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Redacción E3
El copago es un instrumento implementado por las compañías de seguros, que nos permite pagar menos por el valor de nuestra póliza. Con él se comparte el costo del servicio médico que utilizamos. Por ende, se convierte en un cargo fijo que pagamos cuando asistimos al médico o adquirimos un medicamento con prescripción. Este no suele ser un monto tan elevado, ya que el resto lo paga la compañía de seguro. Así aseguramos la atención adecuada en esos momentos de urgencia.
El copago es un mecanismo en el que, el seguro comparte los gastos de los servicios médicos con el cliente. Dicho de otra manera, es la cuota o cantidad de dinero que el asegurado debe pagar cada vez que solicita y recibe atención o un servicio médico. Básicamente, cada vez que visitamos un centro asistencial debemos hacer un pago para poder recibir el servicio. Esto se estipula previamente en el contrato con la aseguradora reduciendo el costo por el seguro de salud.
La cantidad a pagar por el copago puede depender de dos factores, del tipo de asistencia médica que se requiera, o del tipo de seguro contratado. Sin embargo, no es una normativa común entre las empresas de salud por lo que, no todas las corporaciones ni los planes utilizan esta herramienta para compartir gastos médicos. En algunos casos las compañías también pueden aplicar otros sistemas como un deducible para pagar la mayoría de servicios médicos con un año de anticipación.
El modo en que funciona el copago es muy simple en realidad. El asegurado solicita y recibe el servicio médico cada vez que sea necesario, y cada vez que lo haga debe pagar un pequeño importe a la institución. Este importe será un porcentaje del ingreso base de cotización sobre el valor del servicio. Obviamente, este valor no debe superar los montos de cobertura asegurada para poder ser atendido. Además, el copago debe pagarse por el beneficiario y no por el cotizante.
Por otro lado, el valor de esta cuota de copago dependerá del ingreso sobre el cual cotizamos ante la seguridad social. En consecuencia, se fija un porcentaje que va desde el 11,50% cuando tenemos menos de dos salarios mínimos y 17,30% entre 2 y 5 salarios mínimos. Mientras que, si se recibe un ingreso mayor a 5 salarios mínimos el porcentaje será de un 23%. En cualquier caso, la ley establece un porcentaje máximo a pagar dependiendo del salario que reciba.
Realmente un seguro de salud con copago ofrece muchas ventajas que debemos valorar.
A pesar de que son muchas las ventajas que ofrece el copago, también existen desventajas. La primera de ellas es que, si por alguna razón nos vemos en la obligación de visitar un centro médico con cierta frecuencia, terminaremos gastando más dinero. Esto es porque el copago nos permite ahorrar dinero cuando son visitas muy esporádicas, no cuando son frecuentes. De lo contrario, la prima puede aumentar su precio debido a todos los gastos que tiene que afrontar en cada servicio.
Por otro lado, la prima de la póliza puede incrementar anualmente dependiendo de las políticas de cada empresa. Por ende, nunca tendremos garantía de que pagaremos el mismo monto el año siguiente. Otra desventaja para la salud, es que muchas personas acuden poco al médico a pesar de que tienen algún padecimiento. Esto lo hacen con el fin de aprovechar los beneficios del copago. Sin embargo, esto resulta ser peor a largo plazo, ya que se necesitarán servicios más específicos que costarán el doble o el triple.
Normalmente, cuando buscamos un seguro médico nos encontramos con aseguradoras que nos ofrecen pólizas con copago o sin copago. Si elegimos la última opción no tendremos que pagar nada cada vez que necesitemos de atención médica. Esto implica que debemos costear la mayor parte de la póliza al firmar el contrato. Sin embargo, al contratar la póliza sin copago es muy probable que debamos pagar una cuota fija mensual o trimestral adicional. Esto es algo que debemos leer bien en las especificaciones del contrato.
Esta es la gran diferencia entre estas pólizas y por ello es que los seguros con copago son tan económicos. No obstante, no todos los perfiles se adaptan a este producto, ya que hay que tener una reserva de dinero para pagar los servicios médicos. Este monto suele rondar los 100 euros y tendremos que pagarlo cada vez que recibamos alguna asistencia de este tipo. Es por esto que debemos hacer muchos cálculos antes de tomar una decisión final, puesto que ambas opciones tienen ventajas y desventajas.
Una vez que hemos visto esta información nos surge una duda: ¿Seguro médico con copago o sin copago? Para ello necesitamos tener una buena asesoría de nuestro corredor de seguros para tomar la decisión más acertada. En este sentido, podemos decir que el seguro con copago es ideal para aquellos que quieren ahorrar dinero y gozan de buena salud. De esta manera, se paga menos por la póliza y solo se gastan unos cuantos euros cada vez que se va al médico.
Por otro lado, si nuestro estado de salud requiere de visitas frecuentes, es allí donde es más beneficioso el seguro sin copago. Que, aunque puede resultar más costoso, es perfecto para quienes necesitan una atención constante por determinadas situaciones de salud. Pues, por un monto fijo tendremos todos los beneficios médicos sin ningún gasto adicional. El copago puede ser un problema o una gran ventaja. No obstante, se debe valorar lo mejor de cada opción para adquirir la póliza que mejor se ajuste a nosotros.
Jesús SantaellaCopywriter y redactor SEO con más de 7 años de experiencia. Colabora con Economía 3 desde el 2019 en temas de marketing, turismo, criptomonedas y economía. Es un apasionado por el marketing digital y las ventas a través de las palabras.
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