La multinacional energética BP inició en 2020 un camino con el objetivo de transformar por completo la empresa, que busca pasar de ser una internacional petrolera a una internacional integrada de la energía. El cambio es sustancial y el objetivo ambicioso: convertirse en una empresa cero emisiones. Una transición radical que para Andrés Guevara, presidente de BP en España, «es totalmente indetenible, de igual forma que para la sociedad».
Durante los últimos dos años, asegura el directivo de origen venezolano, el trabajo de la delegación multinacional ha estado muy enfocado en llevar a cabo la transformación de un negocio meramente fósil -dominado por la refinería de Castellón y 1.300 estaciones de servicio en la península- a un negocio creciente de energías renovables y movilidad baja en carbono. Para ello planean apoyarse en el biocombustible, la electrificación de la movilidad y la producción a gran escala del hidrógeno verde.
«Es una oportunidad gigantesca para ayudar a nuestra empresa, pero también a la provincia en la que operamos, a España y también a Europa. En ese sentido, como equipo BP, estamos tremendamente orgullosos de haber logrado que España sea uno de los siete mercado prioritarios para la compañía en el mercado global. Eso pone a la Comunidad Valenciana en el centro de la transformación porque dos de nuestras tres refinerías están centradas aquí», asegura Guevara.
El capital humano, un recurso
Para la multinacional energética, España es uno de los países de la Unión Europea mejor posicionados para competir en el mercado de la producción de energía renovables. Las calidad y horas de sol al año -con una media de aproximadamente 2.500 horas anuales-, pero también la capacidad de generación de energía eólica o el potencial marino, juegan un papel fundamental a la hora de mostrarnos como un país muy competitivo en energías renovables.
Hemos invertido una gran cantidad de dinero, pero que a su vez ha generado 600 empleos directos y unos 2000 indirectos
Además del recurso natural, recuerda Guevara, la competitividad del capital humano es otro de los puntos fuertes de nuestro país. «Qué mejor ejemplo que nuestra refinería de Castellón, en la que hemos invertido una gran cantidad de dinero, pero que a su vez ha generado 600 empleos directos y unos 2000 indirectos. Además, la gran mayoría de estos profesionales, el 90%, están formados en la Comunidad Valenciana», explica Guevara.
Y añade: «Son empleados que de referencia dentro y fuera del grupo BP, con competencias y capacidades que son transferibles desde el mundo fósil al mundo de la energía descarbonizada. En esta competitividad radica la innovación necesaria para lograr una transformación energética exitosa».
HyVal, el clúster valenciano de BP
No es casualidad, asegura el empresario, que la energética haya escogido la Comunidad Valenciana, un territorio con una prolongada historia de competitividad y emprendimiento, como la punta de lanza de esta operación. La firma se adentra, explica Guevara, en «un mundo en el que no existen reglas o estándares, en el que las innovaciones que ocurren dentro del sector se están extendiendo a otros».
Ha sido precisamente la intención de llevar a cabo esta transición, junto a la necesidad de independencia de suministros, lo que ha llevado a la compañía a presentar a finales de febraro lo que han bautizado como HyVal. Según BP, será este Clúster del hidrógeno de la Comunidad Valenciana (HyVal), quien deba cumplir con el objetivo de impulsar y favorecer el desarrollo de la economía del hidrógeno renovable en la Comunidad Valenciana y contribuir a la transición energética de la región por medio de la colaboración público-privada.
«El clúster comienza con la descarbonización de las refinerías, continúa con la sustitución del hidrógeno gris por el hidrógeno verde. Con todo ello queremos triplicar la producción de biocombustibles que producimos en la refinería. No en vano, creemos que será el hidrógeno verde el que, eventualmente, sustituirá al gas natural en el sector de los azulejos…estamos en ello», asegura el directivo de la multinacional.
Hidrógeno «made in València»
HyVal, a través de la colaboración público-privada, integrará la producción de hidrógeno renovable a gran escala (al menos 200 MW de potencia instalada), su transporte y distribución y su consumo en diferentes sectores económicos (industria y transporte), facilitando así su descarbonización. En sucesivas etapas, la ambición de alcanzar hasta 2 GW de potencia instalada neta.
Guevara vislumbra pues un futuro -no muy lejano- en el que «el hidrógeno verde y sus derivados, que rápidamente se posicionan como alternativas a la electrificación, fluirán a través de la red de transporte de hidrógeno española hacia el resto de Europa. Un futuro en el que el hidrógeno verde «made in Valencia», llegue al resto de Europa».
La primera fase de HyVal requerirá hasta 2000 millones de euros y comenzará operaciones en 2025 y 2027, respectivamente
Y apostilla: «La colaboración entre distintos sectores sociales ayudará a asegurar que ocurra y podamos superar este gigante reto que tenemos ante nosotros. Esta visión aspira a instalar hasta dos GW de capacidad de electrólisis en el año 2030. Pero también consistirá en defender miles de empleos industriales de la región que hacen falta y que empresas como nosotros queremos realizar. Siendo concretos, la primera fase de HyVal requerirá hasta 2000 millones de euros y comenzará operaciones en 2025 y 2027, respectivamente.