Primer verano tras la DANA: reconstrucción, alerta y resistencia en L’Horta Sud
Tres municipios de l’Horta Sud afrontan su primer verano tras la DANA entre obras, prevención y el peso emocional de una catástrofe aún reciente.
El calor vuelve a caer con fuerza en L’Horta Sud. Pero esta vez el verano no es solo una cuestión de temperaturas: es una prueba de resistencia. Catarroja, Paiporta o Aldaia, tres de los municipios más golpeados por la DANA que azotó la provincia el pasado 29 de octubre, viven estos meses con una mezcla de alerta, planificación intensiva y gestión de una emergencia que, aunque ya no acapara tantos titulares, sigue muy viva en la calle y en los despachos municipales.
Hablamos con Lorena Silvent, alcaldesa de Catarroja, Vicent Císcar, alcalde de Paiporta; y Guillermo Luján, alcalde de Aldaia para conocer sobre el terreno cómo está siendo este primer verano poscatástrofe. Los tres relatan un proceso complejo, con millones en inversión prevista, equipos desbordados y una ciudadanía que oscila entre la aceptación y el agotamiento emocional.
Catarroja: hoja de ruta para no repetir errores
«Estamos intentando llegar a todo», asegura a este medio Lorena Silvent. Su equipo ha trazado la «agenda urbana de la reconstrucción» que combina actuaciones inmediatas con planes a medio y largo plazo. El objetivo es doble: reparar lo que se llevó el agua y construir un modelo de municipio más resiliente frente al cambio climático.
La alcaldesa detalla que ya están en marcha obras prioritarias como el arreglo del alcantarillado, la eliminación de contenedores soterrados o la reapertura de instalaciones como la piscina de verano. Pero a la vez, el Ayuntamiento trabaja en proyectos estratégicos: un plan de vivienda, nuevas medidas de autoprotección ciudadana, modernización de infraestructuras y hasta un ambicioso plan especial para recuperar la huerta como filtro verde ante lluvias torrenciales.
«Estamos concentrando una inversión equivalente a más de 12 años de presupuestos ordinarios», explica Silvent. Y no es una hipérbole. La carga de trabajo ha obligado al Consistorio a pedir refuerzos técnicos, ya que «la maquinaria administrativa es la misma que antes de la DANA, pero la urgencia y el volumen se han disparado».
En paralelo, Catarroja actualizará su mapa de riesgos junto a la Universitat Politècnica de València (UPV) y prepara un simulacro en septiembre con la comunidad educativa, comercios y colectivos vulnerables.
Reconstruir, más allá de lo físico
Más allá de la obra pública, hay una preocupación menos tangible que marca el día a día: el estado emocional de la población. «La mayoría de vecinos está en una fase de aceptación, intentando reforzar su autoprotección. Pero también hay miedo al bloqueo emocional», alerta Silvent. Por eso, desde el consistorio se trabaja con asociaciones y especialistas en salud mental para canalizar el impacto colectivo del desastre.
«Dentro del proceso de duelo de la población hay de todo. Por eso estamos trabajando mucho a nivel comunitario, con asociaciones, con los Comités Locales de Emergencia y Reconstrucción (CLER) y con especialistas en salud mental, para ayudar a las personas a enfocar bien lo vivido», explica la alcaldesa.
Y concluye: «Ahora mismo cada persona está en un punto distinto del proceso, dependiendo de su nivel de afectación y de sus recursos. Si una persona ha podido recuperar su vida con cierta normalidad, lo enfoca de una manera. En general —aunque no tenemos datos exactos—, la percepción es que la mayoría está en una respuesta individual».
Paiporta: millones sobre la mesa, desagües al 30 % y un otoño en la mira
El verano también es una carrera contrarreloj en Paiporta. Aunque las tormentas recientes han sido leves, el sistema de colectores —aún colapsado en parte por el lodo de octubre— apenas funciona al 25-30 % de su capacidad. «Nos preocupan episodios que superen los 20-25 litros por metro cuadrado», admite su alcalde, Vicent Císcar.
Consciente de la fragilidad del sistema, el Ayuntamiento ha preparado planes específicos para actuar con rapidez en los puntos críticos. A eso se suma una subvención de 37 millones de euros del Ministerio de Transición Ecológica a la empresa concesionaria para la limpieza y arreglo de todos los colectores.
Pero la gran apuesta es estructural. «Tenemos unos 77 millones de euros en proyectos en marcha y otros 40 millones a punto de aprobarse», explica Císcar. Las actuaciones abarcan desde la reparación del auditorio, el polideportivo o el ayuntamiento hasta la reurbanización total de calles y barrios enteros. «Solo en farolas hemos perdido más de 800», señala.
El cálculo total asciende a unos 130 millones de euros, una cifra que Paiporta ya tiene ingresada en sus cuentas gracias al decreto estatal de ayudas por la DANA. Para poder ejecutar esta avalancha de proyectos sin colapsar, el consistorio ha firmado un acuerdo con la empresa pública Tragsatec, que actúa como su departamento de contratación. También han recurrido al Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, que entregará esta semana un plan director para toda la reurbanización del municipio.
