Una corriente política con bastante controversia a nivel mundial, eso es el Socialismo democrático. Un concepto que quiere transformar y satisfacer de manera democrática las necesidades de la sociedad. Para ello, busca una satisfacción, que no solo beneficie a unos pocos a través de las ganancias.
Para lograr una sociedad más justa y equitativa, el socialismo democrático pretende incidir en la economía y transformar diversas estructuras gubernamentales. De esta manera, serán más las personas que participen en las decisiones. Veamos un poco más a fondo este interesante tema.
¿Qué se entiende por socialismo democrático?
El socialismo democrático es una teoría política ideológica parte del reformismo moderno, que busca implementar una economía socialista mediante la participación política democrática. En otras palabras, el socialismo democrático busca establecer una sociedad en la que todos los ciudadanos tengan igualdad de oportunidades y acceso a los recursos necesarios para lograr su desarrollo y bienestar.
En cuanto a su fundamento, es una combinación de los principios socialistas y democráticos juntos. Lo que significa que el poder económico se distribuye de manera más equitativa y justa entre la población. Por lo tanto, su finalidad es la eliminación de la desigualdad social y económica y la creación de una sociedad más justa y equitativa.
¿Cuál es el origen del socialismo democrático?
El término de Socialismo democrático se encuentra acuñado desde el año 1920. Año en que comienza la división de los diferentes movimientos obreros europeos. Su origen está ligado a grupos que pregonan el comunismo, socialismo y en menor grado en aquellos que están ligados a los socialdemócratas.
No obstante, una de las bases originales que lo proclamó fue el congreso de Fráncfort en el año 1951. Por ello, es que su origen se remonta específicamente a mediados del siglo XX, como parte de la Internacional Socialista. Este concepto se erige parcialmente como una alternativa a la ideología Marxista-Leninista, estableciendo a su vez que su fundamento es un socialismo ético.
Fundamentos del socialismo democrático
Todas las teorías agrupadas bajo esta ideología política se fundamentan, en querer lograr una igualdad en la justicia social. Asimismo, en el Estado democrático constitucional, la seguridad para ciudadanos y la limitación de la propiedad privada bajo criterios socialmente aceptables e integrales. De igual manera, busca influir en la economía, regulándola por medios políticos. Esto queda expresado en los siguientes preceptos de su fundamento:
Los medios de producción como una propiedad colectiva
Como parte de la planificación, en una sociedad con una ideología socialista democrática, los medios de producción como las fábricas, la tierra y los recursos naturales pasan a ser una propiedad colectiva de la sociedad. Con esta forma de propiedad se garantiza la igualdad de oportunidades y la justicia social.
Planificación socialista democrática de la economía
El primer fundamento lleva al segundo. La propiedad colectiva implica que todos los ciudadanos tienen acceso a los recursos necesarios para su desarrollo y bienestar. Asimismo, para la elaboración de los planes económicos y la toma de decisiones, se precisa de la participación adecuada de la sociedad y los trabajadores en conjunto.
Redistribución de la riqueza
El socialismo democrático busca redistribuir la riqueza de manera justa y equitativa por medio de una intervención estatal controlada. Esto se logra a través de impuestos progresivos y programas de bienestar social que garanticen que todos los ciudadanos tengan acceso a los servicios o derechos esenciales como la atención en salud, la educación y la vivienda.
La democracia económica
En una sociedad socialista democrática, la toma de decisiones económicas es democrática y participativa. Los trabajadores por derecho tendrían una mayor participación en la gestión y dirección de las empresas. Lo que garantiza que las decisiones de dirección se tomen de manera general, justa y equitativa.
El bienestar social
El socialismo democrático busca garantizar el bienestar social de todos los ciudadanos por medio del respeto a los derechos humanos fundamentales. Especialmente de aquellos que son más vulnerables y necesitados. Esto se logra a través de políticas de bienestar social que garanticen el acceso a servicios esenciales y a una vida digna para todos, sin discriminación.
¿Socialismo democrático o socialdemocracia?
Si bien es cierto que en muchos países se emplean como sinónimos, en realidad el socialismo democrático va mucho más allá que la socialdemocracia. El primero de los términos abarca diferentes corrientes políticas, agrupadas por lo general en lo que se conoce como la izquierda reformista política de cada nación.
Ahora, en el caso de la socialdemocracia, es un término desarrollado en Europa a mediados del siglo XIX, que busca y defiende la implementación de una economía mixta de mercado (apertura y regulación estatal) así como proporcionar a la sociedad un estado de bienestar. Es decir, que esta corriente defiende tanto al socialismo como al capitalismo, sin apartar la famosa justicia social.
El socialismo democrático con respecto a los liberales y antiliberales
Las corrientes de este punto, se puede decir que están enfrentadas entre ellas. Por una parte, el socialismo democrático presenta diferencias conflictivas con aquellos que siguen las corrientes liberales.
El socialismo democrático cree que el estado debe tener un papel relevante, para regular la economía y garantizar la equidad del acceso a los recursos para la sociedad. Es decir, creando oportunidades por medio de la aplicación de la justicia social.
Por otro lado, los liberales creen en la libre empresa y en la competencia de mercado, como la mejor manera de lograr el crecimiento económico y el progreso social. Los liberales defienden la propiedad privada y el libre comercio, y se oponen parcialmente a la intervención del Estado como parte activa en la economía. Su argumento es que esto puede crear ineficiencias y desincentivar la innovación.
No obstante, a pesar de estas diferencias, tanto los socialistas democráticos como los liberales comparten el compromiso con la democracia. Así como en el respeto por los derechos individuales. Ambas corrientes políticas también apoyan la libertad de expresión, la libertad de asociación y la igualdad ante la ley.
Ejemplos de socialismo democrático en la actualidad
Para finalizar, podemos contextualizar algunos ejemplos claros de naciones que han aplicado esta fórmula política ideológica en Latinoamérica:
- Brasil, por medio de Luis Lula da Silva, desde el 2022 ganador de las elecciones con el Partido de los Trabajadores brasileños.
- Bolivia, por medio de Luis Arce, quien ganara las elecciones del 2020 con el Movimiento al Socialismo
- Honduras, con Xiomara Castro, quien el 2022 se convirtió en presidenta con el Partido Libre, de tendencia socialista democrática.