El año pasado fue, afortunadamente, un ejercicio definido por la importante recuperación económica que se produjo. Después de un aciago 2020 marcado por la pandemia del coronavirus –y el consiguiente parón, sin precedentes, de la actividad económica-, el recién concluido 2021 sirvió para recuperar gran parte del terreno perdido.
Felizmente, el sector de la construcción tampoco se mantuvo ajeno a este proceso de reparación de la economía. De hecho, la actividad constructora concluyó el ejercicio con varios indicadores –licitaciones, empleo, etc.- moviéndose en niveles muy similares -incluso superiores- a los registrados antes de que se desencadenara las crisis del Covid-19.
Sin embargo, una amenaza se cierne sobre sector poniendo en riesgo su total recuperación y su potencial crecimiento: la inflación. El galopante encarecimiento de los precios no ha escapado, en absoluto, a las materias primas, tan esenciales en el negocio constructor.
Nefastas consecuencias para el sector
La tendencia alcista en el precio de los materiales está teniendo un grave impacto, afectando a la totalidad de las empresas constructoras. Esta inusual inflación en el aprovisionamiento del sector de la construcción ha derivado en que muchas compañías se hayan visto obligadas a interrumpir o directamente anular sus obras.
Además, la escasez a la hora de adquirir materiales -que intensifican, aún más, la tensión inflacionaria– ha contribuido a que los retrasos en las obras se hayan multiplicado.
Una inflación de más del 40% en 2021
Algunas de las principales materias primas, relativas al sector, incrementaron su precio un 42,76% de media.
Sin ir más lejos, el precio de la madera se disparó casi un 60% durante el año pasado. Por su parte, el petróleo se ha revalorizado un 52% durante el mismo periodo –trasladando la subida a todos los materiales que lo utilizan en su composición-.
Por último, otro subconjunto notablemente afectado –y al que la actividad constructora es notoriamente sensible- ha sido el de los metales. De este modo, el encarecimiento de materias primas tan relevantes como el acero, el aluminio y el cobre fue del 40,27%, 36,04% y 25,39%, respectivamente.
El sector se pronuncia, al respecto
La Confederación Nacional de la Construcción aseguraba -según estudio un realizado por la propia CNC y en el que participaban más de 300 compañías- que ‘el encarecimiento de las materias primas ha provocado que casi el 40% de las empresas se hayan visto obligadas a cancelar o paralizar sus obras debido al impacto de la subida de las materias primas en la construcción’.
A su vez, varias voces dentro de la CNC advierten que un importante volumen de licitación pública está en grave riesgo de quedar ‘desierta’ si el Ejecutivo no acelera la aprobación de un nuevo sistema. Uno que revise el precio de la obras en función de la fluctuación del precio de los materiales.