la inauguración del Resort Marjal Costa Blanca, el 11 de noviembre de 2011, atrajera a las autoridades políticas que, encabezadas por el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, encontraron un motivo de optimismo en días en los que las noticias esperanzadoras brillaban por su ausencia.

Camping Marjal Costa Blanca Eco Camping Resort / FOTO ALEX DOMINGUEZ

Desde entonces, las expectativas se han cumplido. En la última temporada, Marjal Costa Blanca ha acogido a una media de 2.000 personas, repartidas entre 800 a 1.100 parcelas ocupadas según los meses. El complejo proporciona empleo a unos 60 trabajadores en invierno y un centenar en verano, cuando se multiplican las actividades de animación. Como estaba previsto, el mercado internacional proporciona el 90% de la clientela en la prolongada temporada alta del negocio que -también a contracorriente del sector turístico de la Costa Blanca– no es la estival. Factores culturales y climáticos explican esta peculiaridad: “Mientras en España apenas el 2% de la población se declara asidua al camping”, señala Sergio Gómez, “en Holanda lo hace el 40% de los habitantes, y en Alemania, Inglaterra o Francia la cifra ronda el 20%”. Un dato más: sólo en Francia existen 8.000 campings, por los 1.170 con los que cuenta nuestro país. Dentro de España, seguramente debido a la influencia histórica de la vecina Francia, Cataluña posee un sector mayor y más evolucionado, como lo prueba el hecho de que entre los 19 campings nacionales galardonados con el reconocimiento ‘Best Camping 2013’ que logró Marjal en Guardamar y Crevillente, 16 fueran catalanes y solamente tres de la Comunidad Valenciana.

COMPLEJO SINGULAR

Así pues, esa numerosa clientela proveniente de regiones de frío y lluvioso clima invernal valora extraordinariamente la posibilidad de establecer su caravana rodante durante varias semanas e incluso meses en un complejo campista que, al contrario que una gran mayoría de los campings españoles, no cierra en todo el año y cuya calidad no tiene nada que envidiar a los establecimientos más avanzados de Europa.

Una visita a las instalaciones confirma esa impresión. Marjal Costa Blanca cuenta con 40 sencillos bungalows de estética “alpina”, compuestos por dos habitaciones, baño y salón equipado con cocina, pensados para el alojamiento de familias con dos o tres hijos, en un entorno ajardinado y familiar, muy cerca de la amplia zona de servicios y atracciones. Tres piscinas exteriores concebidas para dar satisfacción a los distintos tramos de edad, un completo spa con gimnasios y piscinas climatizadas, restaurantes, cafeterías, una gran plaza con escenario al aire libre para atracciones nocturnas, pistas de tenis y pádel, club social, parque infantil… componen un conjunto digno de cualquier establecimiento hotelero de cuatro estrellas.

Sergio Gómez, director del Área de Turismo del Grupo Marjal

Sergio Gómez, director del Área de Turismo del Grupo Marjal

Junto a ello, 1.500 parcelas preparadas para albergar caravanas que en algún caso cuentan con unas dimensiones tales que cuesta imaginárselas circulando por carreteras secundarias. Y para sus ocupantes se diseñaron unos edificios sanitarios que representan una de las claves de la aceptación que hasta el momento ha tenido el complejo. “Para nosotros es imprescindible”, explica Gómez, “alcanzar los estándares más exigentes del sector y ofrecer a nuestros clientes unas instalaciones de aseo, duchas, lavabos, etcétera, de primer nivel”. Y los detalles se cuidan, hasta el punto de que Marjal Costa Blanca cuenta con un recinto sanitario exclusivo para mascotas, donde es posible bañar al perro e incluso lavar sus pertenencias en una lavadora aparte.

Al contrario que en invierno, donde domina una clientela de jubilados europeos (ingleses, alemanes, holandeses, belgas y escandinavos, citados por orden numérico), en el periodo estival el 75% de los visitantes son españoles. Menos sensibles al calor levantino, familias españolas con niños pequeños son mayoría estos días, atraídos por unos precios asequibles (50 a 70 euros por día en las parcelas; 140 a 170 en los bungalows), y un entorno natural propicio al paseo en bicicleta y al contacto con la naturaleza; el parque natural de El Hondo se halla apenas a dos kilómetros y medio del complejo turístico. Y tal como exigen hoy muchas familias en vacaciones, una plantilla de monitores y animadores se ocupa de entretener a los niños durante las horas que las parejas quieren dedicar a su propio ocio y descanso.

Además, el establecimiento organiza campus infantiles de verano que cuentan con numerosa clientela de la zona, lo mismo que sus instalaciones deportivas, abiertas al uso de los residentes de la zona, entre los que hay numerosos asiduos al moderno gimnasio y las diversas actividades asociadas al mismo. 

El apellido ‘Eco’ que figura en la denominación del Marjal Costa Blanca Resort constituye un factor muy relevante en el concepto turístico que comercializa la empresa alicantina. Por un lado, responde a una característica inherente a este tipo de alojamiento: su limitado impacto sobre el terreno que ocupa, notoriamente inferior al que supone la construcción de hoteles o villas de apartamentos. Por otra parte, el complejo se nutre de energía procedente de la Cooperativa Eléctrica “San Francisco de Asís”, del Grupo Enercoop, obtenida a través de los huertos solares que la entidad eléctrica tiene en la cercana pedanía de El Realengo. El uso de vehículos eléctricos y la aplicación de un metódico sistema de reciclaje selectivo abundan en la voluntad sostenible del negocio.

La visita a los cerca de 400.000 metros cuadrados que ocupa el complejo finaliza reconociendo el terreno donde está prevista una ampliación inmediata que pasa, entre otras cosas, por duplicar el número de bungalows disponibles, que se elevará de 40 a 80, con una instalación “gemela” de la hasta ahora existente. No es este el único plan de expansión previsto por la empresa. Aunque, según explica Sergio Gómez, es pronto para entrar en detalles”, Marjal estudia la apertura de nuevos establecimientos con la vista puesta en convertirse en una gran cadena de campings. Para ello, se valoran diversas ubicaciones dentro de la Comunidad Valenciana y en Andalucía, regiones en las que la compañía contempla grandes posibilidades de crecimiento en un sector que se ha desarrollado menos que el tradicional modelo hotelero.

 

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