Dentro de la economía de un país, existen algunas actividades de tipo económico que se escapan al control del Estado. Estas, que afectan de manera directa al Producto Interior Bruto (PIB) del país y que muchas veces suelen ser ilegales, se engloban bajo el concepto de economía sumergida. Alrededor de ella existen muchas estadísticas. Estas, por lo general, son difusas gracias a la naturaleza de sus operaciones, que suelen ser de pequeña escala, pero numerosas.
La economía sumergida, también conocida como economía subterránea suele traer consigo graves consecuencias para un Estado. Su auge hace más difícil la lucha contra actividades financieras ilícitas como el contrabando o el narcotráfico con todos los problemas que ello implica (violencia, explotación o problemas de salud pública, entre otros). También reduce, en gran medida, la recaudación tributaria. Lo que puede ocasionar endeudamiento del Estado y que el dinero de los ciudadanos no sea utilizado en su propio beneficio.
¿Qué es la economía sumergida?
Se define a la economía sumergida como el conjunto de todas aquellas actividades de tipo económico que no se declaran y escapan al control de la Administración del Estado y sus estadísticas oficiales. Es decir, toda actividad económica que se encuentra al margen de la economía regulada. Otro concepto por el que se la conoce es el volumen total de dinero negro circulando en un país o, lo que es lo mismo, el total de las transacciones monetarias que no son declaradas ante las autoridades fiscales.
Para un Estado, la existencia de una economía sumergida elevada respecto a su PIB es un síntoma de atraso en materia fiscal. De hecho, en los países subdesarrollados este es uno de los principales problemas que influyen en el atraso de su desarrollo, puesto que los recursos económicos de materia tributaria se ven muy reducidos. A raíz de esto, muchas veces se ven obligados a recurrir al endeudamiento con acreedores extranjeros, al no poder utilizar los ingresos propios del país, ya que estos no son declarados legalmente.
Tipos de economía sumergida
La economía sumergida o economía subterránea comprende la suma de dos áreas: la economía informal y la economía ilegal.
- La economía informal: es una actividad económica legal, pero oculta a efectos registrales debido a diversos fines (evasión fiscal y de controles administrativos o desconocimiento). Se conoce también como economía irregular. En resumen, son todas las actividades económicas que no están prohibidas, pero que no se declaran, ya sean presenciales o digitales. La tipificación del delito en estos casos está en el hecho de no declarar tributariamente, más no en la actividad en sí misma.
- La economía ilegal: incluye todas las actividades económicas que están prohibidas y son un delito en sí mismas. Por ejemplo, el tráfico de armas, el contrabando en el mercado negro, el tráfico de drogas o la prostitución. Es importante destacar que ambas áreas, tanto la informal como la ilegal, generan la acumulación de dinero, que debe ser lavado para incorporarse al mercado formal.
¿Cuáles son las causas de la economía sumergida?
Es muy difícil determinar las causas del surgimiento de la economía sumergida, pues influyen muchos factores sociales, económicos e incluso personales. Una de las muchas causas del desarrollo de la economía sumergida es la imposición de un salario mínimo por parte del Estado, ya que esto impide el acceso al mercado laboral regulado a los trabajadores menos productivos. Para muchos consumidores, la economía sumergida es una forma de obtener bienes o servicios a precios más bajos que los ofrecidos en el mercado regular.
Aunque no lo parezca, otra causa del surgimiento de la economía sumergida es muchas veces la propia economía formal o regular. Por ejemplo, en ocasiones la economía formal impide el desarrollo económico de cierta actividad en la que dos partes están de acuerdo en intercambiar un bien o un servicio. Este impedimento puede ser por razones de una regulación muy exigente que incentiva a realizar la actividad fuera de la economía formal o por causa de prohibición de cierta actividad como el tráfico de drogas.
¿Qué efectos tiene la economía sumergida?
Uno de los efectos más destructivos de la economía sumergida es la pérdida de ingresos por parte del Estado, debido a la naturaleza del mercado negro, libre de impuestos. Estas pérdidas millonarias se traducen en fondos que se podrían utilizar para proporcionar bienes y servicios a los ciudadanos del país. Toda la actividad de la economía sumergida no está contabilizada en las estadísticas oficiales. Esto deriva en una serie de problemas como un PIB subestimado o un número irreal de empleo y desempleo.
Todos los actores que forman parte de la economía sumergida pueden sufrir consecuencias a corto o largo plazo. Por ejemplo, los compradores no tienen garantías o recibos de compra, por lo que pueden ser fácilmente víctimas de estafas o incluso de castigos al verse involucrados en actividades ilegales. Los vendedores pueden exponerse a situaciones violentas y al riesgo de multas o penas de prisión. Por otro lado, la economía sumergida también tiene efectos positivos en situaciones de crisis pues proporciona empleo e ingresos a personas con pocas oportunidades en una economía formal.
¿Cómo evitar la economía sumergida?
De forma teórica, algunas de las políticas que pueden reducir la economía sumergida son:
- La legalización de algunas actividades económicas clandestinas, como pueden ser la prostitución, el juego o el consumo de ciertas sustancias. Esto con la idea de gravar de manera legítima los ingresos asociados a dichas actividades.
- La creación de puestos de trabajo legales con un mejor sueldo, lo que reduciría la economía subterránea.
- La eliminación de billetes de alto valor e impulsar el uso del sistema bancario para reducir los pagos en efectivo.
Pero al ser un problema con múltiples causas, no existe una solución fácil. Por ejemplo, algunas personas trabajan en el sector informal por elección propia y otras se ven obligadas a hacerlo por distintas circunstancias. Lo que quiere decir que las causas de la informalidad son muy diferentes, lo que dificulta aplicar una fórmula mágica o una solución simple. Las políticas deben por lo tanto ser integrales y adaptarse a las circunstancias propias de cada país.
¿Por qué se debe evitar la economía sumergida?
La economía sumergida debe evitarse, pues dificulta la lucha contra actividades económicas ilícitas, que se traduce en delincuencia y todo lo que ella implica, e impide a los Estados recaudar fondos necesarios para el desarrollo del país de una manera justa y equilibrada respecto a su PIB. Esto puede traducirse en un aumento de la presión fiscal sobre la economía regulada que puede ser contraproducente. Pues se crea un círculo vicioso donde las alzas de impuestos reducen su recaudación e incentivan a más personas a unirse a la economía sumergida.
Ejemplos de economía sumergida
Uno de los clásicos ejemplos de economía sumergida es el de los trabajadores informales. Ellos constituyen la gran mayoría del mercado laboral del sector agrícola de muchos países en vías de desarrollo. Esto es debido a que los altos costes de cumplimiento hacen que las pequeñas empresas agrícolas no puedan unirse al sector formal. Otro ejemplo puede ser cualquier trabajo legal que se realice “por debajo de la mesa” en donde se reciba un pago en efectivo y no se informe a las autoridades fiscales.
Ejemplos en el área de la economía ilegal hay bastantes, se incluyen la venta de productos falsificados, el juego ilegal, el tráfico de personas, la trata de blancas o el narcotráfico. Otro servicio ilegal que se ha incrementado en los últimos años tiene que ver con la economía sumergida digital o el cibercrimen. Por ejemplo, robos de información personal y financiera o venta online de bienes ilegales de todo tipo (drogas, armas de fuego o especies en peligro de extinción, entre otros).