Los consejos del almirante que logró abatir a Bin Laden
McRaven fue el protagonista del discurso de graduación de este año en la Universidad de Texas en Austin, acto que aprovechó para lanzar sus consejos a los recién licenciados sobre aquello que ha aprendido del duro proceso de entrenamiento con los SEAL.
Los SEAL son los comandos de la Marina, reconocidos como el cuerpo de élite más prestigioso de todos los ejércitos de mundo, y conocidos por el entrenamiento extremadamente duro que proveen a sus cadetes durante antes de entrar en el cuerpo.
William McRaven coordinaba al operativo de los SEAL que el 1 de mayo de 2011 llevó a cabo la ‘Operación Gerónimo’, que logró abatir al enemigo número uno de los Estados Unidos: Osama bin Laden.
Durante su intervención en la Universidad de Texas, el almirante dejó un pequeño listado de aportaciones para los universitarios, recogidos por la revista Inc., a la hora de enfrentarse a objetivos difíciles en sus vidas:
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Empieza el día haciéndote la cama. Puede parecer algo nimio, pero empezar el día haciéndose la cama es una buena forma de terminar con éxito la primera de muchas tareas del día. En caso de tener un mal día, ironiza, siempre puedes pensar que cuando llegues a la cama, estará perfectamente hecha. -
Encuentra la ayuda de la gente correcta. “No puedes cambiar el mundo sólo y llegar del punto de partida al destino precisa de amigos, colegas y la buena voluntad de extraños y un fuerte timonel que los guíe”. -
La actitud y el corazón pesan más que otras ventajas. “El entrenamiento de los SEAL es un gran igualador. Nada importa excepto el deseo de tener éxito”. -
Sigue avanzando. “La clave del éxito es aceptar que, a veces, la vida da asco. Pero hay que seguir adelante”. -
No tengas miedo de los ‘circos’. Los SEAL como parte del entrenamiento utilizan los ‘circos’, unos ejercicios al final del día diseñados para extenuar y desmoralizar a los soldados. “El sufrimiento genera fortaleza y resiliencia, tanto en el entrenamiento como en la vida real. No tengas miedo de él”. -
Ten recursos y sé creativo. “Tomar riesgos y ser innovador habitualmente vale la pena”. -
No te ‘rajes’ ante los tiburones. Uno de los ejercicios más duros de los SEAL es el ‘night swim’, una prueba que consiste en nadar de noche en el Océano Pacífico, en unas aguas infestadas de tiburones. McRaven explica que la clave está en no sucumbir víctima del pánico y, si un tiburón empieza a nadar alrededor del soldado, éste debe prepararse para darle un puñetazo en el hocico para ahuyentarlo. -
Saca lo mejor de ti en los momentos más oscuros. Los SEAL son conocidos por sus ataques submarinos nocturnos a embarcaciones enemigas. Eso significa que dos submarinistas deben bucear dos millas en completa oscuridad. “Es el momento en que tienes que estar calmado, entero, donde toda tu formación táctica, potencia física y fortaleza interior tienen que hacerse valer”. -
Canta cuando estés con el barro al cuello. Otra dura prueba de la instrucción consiste en enterrar en barro frío a los cadetes durante horas hasta que cinco soldados abandonan. McRaven cuenta que en su instrucción, un aprendiz de SEAL comenzó a cantar y todos le siguieron. De nada sirvieron las amenazas de los instructores, los cánticos hicieron más llevadero el sufrimiento. -
Nunca hagas sonar la campana. Un cadete de SEAL puede abandonar en cualquier momento. Para ello, sólo debe tocar una campaña que hay en medio del campo de entrenamiento. Ello significa dejar de levantarse a las cinco de la mañana, de pasar frío, dejar de correr en campos de obstáculos… “La clave definitiva del éxito es no tocar nunca la campana”.
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