Turquía, clave para reducir la dependencia europea de EE.UU. en defensa
La posición de Turquía en la OTAN y su industria tecnológica la convierten en un aliado esencial para la seguridad de Europa
Turquía se consolida como un socio estratégico para la defensa europea y un aliado clave en la autonomía militar del continente. Pese a que su integración en la Unión Europea sigue siendo lejana, la colaboración con Ankara crece en un contexto de rearme y reconfiguración geopolítica.
Turquía se mantiene como una plaza prioritaria para Cesce y para las empresas españolas que buscan diversificar mercados fuera de la Unión Europea. Según Lucía Bonet, analista de Riesgo País en la compañía, el país euroasiático constituye la segunda concentración de riesgo por cuenta del Estado, una cifra que refleja su relevancia estratégica y su creciente vinculación con el tejido empresarial español.
«Es un país con un potencial de desarrollo enorme y en auge. Puede ofrecer una rentabilidad elevada para nuestras empresas, especialmente en un contexto regional adverso», afirma Bonet. Turquía figura entre las principales economías emergentes del mundo, con una base industrial sólida y una posición geográfica privilegiada entre Europa, Oriente Medio y Asia Central.
Reformas económicas y retorno a la ortodoxia monetaria
La economía turca atraviesa una fase de normalización tras años de intervencionismo. El Gobierno ha impulsado un giro hacia una política económica más ortodoxa después de una etapa caracterizada por el crédito barato y el gasto público expansivo. Aquella estrategia, diseñada para mantener el crecimiento, derivó en una fuerte depreciación de la lira y en desequilibrios internos que tensionaron al sistema financiero.
Desde 2023, tras la consolidación del mandato de Recep Tayyip Erdogan, el Ejecutivo ha introducido un enfoque monetario creíble centrado en el control de la inflación y la contención fiscal.
«Ahora Turquía tiene una política monetaria basada en no intervenir en el mercado de divisas, ha incrementado el IVA y contenido el gasto público», explica Bonet. «Las consecuencias han sido favorables tanto en términos de inflación, que ha bajado más de 50 puntos en tan solo dos años, como en la reducción del esquema de depósitos».
El nuevo rumbo ha devuelto la confianza a los mercados y al inversor extranjero. «Uno de los principales valores de Turquía hoy es el retorno de la confianza inversora, con un nivel superior al de países similares», añade Bonet. Sin embargo, advierte que el éxito de este viraje depende de la continuidad de las políticas actuales y de que no se produzca un retroceso hacia la heterodoxia a medida que se acerquen las próximas elecciones.
Una economía joven, diversificada y con proyección exterior
Con 85 millones de habitantes y una edad media de 33 años, Turquía dispone de un mercado interno amplio, joven y dinámico. Su economía combina una base manufacturera exportadora con un sector servicios en expansión. «Las empresas turcas están integradas en las cadenas globales de valor» apunta Bonet, quien subraya la fortaleza del país en sectores como el turismo -cuarto destino mundial por número de visitantes-, la automoción, el textil y la energía.
El país ha logrado reducir su dependencia de materias primas y reforzar su posición como hub energético regional, aprovechando su papel de tránsito entre los yacimientos del Caspio y los mercados europeos. A pesar de estas fortalezas, persisten vulnerabilidades estructurales que limitan su capacidad de crecimiento sostenido.
«El ahorro nacional está por debajo de la inversión, lo que obliga a buscar financiación externa. Esta dependencia hace que la economía sea vulnerable a los vaivenes del mercado internacional», advierte la analista. Esta brecha de financiación se traduce en una alta exposición a los flujos de capital y a las fluctuaciones de divisas, con impactos directos sobre el PIB y la estabilidad de precios.
La deuda externa continúa siendo un foco de atención: un 60% está denominada en divisas, de modo que cualquier depreciación de la lira erosiona la posición financiera del país. «Las empresas de energía, por ejemplo, cobran sus beneficios en liras pero pagan en dólares, lo que agrava su exposición cambiaria», explica Bonet.
