Se trata de una situación totalmente nueva y que entra dentro de la necesidad que ha impulsado el Banco Central Europeo de estimular la actividad económica. Se trata de una medida casi a la desesperada y uno de las pocas acciones más que se pueden llevar a cabo desde el regulador europeo para favorecer el crédito y que la financiación llegue a emprendedores, familias y empresas.
Una de las grandes incógnitas al conocerse estas tasas negativas era su traslado en el coste de financiación de las hipotecas. La gran mayoría de hipotecas a tipo variable están referenciadas al Euríbor, hecho que implica que el coste de ellas, en la revisión anual, será menor. Había dudas sobre si las entidades aplicarían o no estos tipos negativos. Recordemos la existencia de las polémicas “cláusulas suelo”, por las cuales las entidades se aseguraban un mínimo interés independientemente de la evolución del índice. En algunos casos que han acabado en juzgados, tal cláusula ha sido retirada, pero aún hay quien la tiene incorporada. Para aquéllos que no, han visto como el recibo ha bajado de forma considerable.
¿Se podría llegar a cobrar por tener una hipoteca?
Hay que tener en cuenta que el interés a pagar por el préstamo hipotecario está formado por un porcentaje al cual se le suma el Euríbor. Por lo tanto, hasta que el indicador no entre a un valor negativo superior al porcentaje fijo, las entidades financieras recibirán algún interés por el préstamo que han concedido. Se trata, eso sí, de un escenario extremadamente improbable. En las mejores condiciones, en plena burbuja inmobiliaria, las hipotecas se concedieron a como mínimo un 0,4%+Euríbor (y ya se trata de un interés muy bajo). El Euríbor está en negativo pero en valores muy poco inferiores al cero por ciento, por lo que un tipo tan bajo se ve como algo muy y muy poco probable. Igualmente, dado que el contexto económico es tan cambiante y se están sucediendo tantos escenarios nada pensados hace poco, las entidades ya han hecho saber que sería ilógico que tuvieran que pagar por ofrecer financiación. Igualmente, ninguna ha empezado ninguna batalla desde un punto de vista legal. Las diferentes sentencias en su contra en aspectos relacionados con las cláusulas suelo o las preferentes los hacen ser más conservadores en este aspecto. Además, su imagen aún está dañada por toda la polémica alrededor de su rescate. Por lo tanto, no quieren entrar en más conflictos que provoquen un empeoramiento de su visión.
¿Qué consecuencias puede tener este Euríbor negativo?
Un Euríbor negativo es un escenario totalmente nuevo. Por lo tanto, no se puede saber con total exactitud las implicaciones que ello puede tener. Además, sus efectos también dependerán de la cantidad de tiempo que nos encontremos con estos tipos tan extremadamente bajos. En principio, pueden pensarse los siguientes efectos:
- Rebaja la presión a los que pidieron financiación con anterioridad: las personas que pidieron un préstamo referenciado al Euríbor hace unos años son los principales beneficiados de esta situación. La cuota mensual que deben afrontar baja y propicia que tengan más margen para la inversión, el consumo o el ahorro. En este último caso, al estar en tipos tan bajos, hasta los perfiles más conservadores pueden optar por instrumentos de rentas variables o de un poco más de riesgo.
- Debería facilitar el crédito: si la banca no tiene que pagar ningún tipo de interés para poder financiarse, lo lógico debería de ser que fluyera la financiación a un ritmo superior al actual y que, a la vez, los tipos a afrontar para los demandantes de financiación fueran menores. Ahora bien, ni tan siquiera así el crédito va al ritmo necesario como para estimular la actividad económica a los niveles que se esperaban. Aún hay mucha incertidumbre sobre la evolución futura de la economía europea en general y este miedo congela inversiones e impide que se note en la economía del día a día todas estas medidas que se han tomado.
- Puede provocar una subida de los precios de la vivienda: como ya se ha comentado en otro artículo, hay quien ya ha advertido de un peligro en la burbuja del mercado de alquiler de viviendas. Ante la inestabilidad laboral, las familias han preferido ir al mercado de alquiler para, de esta forma, no correr el riesgo de endeudarse durante décadas. Este aumento de la demanda ha provocado un incremento de los precios del alquiler, especialmente en las principales ciudades y sus alrededores. Durante los años de burbuja inmobiliaria, desde la Administración se ofrecieron una serie de incentivos fiscales para aquéllos que compraban una vivienda. Ahora, un estudio publicado por el BNP Paribas ha demostrado que una parte importante del incremento de los precios durante aquella burbuja fue consecuencia de estos estímulos fiscales. Concretamente, la entidad asegura que entre un 27% y un 36% del aumento del precio fue causado por estas políticas en el ámbito fiscal. Se trata, pues, de una distorsión del mercado que provocó una descomunal subida que acabó con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Esta desgravación fue eliminada el 2013 después que desde la Unión Europea presionaran y forzaran a ello. En una línea similar, el hecho que ahora el Euríbor haya bajado tanto puede generar una distorsión en el mismo mercado e incrementar de forma artificial los precios de la vivienda por niveles superiores a los que habría en condiciones normales de mercado.
- Incrementa la parte fija del coste de financiación: así como antes era posible encontrar hipotecas referenciadas a un 0,4 o 0,5% más Euríbor, ahora esta parte fija no baja del 1%. Para cubrirse de la bajada del Euríbor, las entidades han elevado esta parte del coste de financiación. Por lo tanto, cuando el interés se sitúe en valores más razonables, todas las personas que ahora mismo están contratando préstamos hipotecarios se encontrarán con una importante subida en el precio de su cuota mensual.