Vicente Lafuente, elegido nuevo vicepresidente de la CEOE
Redacción E3
Matilde Moro, gerente de Asoprovac
La entrada en vigor del acuerdo comercial entre la Unión Europea y los países de Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) ha encendido todas las alarmas en el sector vacuno de carne español. La Asociación Española de Productores de Vacuno de Carne (Asoprovac) ha encargado al economista agrario y ganadero, Diego Pazos la elaboración de un informe sobre esta cuestión que revela un desequilibrio estructural y regulatorio que pone en jaque la supervivencia de miles de explotaciones ganaderas, sobre todo en zonas rurales y de dehesa.
Matilde Moro, gerente de Asoprovac, explica el contexto de descapitalización en el que se encuentra el sector en el ámbito europeo y la preocupación ante la falta de medidas concretas que puedan mitigar estas concesiones.
En concreto y tal y como ha recogido Diego Pazos en su informe, existe una diferencia de 1.161,4 euros en el coste por tonelada de carne en canal entre la UE y Mercosur, aproximadamente un 30% más. Si tenemos en cuenta el impacto socioeconómico, «el acuerdo podría suponer la pérdida de un 20% de la exportación. En los primeros cinco años de aplicación, se perderían 992 millones de euros al año en el sector bovino español y unos 12.900 puestos de trabajo que podrían alcanzar los 107.500 empleos en toda la Unión Europea», advierte el economista.
El informe incide en que, en las condiciones actuales, competir en precio con la carne importada de Mercosur es inviable. Las diferencias entre ambos bloques afectan a todos los niveles: desde las condiciones naturales hasta el modelo productivo, pasando por costes laborales, exigencias sanitarias, normativas medioambientales o restricciones en el uso de tecnología.
Una de las principales brechas que demuestra el informe de Pazos, está en la base natural del sistema ganadero. Mientras que en los países de Mercosur los pastos crecen casi todo el año, en España los ganaderos se enfrentan a un mínimo de cuatro meses de reposo vegetativo por frío o sequía, lo que obliga a suplementar la alimentación. Solo este factor ya eleva el coste por tonelada de carne en canal en 289 euros más en España respecto a los países que integran Mercosur.
Además, la estructura de las explotaciones agrava el problema. En los los cuatro países de América Latina predominan grandes haciendas con más de 300 cabezas de ganado, frente al tamaño medio en España, que apenas supera las 26 vacas nodrizas. Esto impide aprovechar las economías de escala.
Para nuevas instalaciones de cebadero, por ejemplo, la normativa española establece un límite máximo de 850 Unidades de Ganado Mayor (UGM), mientras que en los países del Mercosur no se aplica esta limitación.
Los costes laborales son otro gran obstáculo para la ganadería española. Mientras que un ganadero tipo en España soporta costes de 1.692 euros mensuales, en Argentina no superan los 575 euros y en Brasil se acercan a los 300 euros. Aunque la Política Agraria Común (PAC) aporta ayudas a la vaca nodriza, el coste laboral por tonelada de carne en canal alcanza los 323 euros en España, frente a los 96 euros en los cuatro países de Mercosur.
Más allá de las condiciones naturales y laborales, lo que realmente penaliza al vacuno español es el modelo regulatorio de la UE, mucho más exigente en aspectos sanitarios, medioambientales y de bienestar animal. El informe identifica numerosos factores que encarecen la producción europea frente a la sudamericana.
En cuanto a alimentación animal, en los cuatro países sudamericanos se permite el uso de organismos genéticamente modificados, lo que aumenta la productividad de los cultivos y reduce el precio de los piensos.
A modo comparativo, en marzo de 2025 el maíz costaba 328 euros por tonelada en España, mientras que en Argentina se situaba en los 186 €. La diferencia total en el coste de pienso por ternero asciende a 52,6 euros por tonelada, lo que se traduce en hasta 418,4 €/tonelada de canal por los ingredientes más caros y la prohibición del uso de promotores de crecimiento.
Por otra parte, mientras que en Europa están prohibidas las hormonas del crecimiento para el engorde de las vacas, al otro lado del Atlántico su uso es habitual, lo que acelera la producción y mejora los índices de conversión. Esto añade hasta 108 euros más por tonelada a la desventaja europea.
Igualmente, la UE exige la identificación individual de cada animal, trazabilidad total y condiciones estrictas de transporte, alojamiento y sacrificio. Solo en transporte, el incremento previsto con la nueva normativa sería de un 80%, es decir, 83 euros adicionales por tonelada.
A todo ello se suma que la directiva de nitratos, el reglamento de emisiones o la reciente legislación contra la deforestación afectan directamente a las explotaciones europeas, que deben realizar inversiones que no se exigen a sus competidores de América del sur.
Todos estos factores que detalla el informe de Pazos cifran la diferencia media de coste por tonelada de carne en canal entre España y Mercosur en 1.161,4 euros, una cifra coloca a la ganadería española en clara desventaja competitiva. Incluso puede aumentar aún más con la entrada en vigor del Reglamento Europeo sobre deforestación o la nueva normativa sobre transporte animal.
Según datos del Ministerio de Agricultura, el sector vacuno español produjo en 2024 más de 713.000 toneladas de carne por valor de 4.641 millones de euros, a los que hay que sumar otros 262 millones por exportación de animales vivos. Una caída del 20% en la producción durante los primeros cinco años de aplicación del acuerdo — tal y como prevé el informe— supondría la pérdida de casi 1.000 millones anuales, y hasta 12.900 empleos directos, concentrados en su mayoría en las zonas de dehesa de la España vaciada.
En el conjunto de la Unión Europea, la caída del sector podría suponer la pérdida de más de 100.000 puestos de trabajo, sin que parezca haber una estrategia clara para mitigar este impacto.
En definitiva, el acuerdo comercial con Mercosur puede abrir mercados, pero a costa de romper el equilibrio del sistema productivo europeo si no se aplican cláusulas espejo que equiparen las condiciones de producción. Como advierte el informe, sin revisar el modelo normativo europeo o exigir a los productos importados las mismas condiciones sanitarias, laborales y medioambientales que se exigen en la UE, la ganadería de vacuno española está abocada a una pérdida de competitividad irreversible y, en muchos casos, al cierre.
Gemma JimenoLicenciada en CC de la Información por la Universidad del País Vasco, Gemma Jimeno se incorporó a ECO3 Multimedia, S.A., en 1998 como Redactora y ha participado activamente en el desarrollo de diferentes líneas de negocio. Desde hace años desempeña las funciones de Editora de los contenidos informativos, de los diferentes productos editoriales de E3 Media.
Redacción E3
Redacción E3