Un sistema financiero resistente y mayor atractivo para el capital extranjero
Pese a las turbulencias de los últimos años, el sistema bancario turco ha mostrado una notable capacidad de resistencia. En este sentido, Bonet puntualiza que «el riesgo era que con el retorno a la ortodoxia aumentara la morosidad, pero no se está observando. Sí vemos, en cambio, un retraso en los pagos«.
La solidez del sector financiero, con una presencia significativa de entidades españolas, ha contribuido a amortiguar los efectos de la crisis. «El sistema financiero turco tiene un elevado protagonismo de entidades españolas y su solvencia ha sido un factor estabilizador», destaca la analista.
La mejora de la inflación y el refuerzo de las reservas internacionales -que superan los 190.000 millones de dólares- han contribuido a mejorar el perfil de riesgo país, aunque la liquidez del sistema sigue por debajo del mínimo recomendado. Las reservas, en buena medida apoyadas en la revalorización del oro, no garantizan una disponibilidad inmediata de recursos en caso de tensiones financieras.
En este contexto, la inversión extranjera directa es clave para sostener la recuperación. «Turquía va a agradecer la llegada de capital extranjero y necesita reforzar la protección a la inversión foránea», subraya Bonet. En Cesce, el país es percibido como un destino de riesgo elevado, pero controlado. «No nos preocupa que el 8% de la cartera de Cesce esté concentrada en Turquía. Es un país con muchas posibilidades y un amplio margen de actuación para las empresas españolas».
Entre los sectores con mayor potencial, Bonet menciona los energéticos, la movilidad sostenible, el turismo, el textil y la automoción, además del sector de defensa, que se beneficiará del rearme europeo y del papel estratégico de Turquía en la OTAN.
Riesgos políticos y dinámicas geopolíticas
A pesar de la recuperación económica, el principal riesgo para el país sigue siendo el político. Desde 2018, con la instauración de la república presidencialista, Erdogan concentra un poder prácticamente sin contrapesos. «Si la persecución a la oposición se intensifica, podría producirse una nueva crisis de salida de capitales, como vimos a principios de año», advierte Bonet.
El presidente ha logrado imponerse en todas las citas electorales y revalidó su mandato en 2023 junto a su aliado del Partido del Movimiento Nacionalista (MHP). Aunque constitucionalmente no puede volver a presentarse en 2028, podría adelantar los comicios o impulsar una reforma constitucional para reiniciar el cómputo de mandatos. En opinión de la analista de Cesce «Erdogan va a adelantar elecciones. El hecho de que la economía vaya bien le garantiza votos. Por eso puede producirse una desaceleración del enfoque ortodoxo conforme se acerquen los comicios».
En el plano geopolítico, Turquía mantiene un papel mediador y pragmático. Ha actuado como interlocutor entre Rusia y Ucrania, ha ampliado su influencia en el Cáucaso tras la victoria de Azerbaiyán sobre Armenia y ha reforzado su presencia en Siria. «Turquía aspira a tener voz propia y defiende sus intereses sin alinearse completamente con ningún bloque», resume Bonet.
Para la Unión Europea, Ankara es un socio esencial en defensa y seguridad. «La integración de Turquía en la UE es hoy más lejana que nunca, pero podemos observar una mayor colaboración en defensa. Turquía tiene el segundo ejército más numeroso de la OTAN y Europa puede beneficiarse de su desarrollo industrial y tecnológico», explica.
«Para la UE, Turquía puede convertirse en un socio fundamental que contribuya a reducir la dependencia de Estados Unidos en materia de defensa y a diversificar sus alianzas estratégicas», añade.
Gemma JimenoLicenciada en CC de la Información por la Universidad del País Vasco, Gemma Jimeno se incorporó a ECO3 Multimedia, S.A., en 1998 como Redactora y ha participado activamente en el desarrollo de diferentes líneas de negocio. Desde hace años desempeña las funciones de Editora de los contenidos informativos, de los diferentes productos editoriales de E3 Media.
Las claves del nuevo escenario económico analizado en Cinteligencia 2025
Redacción E3







