Tokio, la ciudad que combina tradiciones milenarias con la modernidad más futurista, es uno de los lugares más interesantes y atrayentes para viajeros de todo el mundo. Sus grandes zonas comerciales, sus rascacielos y sus edificios, que nos transportan al futuro, junto con sus tradiciones únicas y su cultura recatada, llaman la atención de millones de turistas ansiosos por sumergirse en una ciudad que es, además, uno de los centros políticos y sociales más importante del continente asiático.

Y es en Tokio donde vio la luz un interesante proyecto de alojamiento móvil, Caravan Tokyo, que hace las delicias de todo el que opta por probarlo. Las caravanas empleadas para las estancias de los viajeros fueron rescatadas, reconstruidas y diseñadas para ofrecer una experiencia única a todos aquellos que estén dispuestos a recorrer la ciudad, y todo es un proyecto 100% japonés.

La principal ubicación de estas magníficas caravanas es Omotesando, conocido por tener los centros comerciales más modernos del mundo y estar muy próximo a las zonas turísticas de Shibuya y Harajuku. Además de alojarte en una caravana a la que no le falta de nada (incluido aire acondicionado, agua caliente e internet inalámbrico) y cuyo diseño es impecable, el servicio de alojamiento incluye también otras facilidades para conocer la ciudad a través de tours y guías. Todo está pensado para ofrecer una experiencia diferente a la hora de visitar y recorrer Tokio, y romper con el típico formato de viaje de vacaciones.

Si el proyecto enamora, y pensar en esta forma de conocer ciudades atrae a cualquiera, la identidad corporativa que Caravan Tokyo ha desarrollado, es la guinda para un pastel delicioso de principio a fin. Anagrama, un estudio de branding, arquitectura y desarrollo de software a nivel internacional con base en Méjico, es el artífice de todo el proyecto.

Cada detalle de la propuesta de Anagrama fue cuidado para ser funcional, hermoso y representativo de la cultura de Tokio. Todo ello dio como resultado una identidad gráfica muy minimalista, con un diseño que incluye tipografías japonesas y una paleta de colores en gris, blanco y café, que aparece en todos los elementos, desde los artículos de aseo de las caravanas hasta las sábanas de las camas.

En la identidad incluyeron también iconos para destacar los valores del proyecto, representando los gestos culturales de Japón. También se desarrollaron una serie de artículos promocionales que mantienen el espíritu práctico de la marca.

Como explican desde Anagrama, «nuestra propuesta se inspira en los coches de carrera de Fórmula 1 que, fusionados con la cultura visual japonesa, crean una línea de diseño simple, básica y funcional que se enfoca en transmitir sus objetivos de manera puntual y concreta”.

Así, los colores de las caravanas cambian dependiendo de la escudería de los lugares procedentes para así mantener la procedencia de estos.

Los creadores del proyecto no se cierran puertas, y están abiertos a desarrollar el concepto en otras localizaciones, porque saben que sus caravanas están equipadas y pensadas para poder ser usadas en cualquier clima o ubicación, lo que les hace estar dispuestos a llegar a cualquier ciudad en la que puedan ofrecer una experiencia memorable a más personas.

Jesús Salinas, creador de Caravan Tokyo, tiene claro que el proyecto es una gran opción para las personas que puedan preferir alojarse en una de estas caravanas en lugar de en un hotel por “la experiencia, la ubicación y lo personal del concepto y del resultado. Alojarse en un hotel normal tiene ventajas pero lo veo demasiado estéril. Parece ser que hay más personas como nosotros que buscan esa experiencia”. Y no le falta razón, ahora solo les queda encontrar un equipo humano con valores similares para seguir expandiendo este interesante proyecto en más lugares del mundo.