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Redacción E3
El valle de Jackson Hole, en Wyoming (Estados Unidos), se convierte desde este jueves y hasta el sábado en el epicentro de la política monetaria mundial. Como cada año a finales de agosto, la Reserva Federal de Kansas City celebra su simposio anual en Jackson Hole, una de las conferencias de banqueros centrales más importante del mundo. El evento reúne a economistas, representantes del mercado financiero, académicos, figuras del gobierno estadounidense y medios de comunicación para debatir cuestiones de política económica de relevancia internacional.
El simposio de este año está marcado por las expectativas de los mercados en torno a posibles recortes de tipos de interés en EE.UU. En este contexto, todas las miradas estarán puestas en el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, quien este viernes presentará una revisión del marco de políticas de la institución. Su intervención tendrá lugar en un momento en el que la Casa Blanca y el presidente estadounidense, Donald Trump, intensifican la presión sobre el banco central.
Aunque los recortes de tipos y el discurso de Powell serán protagonistas del evento, el tema central de esta edición es ‘Mercados Laborales en Transición: Demografía, Productividad y Política Macroeconómica’. En este marco, se analizarán los cambios que está experimentando el mercado laboral, como la disminución de la natalidad o el envejecimiento de la fuerza laboral. Asimismo, se abordarán los avances tecnológicos, como la expansión y el desarrollo de la inteligencia artificial, y su impacto en la transformación del papel económico y el valor del trabajo.
La intervención de Jerome Powell, agendada para este viernes, siempre es el plato fuerte del simposio de Jackson Hole. Durante sus discursos, el presidente de la Reserva Federal suele dejar titulares que acaban orientando la política económica mundial. En esta ocasión, se espera que Powell ofrezca pistas sobre la evolución de los tipos de interés en Estados Unidos, tras los últimos datos de empleo e inflación en el país.
En la última reunión de la Fed, celebrada a finales de julio, el organismo resistió la presión del presidente Donald Trump y mantuvo los tipos en su rango actual de 4,25% a 4,5%, sin cambios desde diciembre de 2024. Sin embargo, dos miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) votaron en contra de esta decisión. La incertidumbre económica, impulsada principalmente por la política arancelaria de Trump, ha llevado a la Fed a actuar con cautela respecto a posibles recortes de tipos.
Trump ha intensificado sus críticas hacia Powell durante los últimos meses, llegando a pedir su dimisión y a calificarlo de «testarudo idiota». A principios de este mes, el mandatario republicano advirtió que, si la Fed no rebajaba los tipos «sustancialmente», la Junta del organismo debería «tomar el control» para lograrlo.
Todas estas presiones cobran especial relevancia en este momento, dado que es probable que este mandato de Powell como presidente de la Fed sea el último. Su periodo actual finaliza en mayo de 2026, por lo que cualquier señal sobre la política monetaria de los próximos meses será seguida con especial atención por los mercados y los analistas.
Otro de los platos fuertes de Jackson Hole será la intervención de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, el sábado. Lagarde estuvo ausente en la edición del año pasado. Cabe recordar que en la última reunión de política monetaria del BCE, celebrada el pasado 24 de julio, la institución mantuvo los tipos de interés sin cambios y volverá a reunirse el próximo 11 de septiembre.
El Simposio de Política Económica de Jackson Hole se celebra desde 1978. Durante sus primeros años, el encuentro tuvo lugar en Kansas City, pero en 1982 se trasladó a Jackson Hole, un entorno natural conocido por la pesca con mosca. Este cambio de ubicación no era casual, sino que tenía como propósito atraer al entonces presidente de la Fed, Paul Volcker, quien era un gran aficionado a este deporte. La estrategia funcionó, y Volcker asistió, arrastrando consigo a otros miembros de la Fed, banqueros de Wall Street e incluso algunos banqueros centrales internacionales. Con el tiempo, comenzaron a unirse periodistas y el simposio fue ganando prestigio.
La asistencia al evento es limitada, normalmente alrededor de 120 personas, incluyendo prensa. Cada año se elige un tema central sobre el que expertos presentan investigaciones y estudios, abordando asuntos económicos como inflación, mercados laborales y comercio internacional.
A lo largo de su historia, el simposio ha contado con representantes de más de 70 países, de forma que se ha consolidado como un foro internacional para el intercambio de ideas y la colaboración en política económica.
Laura SanfélixGraduada en Periodismo por la Universitat de València, con un máster en Periodismo Político Internacional y otro en Comunicación y Marketing Político. He desarrollado mi trayectoria profesional en medios como Europa Press, así como en el ámbito de las agencias de comunicación. En la actualidad, escribo sobre información económica y empresarial en la web y la revista de Economía 3.
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