¿Qué enseñanzas nos deja esta crisis, que nunca deberemos olvidar?

– Por un lado, la globalización del mercado: nuestro mercado es el mundo. Ya no existen fronteras y no podemos limitarnos a un marco geográfico. Hoy jugamos en un entorno internacional, donde los competidores son muy numerosos y proceden de cualquier parte del mundo, por lo que tenemos que contar con esta perspectiva global a la hora de afrontar cualquier proyecto.

Por otro lado, y muy ligado al anterior, está la apertura de miras. No podemos reducir nuestro trabajo a un aspecto concreto. Éste tiene que tener su consonancia con la marcha de la compañía y contribuir a su desarrollo. Hay numerosos factores que entran en juego en cada proceso y es necesario identificar cuáles son estas piezas para instrumentar bien nuestro trabajo con verdadero valor añadido.

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Otro aspecto importante es saber gestionar en un entorno de cambios e incertidumbre. La estabilidad es casi ya la protagonista olvidada, y lo que se impone es gestionar en entornos de cambio permanente.

Finalmente, y como consecuencia de lo anterior, saber anticiparse es una capacidad que cada vez cobra mayor importancia. En un periodo de crisis como el que hemos atravesado, las ventajas competitivas, aun siendo mínimas, se agrandan, por lo que cualquier elemento que suponga una anticipación contribuye enormemente a la mejora de la competitividad.

– Si es cierto que empezamos a superar la crisis, ¿en qué aspectos deben poner el foco los gerentes de cara al futuro inmediato?

– Es necesario continuar insistiendo en la importancia que tiene la eficiencia para las compañías. También es necesario focalizar los esfuerzos en los procedimientos que aportan valor competitivo, en los servicios que les ayudan a crecer y aumentar sus ventas.

Por otra parte, hay que favorecer que sean empresas fiables ,que gestionen adecuadamente sus riesgos, generen confianza en el mercado y presten sus servicios o fabriquen sus productos bajo criterios de responsabilidad.

Por último, no podemos olvidar que el factor humano es fundamental. Las empresas deben ser capaces de desarrollar a sus empleados.

– ¿Las consultoras han sabido estar a la altura de los retos planteados en esta crisis?

– Hemos vivido un proceso de reconversión y reestructuración de nuestras compañías sin precedentes, en el que las consultoras hemos podido aportar nuestros conocimientos para que las organizaciones afronten con éxito este proceso.

De igual forma, hemos favorecido servicios vinculados a la eficiencia, que han ayudado a mejorar la competitividad de las compañías, minimizando sus riesgos. Hemos ayudado también a reenfocar sus estrategias de negocio, flexibilizando ciertos aspectos de la gestión hacia áreas donde existían mayores oportunidades. También hemos adaptado en España las mejores prácticas que ya conocíamos de otros mercados, donde con anterioridad ya se habían implantado con éxito.

– En tanto que proveedora de servicios de consultoría, ¿cuáles son las principales cambios que ha vivido Deloitte estos años?

– No se ha dado un cambio en el modelo de negocio, porque continuamos manteniendo nuestra vocación a dar un servicio excelente a nuestros clientes. Considero que la capacidad de anticipación y flexibilidad a la hora de cambiar nuestra oferta de servicios hacia productos que verdaderamente beneficiaban a nuestros clientes ha sido encomiable.

Hemos incorporado nuevos equipos, con especialidades muy concretas, que venían a complementar los que ya teníamos. Un modelo claramente enfocado hacia la especialidad y multidisciplina en el servicio.

– Cómo aporta valor Deloitte a un cliente que quiere abordar un proceso de internacionalización?

– Una de las ideas que tenemos siempre presente a la hora de afrontar cualquier proyecto es el de acompañar a nuestros clientes en sus procesos más críticos. Deloitte da a las empresas una oferta de servicios integrada, y cuando atendemos en un proceso de consultoría, su alcance no es estanco, sino que lo valoramos en toda su dimensión. Así, en un proceso de internacionalización acompañamos a nuestros clientes con un equipo multidisciplinar, que le asesora en todas las áreas que requiere. Nuestra red internacional presente en 150 países nos permite facilitarle el mismo servicio en el país de destino, con profesionales que conocen tanto la empresa a la que se asesora, como el mercado donde iniciará o reforzará sus operaciones.