Las cadenas que operan en nuestro país, tienen en la comunidad procedente de China, un interesante grupo poblacional, numerosa y con gran capacidad inversora, así como un fuerte carácter emprendedor.

El sistema de franquicias y la comunidad china se atraen mutualmente. Las razones son varias, la franquicia ve en los chinos una posible palanca para su crecimiento y que además pueden renovar muchos de los negocios que operan en España y que después de la crisis quedaron obsoletos.

A pesar de esto, la captación del talento y el capital chino no es fácil. Comenzamos porque a los chinos no les podemos abordar como con otras nacionalidades más próximas a nuestra cultura. Si queremos captar su atención hay que adaptarse a su cultura.

Se les debe explicar que es la franquicia y qué puede aportarles. Es interesante hacerlo en chino, cerciorándose antes de que el idioma que hablen sea el mandarín, que lo hablan un 80%. Una vez hayamos superado esta barrera del idioma, lo más aconsejable es que se tengan en cuenta las diferencias de códigos entre cultura.

No se debe usar el número 4, pues es sinónimo de mala suerte y tampoco incluir el nombre de una persona en un rectángulo rojo, ya que en China significa que la persona está muerta. Las redes sociales que usamos en España son diferentes a las que usa la mayor parte de la comunidad residente.

A pesar de este tipo de inconvenientes, cuando un chino confía en un negocio, muchos de sus paisanos suelen hacerlo. Si un chino se decide a abrir una franquicia, lo más probable es que muchos la abran después. Existe la posibilidad de que un mismo ciudadano chino abra más de un local de la misma marca.

Muchos ciudadanos chinos pueden ser multifranquiciados de una cadena por su carácter emprendedor, buscando entrar en negocios que puedan gestionar ellos, pero que todavía no hayan tocado techo.

Cada vez se amplían a más sectores, aunque algunos son legendarios

Los mejores sectores que ellos ven, son el de la distribución (supermercados), restauración o comercios que se vinculen a la moda. Trabajar con chinos es hacerlo con personas que tienen capacidad para invertir por lo general, tanto por haber conseguido dinero con anteriores negocios como porque piden financiación a sus propios compatriotas.

Actualmente es más sencillo trabajar con ellos que hace años. Esta segunda generación de chinos está más europeizada, por lo que es más sencillo que entiendan la reglas a cumplir en un modelo de franquicia.