Los autónomos no trabajan gratis
En muchas plataformas de trabajo para freelances se anuncian ofertas de trabajo que no valoran el tiempo, la experiencia o la formación de un autónomo sino solo un resultado final y muy por debajo de su valor.
Cobra lo que mereces por tu trabajo
Como autónomo no debes olvidar que no solo vendes un producto o un servicio, sino que aportas lo que has aprendido durante años de experiencia, lo que has estudiado, lo que le haces ahorrar a tu cliente con la solución que le aportas. Es decir, das valor a tu cliente y eso es lo que te legitima para cobrar de forma justa.
Se asocia el precio bajo con un producto o servicio de baja calidad por lo que es preciso que valores lo que vendes de forma adecuada para que tus clientes aprecien ese valor.
¿Qué tener en cuenta para valorar tu trabajo?
Como consecuencia de lo mencionado en el apartado anterior hay una serie de aspectos que debemos considerar para saber cuánto cobrar por nuestro trabajo como autónomos, y son los siguientes:
- El tiempo que va a requerir el trabajo a realizar.
- Tu experiencia en esa tarea específica.
- Los gastos que se puedan producir (materiales, colaboradores etc.).
- Tus años de experiencia en el mercado laboral en general.
- La complejidad del trabajo a realizar.
- El presupuesto que tu cliente va a destinar a ese trabajo.
Todos estos aspectos te harán tener una perspectiva más amplia para poder valorar tu trabajo adecuadamente. En cualquier caso, a veces sucede que nuestras previsiones no están bien hechas, pero nos servirán para aprender de cara al futuro y no cometer los mismos errores.
Formas de dar precio a tus servicios
Una vez tenidos en cuenta los aspectos relacionados en el punto anterior, llega el momento de dar precio a tus servicios y para ello tienes diversas opciones:
- Un precio fijo. En este caso, el cliente ya sabrá desde el principio lo que le vas a cobrar, pero el problema será que el trabajo te lleve más tiempo del previsto y al final el precio fijo se quede corto.
- Un precio por hora. El precio por hora puede ser mejor en algunos casos para el autónomo, pero el cliente no sabrá cuánto va a tener que pagar finalmente por lo que pedirá que se limite el número de horas y para ello deberás tener muy claro en cuánto tiempo podrás hacer el trabajo.
- Un sistema mixto. Consiste en combinar los dos sistemas anteriores, de forma que habrá un precio fijo y todo lo que exceda de lo incluido en ese precio fijo se cobrará por hora.
- Un fee mensual. Si vas a tener una relación profesional de larga duración con tu cliente puedes pactar un importe mensual por unos determinados servicios. En este caso es importante que delimites lo que incluye y lo que no el fee mensual.
Estos son solo algunos ejemplos de las formas más utilizadas para establecer los precios, pero se pueden utilizar otras muchas como los paquetes de horas, honorarios en base a éxito, o porcentaje sobre las ganancias, entre otros.
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