Lunes, 07 de Octubre de 2024
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Ellas les llamaron ‘Khessani’, en lengua guitonga ‘Gratitud’

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En el año 2025 Economía 3 y la Fundación Mujeres al Timón realizaremos un encuentro in situ con las mujeres de la cooperativa Khessani. No se nos habría ocurrido a nosotros un nombre más impactante, que significara tanto y que representara de una forma tan clara sus sentimientos, lo que estaban viviendo y cómo lo habían tomado como algo propio. Sentimos que el objetivo se había conseguido. Si continúas la lectura terminarás entendiendo a qué y cuándo le pusieron este nombre. Así que vamos a sumergirnos en Duna Lodge en la ciudad de Ihambane (Mozambique).

Tras varios años –largos y complejos como todos los inicios en África–, se fue asentando y desarrollando el proyecto, con un doble objetivo. Por un lado, dinamizar la zona con un turismo ecológico que buscara lo auténtico, el contacto con la naturaleza. Y, por otro lado, asentarlo en la población local, el territorio, compartir sus actividades, sus necesidades, su forma de vida y ayudarles a gestionar este nuevo espacio. Duna Lodge ya no era algo de ‘fuera’, ya era algo local, compartido con ellos.

Ellas les llamaron ‘Khessani’, en lengua guitonga ‘Gratitud’

Proyecto Khessani cifras

Había llegado el momento de abordar una nueva fase. Arranca en el año 2012 con la firma de un convenio entre el socio local de esta propuesta, Duna Lodge y el Comité de Cogestión de los Recursos Naturales del Distrito (Cojamo). La interacción con las comunidades locales, las asociaciones de pescadores y operadores turísticos, así como con los principales organismos del Gobierno Provincial de Inhambane, estaban a punto de permitirnos poner en marcha un programa de cooperación capaz de integrar la conservación de la biodiversidad y los recursos y espacios naturales costeros con el desarrollo de la comunidad local.

La alma mater de todo el proyecto, José Ramiro. Solo con sus largos periodos en Mozambique, su conocimiento local y el magnífico trabajo en el entorno se podrían dar estos pasos. En 2021, a través de la Fundación Mujeres por África (FMxA), Duna Logde consigue la financiación de la Diputación de Gipuzkoa y el apoyo de la Asociación de Mujeres Profesionales y Empresarias de Guipuzkoa (Aspegi) para poner en marcha la estrategia de desarrollo comunitario que había identificado en el periodo anterior. De esta manera, recibe fondos para realizar un proceso de identificación entre las mujeres del distrito y poder fomentar su empoderamiento.

Proyecto Khessani

En el marco de este proyecto se realizó un cuestionario junto con el Cojamo y los líderes locales sobre la situación del sector de la pesca artesanal, con especial atención a las mujeres. En este estudio, se vio que las mujeres no tenían acceso a formación ni a financiación y que, además, no eran dueñas de los recursos pesqueros. Todos estaban en manos de los hombres. Sus labores de pesca se centran en el marisqueo, con unas condiciones precarias, usando redes de mosquitera y sin tener ningún tipo de formación. A esto se añade la responsabilidad del cuidado de las familias, en un entorno donde los servicios de salud y educación son prácticamente inexistentes.

En este proyecto se realizó un programa de formación en salud, con la metodología Health by All Means, basada en el concepto de OneHealth, que también ha permitido identificar las grandes dificultades a las que se enfrentan estas mujeres para hacer efectivo su derecho a la alimentación y los escasos conocimientos que poseen en cuanto a nutrición. Para la ejecución de este programa, contamos con la participación de la doctora Araceli Alonso, codirectora de la Cátedra Unesco de Género, Bienestar y Cultura de Paz y también codirectora de 4W-Streets (Transformación social para poner fin a la explotación y la trata con fines sexuales).

Proyecto Khessani

En la segunda fase de este programa se especializaron como promotoras de salud seis de las cooperativistas que, en la actualidad, ya trabajan expandiendo conocimientos a través de visitas a familias y campamentos de salud con las mujeres, especialmente adolescentes, para evitar enfermedades y embarazos no deseados y mejorar la salud comunitaria. Esta actividad que se ha prolongado durante casi dos años logró cohesionar a estas mujeres en torno a una problemática común.

El siguiente paso fue crear una cooperativa para poner en común el esfuerzo de la explotación sostenible de sus recursos naturales. Se realizaron asambleas para discutir los estatutos y aprobarlos. Y este fue el maravilloso momento en el que decidieron que nombre ponerle. Ellas nos sorprendieron emotivamente, le pusieron a la cooperativa el nombre de ‘Khessani’, que en guitonga significa ‘gratitud’. Nos quedamos sin palabras. Su actitud reflejaba un: «Gracias, habéis empujado para que esto se ponga en marcha, pero ahora es nuestro momento de tirar del proyecto. Vamos a ello».

Duna Lodge en Ihambane (Mozambique)

Empezaron a analizar las diferentes opciones de líneas de trabajo y, finalmente, se decidieron tres líneas de actuación:

  1. La creación de un aviario para el engorde de pollos en la localidad de Guinjata (ya construido con la financiación de la Diputación de Guipuzkoa).
  2. La fabricación de hielo en escamas para la conservación del producto pesquero en Paindane (todavía en intento de ejecución).
  3. La construcción de una instalación en tierra para el procesado de cangrejo y langostino en los manglares y futura instalación acuícola en las localidades costeras Nhaduga y Madava (proyecto de la FMxA recientemente aprobado por la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (Aecid)).

A través de Aecid, además, se ha obtenido la financiación para desarrollar esta tercera línea de la cooperativa, abarcando una solución sostenible a largo plazo, tanto para garantizar la seguridad alimentaria de las mujeres y la comunidad como la gestión sostenible del manglar, combinado con la promoción de una nueva ruta turística de naturaleza.

Cuando nos damos cuenta han pasado 20 años, el tiempo es relativo, las cosas caminan a su ritmo en África y hay que aceptarlo así, pero sentimos que cada pequeño pasito va dejando su poso. Y cada vez ellos y, en este caso, ellas, van ganado conocimiento y autoridad, así como la voluntad de transformar. Nosotros seguiremos provocando que se generen las condiciones para que puedan avanzar, pero ya son ellas las protagonistas.

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