Sábado, 27 de Abril de 2024
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Los procesos de compraventa y joint-venture

Gerente de BDO

Esther Hervás

Esther Hervás

La internacionalización de la empresa ha pasado a ser una necesidad para, incluso, poder asegurar su continuidad y futuro. En muchos casos, este proceso de internacionalización se ha llevado de manera intuitiva o mediante procesos de prueba y error. Con frecuencia, el proceso de internacionalización se ha realizado de manera gradual; es decir, que las empresas iban incrementando progresivamente su exposición en la esfera internacional del negocio.

No obstante, en los últimos años, debido a los cambios ocurridos en la estructura de los mercados, la situación del entorno económico en España, el imparable proceso de globalización y la intensidad de los cambios tecnológicos, se ha empezado a producir un cambio en la manera de afrontar el proceso de internacionalización, para pasar a acometerlo de manera casi inmediata y de forma antagónica al modelo histórico de proceso gradual, acortando al máximo las distintas fases planteadas en un modelo gradual.

Este tipo de procesos se ha fundamentado, en buena medida, en operaciones de naturaleza corporativa, tipo compraventa de empresas y joint ventures. Las empresas que llevan a cabo un proceso de internacionalización acelerado, normalmente presentan una mayor visión u orientación internacional que su sector, y un equipo directivo con una experiencia directiva más dilatada en el exterior.

Adquisiciones y joint ventures

Entre los tipos de compraventa de empresas, se encuentran las distintas modalidades de adquisición del 100% de una sociedad, la toma de una participación mayoritaria, del 50%, o de participación minoritaria. En este último caso, habitualmente con pactos de adquisición progresiva hasta la toma de control de la sociedad objeto de inversión.

Las joint ventures consisten en acuerdos estratégicos o de colaboración con terceros, y habitualmente no implican la adquisición de una participación en la empresa con la que desarrollar la joint venture. Es también una alternativa más flexible. Entre las más variadas opciones están, por un lado, el compartir recursos como know how, producto y/o tecnología; con el conocimiento y presencia en el mercados geográfico en cuestión, por otra parte.

Esta alternativa es una opción que podríamos calificar como híbrida, ya que permite beneficiarse de parte de las ventajas de una adquisición, y no implica el mismo grado de vinculación que una compraventa ni compromete un volumen importante de recursos, aunque puede conllevar riesgos de sostenibilidad a largo plazo.

Los países con mayor número de filiales de empresas españolas son Portugal, Francia, Reino Unido, Estados Unidos e Italia. No obstante, Latinoamérica se está convirtiendo en un destino de referencia para las pymes españolas. Países como Brasil, Mexico, Chile y Argentina presentan todavía perspectivas de crecimiento, aunque algo más conservadoras. Por otra parte, se espera que Perú siga creciendo este año por encima del 6% y Colombia lo haga a una tasa superior al 4,5%.

Fases del proceso

Las fases propias para llevar a cabo un proceso de internacionalización acelerado o implantación mediante un procedimiento de fusiones y adquisiciones (M&A) o de joint venture, a modo indicativo y siguiendo la metodología de BDO, son las siguientes:

> Definición de los objetivos y planificación.
> Estudio de los países objetivo (tanto por entorno como por sector).
> Decisión sobre los países objetivo.
> Estudio de mercado de los países objetivo.
> Identificación de empresas ‘target’ (diana) para adquirir o llevar a cabo una joint venture.
> Ejecución del proceso de adquisición: contacto, acuerdos de confidencialidad, valoración, oferta, negociaciones, ‘due diligence’ (valoración), formalización y cierre de la operación.

> Plan de integración y seguimiento.

En la fase de estudio y decisión sobre los países en los que implantarse, se analizará el entorno político, social, económico, legal, fiscal, laboral y tecnológico. Asimismo, será relevante entender la situación de cada país dentro del sector en el que opera el cliente, y poder concluir sobre el grado de oportunidad en cada país.

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Adicionalmente, el nivel de atractivo de cada país deberá complementarse con la existencia de empresas ‘target’ con las que poder llevar a cabo una operación de adquisición o de joint venture.

Este tipo de procesos conllevan un nivel de riesgo superior a la implantación gradual pero, a cambio, el ‘time to market’ (tiempo de acceso al mercado) es imbatible. Los riesgos de una operación corporativa son básicamente los mismos que en una operación doméstica o nacional similar, pero con el añadido de la “distancia psicológica” y que los factores intangibles, tales como integración de culturas y de equipos directivos, cobran, si cabe, mayor importancia.

El éxito de una operación de fusión o de compra dependerá, en términos generales, de la estructuración de la operación, consideración de aspectos legales, fiscales y regulatorios, valoración y precio adecuado, soporte en la formalización del acuerdo, con los correspondientes mecanismos de manifestaciones y garantías, lo que precisará del asesoramiento de especialistas en procesos de fusiones y adquisiciones.

En este contexto, resulta clave la existencia de una metodología propia para toda la ejecución de este tipo de procesos, y la experiencia internacional en operaciones de fusiones y adquisiciones (M&A, ‘due diligence’ y valoraciones), para que el enfoque sea coordinado, multidisciplinar y, en definitiva, que asegure el éxito de la operación y del proyecto.

www.bdo.es

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