Antonio Reig, UPV: «Debemos llevar a las aulas el idioma de las empresas»
La Universitat Politècnica de València (UPV) se convertirá una vez más en el escenario donde se debatirá, el próximo jueves 19 de diciembre, la energía del futuro. En su edición número diecisiete, las Jornadas sobre Energías Renovables se consolidan como el evento de referencia del sector y una una cita imprescindible para los profesionales.
Un encuentro que congregará a 28 expertos y destacadas firmas como Iberdrola, Power Electronics, Huawei o Powerco, en unas jornadas que tendrán un enfoque práctico a través de mesas redondas y conferencias en las que se debatirán las últimas tendencias y avances, así como los retos y oportunidades que se presentan.
Hablamos con Antonio Reig, profesor de la UPV y organizador de las jornadas.
Del aula a la empresa
– ¿Cuál es el espíritu que rige estas jornadas?
Son un ejemplo más, en las que hemos logrado un formato híbrido muy innovador. Nos permite contar con los mejores especialistas en el sector de las energías renovables, logrando en una mañana que 28 expertos revisen toda la cadena de valor del sector. Conseguimos que sea gratuito para todos los clientes y como lo hacemos online, logramos un gran aforo.
– A menudo se tiene una concepción de que el mundo universitario discurre paralelo a la empresa privada, sin tocarse. ¿Cuál es la importancia de que se crucen ambos mundos?
Es fundamental tanto para el mundo universitario como el empresarial. Debemos hacer todo lo posible porque ambas realidades vayan de la mano y puede existir una sinergia en la elaboración de los planos de estudio. Personalmente, tengo la obsesión de poner en contacto el mundo real de la empresa con el académico, fruto de la cual nació una asignatura llamada Scales. Lo que hacemos que cada lunes un ejecutivo viene a clase y cuenta su trayectoria, su experiencia profesional y tiene también un coloquio con los estudiantes. Es un programa muy innovador, especialmente en la universidad pública.
Que existan este tipo de asignaturas habla muy bien de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), porque demuestra que se está saliendo de la tradicional universidad pública, más encorsetada. Es muy gratificante, llega un momento en el que los términos se invierten y antiguos alumnos son ahora los ponentes y quienes nos transmiten las últimas novedades tecnológicas. Vemos los frutos en la empresa privada que sembramos en la universidad pública.
Otro de los objetivos que tenemos es acabar con la concepción denostada que en la universidad se tiene de la venta. El ingeniero tiene que ser capaz de vender su producto el día de mañana, por lo que tenemos que cambiar para que nuestros profesionales sepan también proyectar su trabajo. Nosotros tenemos claro que «selling is everything» (las ventas lo son todo), y a menudo descuidamos este aspecto. Poner en contacto al alumnado con empresas y que sean estas las que se acerquen es muy valioso.
La UPV es una fuente de talento y las empresas se están dando cuenta. Es lo que ha ocurrido en el caso de Siemens, con quien logramos trabar una buena relación que fructificó y que acabó siendo importante para que la firma escogiese Valencia para acoger el Siemens Mobility València. Ese es el camino que debemos seguir.
Llevar el pragmatismo a la universidad
– A veces hay una falta de conocimiento de la realidad del mercado laboral durante la formación universitaria. ¿Qué aporta a los estudiantes tocar de verdad este mundo?
Entre otras cosas que tienen un referente distinto al profesor universitario, ven cómo se desenvuelve alguien que habla el lenguaje que opera en el mundo real. Debemos llevar a las aulas el idioma de las empresas. Ver cómo se maneja un ingeniero con el micrófono es muy interesante, aprender a presentar la información que has recopilado, a ser pragmáticos…
Creo que en ocasiones en el mundo académico puede faltar ese pragmatismo… ¿Cuántos ensayos están en las estanterías cogiendo polvo? ¿Qué sentido tiene estudiar el sexo de los ángeles? La empresa privada vive en busca de la eficiencia y eso lo tiene que percibir el alumnos.
Pero si tuviera que quedarme con un único motivo, diría que lo más valioso es la experiencia del profesional que obtiene el alumno. Esa es la importancia de nuestro trabajo, actuar de nexo de unión entre las empresas y los estudiantes. Por eso son tan interesantes iniciativas como nuestras jornadas sobre energías renovables, porque en una mañana concentran a los mejores expertos de un sector muy boyante.
¿Qué papel crees que juega ese trabajo que lleváis a cabo desde la universidad a la hora de que empresas internacionales, como el reciente caso de Powerco, se decanten por la Comunidad Valenciana para invertir?
Desde la UPV creemos que nos da mucha visibilidad y nos sitúa en el mapa como polo de atracción para muchos futuros estudiantes. Por otra parte, a los profesores nos viene bien tener buenos profesionales cerca para poder ofrecerles nuestros servicios de investigación. Lo que ocurre en las aulas debe poder aprovecharse y aplicarse empresarialmente. Además, proyectar de cara el sector que eres una empresa que se preocupa por tener cerca este talento te deja en muy buen lugar. Una firma debe estar cerca de la la investigación y les aporta mucha visibilidad ser asociadas con la innovación.
En general nos viene bien a todos, a la universidad, a las empresas y al público asistente de nuestras jornadas. Tenemos parámetros objetivos para demostrar que estas jornadas funcionan, puesto que vamos por nuestra edición número 17, que son bastantes.
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