Tras el visto bueno de la Comisión Europea a la operación de refinanciación de la Sociedad de Garantía Recíproca de la Comunidad Valenciana (SGR), firmada con un pool de 34 entidades bancarias y con el aval por parte de la Generalitat de 200 millones, al considerar la operación como ayuda de estado compatible, la SGR retoma su labor de apoyo a la financiación de las pequeñas empresas y autónomos.

Así a partir de la primera quincena de abril, según su consejero delegado Santiago de Santos espera volver a conceder avales a las empresas, algo que no hace desde junio de 2012 por encontrarse en causa de disolución tras aflorar pérdidas por 130 millones y tener que refinanciar 350 millones con los bancos.

Ahora la entidad acometerá un plan a cinco años en que tendrá que reducir su riesgo vivo de 560 millones de euros actuales a 430 millones, devolver unos 400 millones de volumen de refinanciación y alcanzar unos beneficios de 20 millones de euros, cuando a cierre de 2013 se estiman unas pérdidas de 39 millones.

No obstante, lo más inmediato será reintegrar el capital pendiente de desembolsar a los socios que han solicitado su salida de la sociedad. La SGR estima que el valor real de sus acciones alcanzará el 80% del valor nominal de los títulos. Es decir, que el rescate supone para los socios partícipes perder el 20% de la participación que tomaron cuando firmaron los avales. Esa participación se recupera una vez amortizado el crédito y finalizado el aval. Santiago de Santos estimó que estos socios perderán 12 millones de euros, pero que gracias al rescate se evita una caída «que hubiese supuesto unas pérdidas de 250 millones de euros».

La idea es apoyar al mayor número de pymes y autónomos posibles, con avales que se situarán entre los 50.000 y 100.000 euros para no cometer los mismos errores del pasado, cuando además de una sobreexposición a determinados sectores, el aval medio se cifraba en 450.000 euros.