RSC, sinónimo de gestión eficiente
Presidente. Círculo de Economía de Alicante
La larga crisis que aún estamos sufriendo ha obligado a muchas empresas a centrar sus objetivos en el corto plazo, con los importantes riesgos que eso supone para el proyecto empresarial.
Esa fijación ha dificultado la consolidación de conceptos que la sociedad identifica cada día con mayor fuerza como valores imprescindibles que deben formar parte de las empresas excelentes. Me refiero a la Responsabilidad Social Corporativa.
En una definición amplia, entendemos la Responsabilidad Social como la integración voluntaria por parte de las organizaciones y empresas, más allá de lo exigible legalmente, de las preocupaciones económicas, sociales, laborales y medioambientales, en sus operaciones ordinarias responsabilizándose de las consecuencias e impactos de sus acciones, en un marco ético de debate, trabajo y apoyo mutuo para conseguir un desarrollo armónico y sostenible de la sociedad.
Se trata, por tanto, de un modelo de gestión que implica a todos los grupos de interés de la compañía, que incorporan su aportación y sus intereses en el proceso de creación de valor compartido.
El concepto gana-gana aparece con claridad como el único capaz de apoyar el desarrollo empresarial sostenido.
Las empresas tenemos recorrido: es necesario desarrollar con políticas claras el compromiso con los resultados económicos, con los empleados, con los clientes, los proveedores, los accionistas, los grupos sociales y con el medioambiente.
Desde el Círculo de Economía queremos ser motores de arrastre de la RSC en nuestro ámbito, catalizadores de las mejores iniciativas para extenderlas entre las empresas de la Comunidad.
La primera línea a potenciar es la formación para llevar a la convicción de los empresarios que la RSC no es una opción sino una necesidad. Afecta a la reputación de las empresas y la sociedad está poco dispuesta a soportar comportamientos incoherentes con la búsqueda del bien común, por supuesto desde un planteamiento empresarial claro.
La segunda tendría que ver con el compromiso de las administraciones con la RSC, tanto a través de su propio ejemplo como mediante acciones de difusión de las mejores prácticas. Las administraciones locales, en este punto, tienen trabajo para mostrar su consideración del empresario como cliente preferente, agilizando trámites y siendo justos y transparentes en sus resoluciones.
Y por supuesto, hacer entender a todos los empresarios, independientemente del tamaño de sus empresas, que la única opción válida es la de compartir su proyecto con la sociedad en un compromiso que debe ser a largo plazo. No hay atajos en la RSC.
Desde la convicción, insisto una vez más, de que hacer las cosas bien, entre todos, en equipo, comprometidos con la sociedad, no solo es útil socialmente, sino eficiente económicamente. No es el mejor camino, es el único camino.