Juan Llorca, el chef, ‘influencer’ y empresario que cocina sano para los niños
Juan Llorca empezó creando su propio restaurante con la intención de dar de comer a la gente comida sana y de calidad. Sin embargo, se dio cuenta de que, para cambiar las cosas realmente tenía que empezar por los más pequeños, así que aceptó trabajar como cocinero del Valencia Montessori School, el primer centro ‘Slow Food’, con una alimentación libre de procesados, refinados, azúcares, natural y de temporada. A día de hoy, es conocido por su labor como ‘influencer’ de la comida sana para los niños, ya tiene su propia marca registrada, es CEO de Kids Insiper Food y autor de los libros ‘Sin dientes y a bocados’ y ‘En boca de todos’.
Actualmente, Juan Llorca es creador del movimiento en redes sociales #PorUnaEscuelaBienNutrida que cuenta ya con numerosos seguidores. Un férreo defensor de la comida sana para los niños, afirma que es fiel a sus principios y vive con la convicción de que comer de manera sana puede ser una experiencia saludable, sabrosa y divertida. Ha asistido a la ‘Ftalks Food Summit 2021’ impulsado por ‘Km Zero Food Innovation Hub’, para seguir defendiendo la comida saludable, empezando desde los más pequeños.
- Eres cocinero de profesión, pero ¿cómo te decantaste por alimentación infantil?
Hace ya varios años decidí montar mi propio restaurante, que para mí era un sueño. Mi intención era intentar dar de comer lo mejor posible a todos lo que decidieran venir.
Cuando el restaurante empezó a despegar y ya iba muy bien, me propusieron trabajar como cocinero del ‘Valencia Montessori School’, pero en principio dije que no. Tras darle muchas vueltas y meditarlo, me di cuenta de que, si realmente quería cambiar la forma de comer, debía empezar por los niños. Los adultos ya estamos muy condicionados, pero los niños son como un libro en blanco. A raíz de esto empecé a trabajar con Melisa en el comedor y a contar en redes que hacer otro tipo de cocina en un centro educativo era posible.
- Eres un referente en la alimentación de los más pequeños y tus libros se han convertido en un imprescindible para quienes quieren aprender más sobre la alimentación infantil. Y Juan Llorca ya se conoce como ‘influencer’ de la comida sana para niños. ¿Te imaginaste que esto podría llegar tan lejos?
En absoluto. Al principio fue muy duro y no contaba nada en redes porque era todo muy incipiente. Pero cuando me di cuenta de que hacer otro tipo de cocina en un centro era posible, decidí que la gente debía conocerlo. Gracias a esto se me han abierto muchas puertas y he podido seguir trabajando en lo que más me gusta. Sin embargo, cuando me paran por la calle o me dan las gracias siempre digo que yo hago lo mismo que cualquiera, trabajo en el comedor de un cole cada día.
Pero para nada me imaginaba que llegaríamos hasta aquí. De hecho, el primero libro, ‘Sin dientes y a bocados’ lo escribimos Melisa y yo como un ‘ebook’. La editorial nos propuso escribirlo porque nos dimos cuenta que no había nada así.
- ¿Cuál dirías que es entonces la clave del éxito de Juan Llorca como empresario?
Para mí, la honestidad. Podemos pensar que igual no es una clave para ello. Pero sí, sin duda creo que va asociado a quién soy yo.
Además, hoy en día en redes puedes ganar mucho dinero vendiendo muchos productos. Sin embargo, para mí prima siempre ser fiel a lo que pienso. Y por eso he llorado rechazando propuestas muy buenas económicamente. Pero creo que mi honestidad es una parte que también demanda la gente a la que le gusta mi trabajo, porque saben que pueden fiarse de mí.
- ¿Qué supone ser el cocinero del ‘Valencia Montessori School’?
Llevo 27 años siendo cocinero y puedo afirmar que ha sido y es el proyecto más bonito que he tenido en mi vida. Es cierto que los dos primeros años fueron muy duros. Muchos días me iba a casa llorando porque los niños no comían, algunos pediatras me criticaban, los padres no lo entendían… Llegué incluso a preguntarme si había valido la pena meterme en aquel proyecto.
Pero me fui dando cuenta de que los niños poco a poco iban cambiando su percepción de la alimentación. Es un proyecto que me llena mucho más y me compensa con creces todo lo mal que lo pasé ese tiempo. Creo que es un lujo trabajar aquí, soy un privilegiado. Me han dado muchísima libertad y hay una filosofía detrás que lo refuerza. Hay un plan de sostenibilidad a nivel europeo, escuela verde, tenemos huerto de compostaje… Todo este sistema enriquece todavía más mi trabajo.
- Sois el primer centro con el sello ‘Slow Food’. ¿Qué implica este distintivo?
Es un sello internacional que únicamente se le da a la restauración. Se concede a aquellos que se comprometen a tener el máximo número de productos de su carta de cercanía, proximidad y locales. Yo decidí pedirlo para el centro, pero fue muy complicado porque éramos pioneros. Finalmente, tras mucho esfuerzo y trabajo, nos lo concedieron. Se trata de utilizar estos productos e incluso recuperar algunas variedades autóctonas que están desapareciendo.
- ¿Crees que este tipo de cocinas se podría trasladar a otros centros?
Si, claro. El problema no son los costes ni precios. El problema es la percepción de las familias frente al menú. La dificultad más grande siempre son las familias y cómo conciben el menú que van a comer sus hijos.
- ¿Crees que esta percepción está cambiando?
Te diría que sí y que no. Por un lado, sí, porque cada vez hay más restauración que trabajo en este sentido. Por lo tanto, la conciencia está ahí. Pero nos hemos dado cuenta de que en el asesoramiento de otros centros nos está costando mucho concienciar a las familias.
Esto ocurre porque lo que quieren los padres es que sus hijos coman, les da igual que lo hagan bien o mal, quieren que coman. De hecho, el 92% de los que vienen a consulta lo hacen porque sus hijos, aunque están sanos, están muy delgados. Sin embargo, el otro 8% lo hacen porque tiene sobrepeso. Esto pasa porque al final, si vemos que el niño come no nos preocupa tanto.
En este sentido sería fácil echar la culpa a agentes externos, pero lo cierto es que la decisión de lo que le damos de comer a nuestros hijos al final es nuestra, por lo tanto es una culpa a medias.
- ¿Cómo definirías a Juan Llorca como empresa? ¿Tenéis proyectos en mente?
Ahora mismo es una marca registrada. Hacemos desde libros a conferencias, asesoramiento para empresas, para colegios, cursos online… Es una marca que ha surgido de mucho esfuerzo y trabajo en el día a día.
Ahora mismo estamos preparando ya un restaurante con un concepto nuevo de restauración para 2022 en Valencia y vamos a sacar un potito con mi nombre y con ingredientes base de mi cocina.
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