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Despidos improcedentes: ¿Qué es y cuáles son las razones para considerarlo?

Despidos improcedentes: ¿Qué es y cuáles son las razones para considerarlo?

Cuando se trabaja para alguien más, siempre existe el riesgo de ser despedido del trabajo. Puede ser una situación estresante, sobre todo si se considera que el despido ha sido injusto o improcedente. Incluso, si se piensa que el empleador no ha seguido los procedimientos adecuados para el despido. Veamos, qué es realmente un despido improcedente, cómo se diferencia de uno procedente, cómo se calcula su indemnización y cuáles son las posibles consecuencias cuando se considera el despido improcedente.

¿Qué es un despido improcedente?

Se habla de un despido improcedente, cuando no existe una causa válida que justifique la decisión de despedir a un trabajador. También en los casos, en que se determine que se han violado o se han efectuado mal los debidos procesos para el despido. En otras palabras, el despido improcedente es un despido que no se realiza de acuerdo con las condiciones del contrato de trabajo o que no se ajusta a la ley.

También puede describirse como un despido que no se realiza de buena fe. O en el que no sería razonable el despido porque no hay causas graves que lo justifiquen.

¿Cómo calcular un despido improcedente?

Para calcular la indemnización por un despido improcedente, lo primero que se debe saber es que, a partir de la Reforma Laboral del 12 de febrero de 2012, la base del cálculo es el equivalente a 33 días de salario por año de trabajo con un máximo de 24 mensualidades. Esto es importante, porque antes de la referida reforma el cálculo se hacía sobre la base de 45 días por año trabajado, con hasta 42 mensualidades como máximo.

En consecuencia, en caso de que el contrato del trabajador despedido se haya iniciado antes de la reforma y el despido se produzca luego de la reforma, se deben tomar en cuenta las dos bases para el cálculo. Es decir, que se debe calcular una parte con base en los 45 días y la otra sobre los 33 días por año trabajado.

El cálculo de la indemnización por despido improcedente es realmente muy sencillo y se puede hacer aplicando una simple regla de tres.

Indemnización = (meses trabajados x 33-45 días de salario) / 12 meses

Se debe recordar que de acuerdo a la antigüedad del contrato es posible que el cálculo deba hacerse con tiempos parciales y los valores de 33 y 45 días. Otro dato importante es que tampoco debe superar el máximo de 24 o 42 mensualidades según sea el caso.

Diferencia entre despido procedente e improcedente

La diferencia entre un despido procedente y uno improcedente es simple. De los tipos de despido, el procedente es aquel que se ha basado en causas justas y graves que lo justifican y en el que el empresario ha seguido todos los procedimientos adecuados establecidos por la ley. Esto incluye avisar por escrito del despido, seguir un procedimiento justo y pagar una indemnización por el periodo de preaviso (si procede).

Mientras que los despidos improcedentes son situaciones en las que el empresario no tiene razones legales válidas y justas para el despido. O no se ajusta a las condiciones establecidas en el contrato de trabajo o la ley. Por ejemplo, en los casos de discriminación o violación de derechos básicos.

¿Cómo se determina la improcedencia del despido?

Para saber si se es víctima de un despido improcedente, se debe analizar el motivo en el que se basó el empleador para hacerlo. Todo despido debe basarse en una causa real y grave, es decir, en hechos reales, precisos y objetivamente comprobables, pero también suficientemente graves para justificar el despido. Se puede hablar de despido improcedente en tres supuestos:

Cuando la razón aducida por el empleador no se base en hechos reales, no sea objetiva o no pueda verificarse. Cuando la razón aducida por el empleador no sea suficiente para justificar el despido del trabajador o cuando no se respetó el debido proceso para su ejecución. Además, algunas causales de despido son ilegales. Un despido basado en un motivo ilegal no solo es abusivo, sino también nulo.

A la hora de determinar si un despido es improcedente, el tribunal tendrá en cuenta todos los factores mencionados. Al tomar su decisión, examinará cada factor individualmente y luego emitirá un juicio global sobre si el despido fue improcedente o no.

¿Qué consecuencias tiene que un despido se considere improcedente?

Los trabajadores que sean víctimas de despido improcedente pueden reclamar una indemnización por despido improcedente o solicitar su reincorporación a la empresa.

La empresa, por su parte, una vez declarada la improcedencia del despido por el tribunal social, dispone de 5 días para decidir si indemnizará o reintegrará al trabajador a su antiguo puesto de trabajo.

Si no se pronuncia por ninguna de las dos opciones, será un indicativo de que no acepta el fallo y se verá obligado a readmitir el trabajador en su empresa. A menos, que se trate de un representante legal de los trabajadores, en cuyo caso será él, quien pueda tomar la decisión si opta por la indemnización o prefiere el reingreso a la empresa.

Si la empresa decide reintegrar al trabajador a su puesto de trabajo, deberá hacerlo bajo las mismas condiciones que tenía este antes del despido y cancelar los llamados “salarios de tramitación”. Si decide pagar la indemnización debe proceder según lo vimos en el punto anterior “¿Cómo calcular un despido improcedente?”

¿Cómo actuar ante un despido improcedente?

El despido improcedente puede producirse si se considera que el empleador no tiene causas justas o no ha seguido los procedimientos adecuados para el despido. Si no se está de acuerdo con el motivo del despido y se considera que se ha sido víctima de un despido improcedente, se debe actuar manteniendo la calma y el debido respeto por el empleador (nada se gana con discutir).

  • En primer lugar, se debe solicitar la carta de despido, donde se expongan claramente los motivos y las razones por las cuales se es despedido.
  • Leer detenidamente la carta y pedir explicación de cualquier punto que se considere dudoso.
  • No firmar ningún documento, sin estar plenamente seguro de lo que se está firmando. Y, aun así, firmar dejando constancia con un “firma no conforme”.
  • El trabajador dispone de 20 días hábiles para iniciar el proceso de impugnación de despido. Esto lo puede hacer, ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC), en busca de un acuerdo conciliatorio.
  • De no alcanzar un acuerdo satisfactorio en el SMAC, se dispone de 20 días para presentar su demanda ante el Tribunal de lo Social. En este punto corresponderá al juez determinar si se trata de un despido improcedente o no.

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