Carlos Pujadas, Lãberit: «La IA no destruirá empleos, los transformará»
Cómo la IA está transformando la medicina, potenciando al profesional sanitario y mejorando la atención al paciente.
La irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) en el ámbito sanitario está redefiniendo el modelo de atención tradicional. Más allá de la innovación tecnológica, representa una oportunidad única para transformar los procesos clínicos, optimizar recursos y mejorar tanto la experiencia del paciente como la práctica médica.
En esta entrevista, se abordan las implicaciones clave de la IA para médicos, pacientes y sistemas de salud, así como los desafíos éticos, culturales y organizativos que supone su implementación. También se analiza el papel de empresas como Lãberit en esta transición hacia una medicina más personalizada, predictiva y eficiente.
Implantar la IA en el sistema sanitario
– Tanto para el paciente como para el médico, qué significa la implantación de las soluciones de inteligencia artificial (IA) en salud? ¿Y para el sistema sanitario?
La implantación de soluciones de inteligencia artificial en el ámbito sanitario supone una transformación estructural del modelo de atención. Para el paciente, implica diagnósticos más rápidos y precisos, tratamientos personalizados y una atención más proactiva y continua. Herramientas como el análisis automatizado de imágenes médicas, la interpretación de datos genómicos y la monitorización en tiempo real a través de dispositivos conectados están redefiniendo la experiencia asistencial.
Para el profesional sanitario, la IA se convierte en un aliado potente que facilita la toma de decisiones clínicas, aportando evidencia basada en datos y liberando tiempo al automatizar tareas administrativas. Esto permite dedicar más atención al paciente, reforzando la dimensión humana de la medicina. A mí me gusta decir que los informáticos hurtamos al paciente la mirada y las manos de su médico; y ahora, gracias a la IA, se las vamos a devolver.
El médico va a poder dedicar el tiempo que dispone para una consulta a mirar a los ojos del paciente, a palparlo con sus manos, en lugar de estar tocando un teclado y mirando a una pantalla. Un agente IA estará transcribiendo por él la conversación de la consulta, rellenando los formularios clínicos, proponiendo códigos CIE-10, ofreciendo resumen de la historia clínica, y muchas más ayudas.
Desde una perspectiva sistémica, la IA introduce eficiencia operativa, mejora la gestión de recursos, reduce errores clínicos y optimiza la atención de enfermedades crónicas. En definitiva, permite avanzar hacia un sistema sanitario más sostenible, equitativo y centrado en el valor.
Ampliar las capacidades del profesional
– ¿Qué le aporta al profesional?
Las soluciones basadas en IA amplifican las capacidades del profesional sanitario, pudiendo realizar tareas de forma casi inmediata, ayudando a que no se cometan errores humanos, agilizando las consultas. Los sistemas de soporte a la decisión clínica proporcionan recomendaciones terapéuticas personalizadas basadas en evidencia científica y en el historial clínico del paciente, mejorando la precisión diagnóstica.
Además, la IA permite extraer valor de grandes volúmenes de información, identificando patrones ocultos en datos estructurados y no estructurados, como notas clínicas o imágenes. Esto no solo mejora el abordaje clínico, sino que también permite una medicina más predictiva y personalizada.
También están emergiendo soluciones orientadas al paciente, como asistentes virtuales o sistemas de triaje automatizado, que alivian la carga sobre los profesionales en fases tempranas del proceso asistencial. Todo ello contribuye a un entorno más eficiente, humano y centrado en el paciente.
Un activo sanitario muy valioso
– ¿Qué impacto tendrá la IA en la gestión del dato y la seguridad? ¿Existen riesgos de privacidad?
La inteligencia artificial es tan potente como los datos sobre los que se construye. Y en sanidad contamos con un activo valiosísimo: décadas de datos clínicos estructurados y no estructurados. Gestionarlos de forma adecuada, desde su recolección hasta su análisis, será clave para desbloquear todo el potencial de la IA en salud. Tecnologías como el procesamiento del lenguaje natural o el aprendizaje automático están permitiendo extraer información útil de fuentes históricamente infrautilizadas.
Sin embargo, esta revolución debe ir acompañada de una cultura sólida de seguridad y privacidad. La protección de los datos del paciente es una prioridad innegociable. Deben implementarse estándares robustos de ciberseguridad (cifrado, redes seguras, gestión de accesos, etc), así como mecanismos de auditoría continua. Cumplir con regulaciones como el GDPR no es solo una obligación legal, sino una condición para generar confianza.
