Hasta hora, las madres autónomas tienen derecho a una baja maternal durante las 16 primeras semanas desde el nacimiento de su hijo, cobrando el 100% de la base de cotización. Además, podían optar a una bonificación en el IRPF de 1.200 euros.
Conciliar la vida familiar y la laboral es complicado para cualquier trabajador, y como los horarios y costumbres que tenemos en España todavía más. Pero para un autónomo es todavía más complicado debido al tipo de trabajo que desarrolla y a que trabaja para sí mismo.
La nueva medida para la conciliación
El objetivo de la nueva medida es doble, por un lado, ayudar a los padres autónomos a conciliar su vida familiar y laboral sin que se vea afectado el negocio y poder dedicarse a cuidar a sus hijos; y, por otro lado, fomentar la contratación y la creación de puestos de trabajo.
Esto se consigue mediante la reducción de la jornada laboral a la mitad, de forma que el trabajador autónomo tendría que contratar a una persona.
Para ello se bonificará el 100% de la cuota de autónomos por contingencias comunes durante 12 meses a los freelance que soliciten esta medida y si se encuentran en alguna de las siguientes situaciones:
- Si la madre o padre autónomo tiene un hijo menor de 7 años.
- Si la madre o padre autónomo tiene un familiar de hasta 2º grado en situación de dependencia.
- Esta medida solo se podrá solicitar una vez para el mismo hijo, no obstante, sí se podrá solicitar en caso de tener otro hijo menor de 7 años o por otro familiar.
La conciliación en España
La mayor parte de las jornadas reducidas en España son solicitadas por mujeres y lo mismo ocurre con los trabajos a tiempo parcial, puesto que son las mujeres las que intentan conciliar la vida familiar y laboral.
Pero la conciliación no debe suponer trabajar menos sino hacerlo de forma más eficaz. Se trata de buscar un equilibrio entre el empleo y los intereses de los trabajadores. De hecho, uno de los aspectos mejor valorados a la hora de buscar trabajo es la flexibilidad laboral. La conciliación, se puede logar a través de horarios flexibles, jornadas reducidas en determinados periodos del año, servicios de guardería a los trabajadores etc.
El caso de los autónomos
Un autónomo tiene su día a día mucho más difícil porque los ingresos dependen de que trabaje, por lo que la triste realidad es que no se puede poner nunca enfermo, es complicado coger vacaciones y no puede apagar nunca el teléfono o dejar de contestar los correos.
Aparte de la medida adoptada por el gobierno, a un autónomo que pretenda conciliar su vida laboral con la familiar no le queda más remedio que planificar rigurosamente su día a día e intentar buscar momentos para sí mismo y para su familia.
Es una cuestión de priorizar y de saber qué es urgente y qué no lo es, de dar importancia a nuestra vida y a nuestra familia por encima de nuestra empresa y aprender a conjugarlos de la mejor manera posible.