Ese plan se basa en tres principios clave: zonificación (para evitar obras simultáneas en todo el municipio), homogeneización (estandarizar materiales y elementos urbanos, como el modelo de farolas) y revisión técnica integral. «Queremos evitar el caos y las molestias innecesarias a vecinos y comercios», afirma el alcalde.
El comercio y la hostelería, por cierto, muestra señales esperanzadoras. Gracias a ayudas específicas por más de un millón de euros, el 85 % de los negocios afectados ha reabierto o lo hará en breve. «Es un dato muy positivo que nos da energía para seguir», celebra Císcar.
Aldaia: el reto de volver a vivir… y no solo reconstruir
En Aldaia, el primer verano tras la DANA tiene un significado simbólico: el de recuperar la vida social. «Es una noticia importante poder celebrar las fiestas patronales. Dos días después del 29 de octubre nadie imaginaba que podríamos volver a ver algo así», asegura el alcalde Guillermo Luján. Pero esa imagen de normalidad convive con una realidad cruda.
El municipio ha recibido ya 39 millones de euros del Gobierno central. El primer proyecto, la reconstrucción de la Agencia Tributaria Municipal —cuyo techo colapsó—, está a punto de ejecutarse a través de la empresa pública Tragsa. «Es solo una de las muchas actuaciones que tenemos previstas. Hay más de 20 edificios dañados, desde la piscina de verano hasta el centro de mayores», relata Luján
Y no, la piscina no abrirá este verano. Como medida alternativa, el Ayuntamiento ha organizado juegos acuáticos infantiles durante los sábados de julio y ha recomendado a los vecinos acudir a instalaciones de municipios cercanos. «Hace un calor tremendo y la gente busca alternativas», admite el alcalde.
El comercio local también ha comenzado a levantar la persiana: entre un 70 y un 80% de los establecimientos ha reabierto, aunque no todos han podido hacerlo al 100%. Luján destaca el esfuerzo de los autónomos, que «se están buscando la vida como pueden, mientras las ayudas tardan en llegar».
A nivel preventivo, el municipio ha empezado a localizar a vecinos en situación de riesgo —especialmente quienes viven en plantas bajas— y trabaja en hábitos de emergencia. «Queremos que, ante una alerta, la gente no se quede en las plantas bajas. También estamos planificando aparcamientos alternativos para evitar que la ciudadanía baje a los garajes, donde se produjeron muchas de las muertes en octubre», subraya.
Como medida innovadora, Aldaia está creando dos registros de voluntariado profesional: uno con perfiles como policías, bomberos o militares, y otro con personal sanitario del propio municipio. «La administración local, por sí sola, no puede. Necesitamos colaboración ciudadana especializada y bien organizada», sostiene el alcalde.
Sobre los recientes anuncios de la Generalitat y la Confederación Hidrográfica del Júcar sobre nuevos parques inundables, Luján se muestra prudente: «Es una buena noticia, pero llevamos 40 años reivindicándolo. Esperemos que esta vez sea definitiva».
Una reconstrucción desigual, pero en marcha
Los tres alcaldes coinciden en que lo más urgente no son solo los fondos, sino el capital humano. Contratar técnicos, agilizar los trámites y tener músculo administrativo es clave para que los millones no se pierdan entre papeles. Tanto en Catarroja como en Paiporta se han activado convenios, ayudas externas y fórmulas excepcionales para no dejar escapar la oportunidad de reconstruir mejor.
También coinciden en algo más: que la población ya no mira al cielo solo con miedo, sino con conciencia. «Ya nadie duda de que las alertas meteorológicas van a llegar. Lo importante ahora es saber cómo actuar», dice Císcar. «No podemos quedarnos paralizados. Tenemos que aprender de lo vivido», remata Silvent.
El primer verano tras la DANA no ha traído olas de agua, pero sí una marea de proyectos, ansiedad acumulada y trabajo constante. La catástrofe sembró cicatrices profundas, pero también abrió una oportunidad: repensar los pueblos, sus infraestructuras y su relación con el territorio. Aún queda mucho por hacer, pero la maquinaria —esta vez— ya está en marcha.
Gemma JimenoLicenciada en CC de la Información por la Universidad del País Vasco, Gemma Jimeno se incorporó a ECO3 Multimedia, S.A., en 1998 como Redactora y ha participado activamente en el desarrollo de diferentes líneas de negocio. Desde hace años desempeña las funciones de Editora de los contenidos informativos, de los diferentes productos editoriales de E3 Media.
Borja RamírezGraduado en Periodismo por la Universidad de Valencia, está especializado en actualidad internacional y análisis geopolítico por la Universidad Complutense de Madrid. Ha desarrollado su carrera profesional en las ediciones web de cabeceras como Eldiario.es o El País. Desde junio de 2022 es redactor en la edición digital de Economía 3, donde compagina el análisis económico e internacional.