Una herramienta, no un fin
– En esta revolución, ¿hemos perdido la perspectiva de que la tecnología es una herramienta?
A veces, corremos el riesgo de dejarnos deslumbrar por el potencial técnico de las soluciones, olvidando su propósito último: mejorar la vida de las personas. La tecnología, incluida la IA, debe ser siempre una herramienta al servicio del ser humano, no un fin en sí misma.
En salud, esto es especialmente relevante. La IA no reemplaza al profesional, lo complementa, lo mejora, lo amplifica, y además le regala tiempo. La empatía, la intuición clínica y la capacidad de comunicación siguen siendo insustituibles. Por eso, es fundamental impulsar una alfabetización tecnológica crítica y ética que coloque al paciente en el centro y potencie el juicio clínico, no lo desplace.
– ¿Qué puede aportar Lãberit en este sentido?
Lãberit aporta más de 15 años de experiencia en el desarrollo e implantación de soluciones tecnológicas avanzadas para el sector salud. Desde nuestra Oficina de Inteligencia Artificial, trabajamos transversalmente con todas las áreas de la empresa, con el fin de maximizar el impacto de la tecnología en términos asistenciales y organizativos.
SINASUITE es un claro ejemplo: una plataforma integral que combina historia clínica electrónica, analítica de datos avanzada e IA para apoyar la toma de decisiones clínicas y optimizar los flujos hospitalarios.
Por su parte, Omniloy es una empresa fundada en Estados Unidos y participada por Lãberit de forma minoritaria, y ha sido creada para transformar la relación médico-paciente a través de herramientas de ayuda a ambos. Lo que diferencia a Lãberit es un enfoque centrado en la realidad del sistema sanitario: trabajamos en estrecha colaboración con profesionales, gestores y pacientes para diseñar las mejores soluciones, siempre siendo reales, escalables y sostenibles.
Interoperabilidad y estandarización, esenciales
– ¿Cuáles son los desafíos más grandes que enfrenta la implementación de la IA en el sector salud?
Uno de los principales retos es la integración con los sistemas existentes. La interoperabilidad y la estandarización son condiciones esenciales para que las soluciones de IA aporten valor real y no generen nuevas islas tecnológicas. También hay una barrera cultural: como toda transformación, la adopción de la IA requiere liderazgo, formación y acompañamiento. Los profesionales sanitarios necesitan entender el porqué y el cómo de estas herramientas para confiar en ellas y utilizarlas con criterio.
Desde las empresas tecnológicas tenemos la responsabilidad de ir más allá del desarrollo: debemos acompañar la implantación, facilitar la gestión del cambio, colaborar con los proveedores de salud y asumir compromisos éticos claros. La innovación no es solo tecnológica, también es organizativa y cultural.
El futuro con la IA
– ¿En qué punto estamos y hacia dónde nos dirigimos?
Estamos dejando atrás la fase exploratoria y entrando en una etapa de consolidación. Cada vez más organizaciones sanitarias están pasando de los pilotos a las implantaciones reales, con métricas claras de impacto clínico y económico. Nos dirigimos hacia un modelo de medicina personalizada, preventiva y basada en datos. La IA ya ha empezado a jugar un papel clave, no solo en el diagnóstico y tratamiento, sino también en la planificación de recursos, la gestión de riesgos y la experiencia del paciente.
– ¿Peligran puestos de trabajo?
La IA no viene a destruir empleos, sino a transformarlos. Liberará a los profesionales de tareas repetitivas y administrativas, permitiéndoles enfocarse en lo que realmente importa: la atención directa al paciente, la investigación, la coordinación asistencial. Un médico podrá ser más productivo, podrá atender a más pacientes y de una forma más rápida y más segura. Podremos hacer más medicina predictiva y menos medicina reactiva. Tendremos tiempo para la prevención.
Eso sí, habrá una evolución de roles. Aparecerán nuevos perfiles, como especialistas en salud digital, gestores de datos clínicos o expertos en ética aplicada. La clave está en anticiparse, invertir en formación y crear entornos laborales que abracen el cambio.
Borja RamírezGraduado en Periodismo por la Universidad de Valencia, está especializado en actualidad internacional y análisis geopolítico por la Universidad Complutense de Madrid. Ha desarrollado su carrera profesional en las ediciones web de cabeceras como Eldiario.es o El País. Desde junio de 2022 es redactor en la edición digital de Economía 3, donde compagina el análisis económico e internacional.
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