«Queremos situarnos en los 50 millones de formalización de avales en el medio plazo»
Hace tres años desde que Cristina Alemany tomara la batuta de la Sociedad de Garantía Recíproca de la Comunitat Valenciana, ahora Afín SGR, para revertir la situación de la compañía tras la crisis y convertirla en un referente para la ayuda a las pequeñas y medianas empresas valencianas en su búsqueda de financiación. Hablamos con la directora de Afín SGR sobre la actual situación de la sociedad.
-¿Qué balance hace de estos tres años al frente de Afín SGR y cómo ha logrado revertir la situación en la que se encontraba?
-Han sido tres años de trabajo muy intenso donde el apoyo institucional y concretamente la implicación que está teniendo en todo este proceso el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) ha sido fundamental. Así como el soporte de un consejo de administración muy profesionalizado.
De hecho, el primer hito que tenemos que resolver en el momento en que tomo la dirección de la compañía es novar el contrato de reestructuración que teníamos. Esa novación, con el apoyo de la Generalitat, permite empezar una nueva etapa, porque supone salir de una situación de probablemente incumplimiento en la devolución de la deuda y de inactividad.
A partir de la firma de la novación del acuerdo de reestructuración, es el acuerdo con el pool bancario, ya nos centramos en gestionar los dos aspectos fundamentales de nuestro plan estratégico.
Uno es el desarrollo de negocio, de actividad avalística, y otro es el de sanear la compañía de una forma definitiva. El acuerdo de novación lo que nos da es pie a poder cumplir con ese plan de negocio, pero deja a la compañía con una deuda importante y hay que resolverla.
-En este sentido, ¿en qué situación se encuentra la compañía?
-En el momento en el que entro en Afín SGR se toman varias medidas compaginadas para conseguir que esta sea una empresa en funcionamiento, porque si no hay actividad avalística no hay sociedad de garantía reciproca como tal.
Se firman convenios con entidades financieras y con asociaciones empresariales. En el primer caso, las entidades financieras son nuestro brazo financiero, es decir, es necesario tener esos convenios para poder avalar al socio en el acceso a la financiación, ya que el préstamo lo da el banco.
En el caso de las asociaciones empresariales, se adopta esa firma de convenios como medida para la difusión de nuestro producto. La difusión de que somos una compañía útil para el tejido empresarial valenciano.
Además se toman otra serie de medidas como es el cambio, lo que es la nueva marca, que lanzamos al mercado y que lleva aparejado una nueva forma renovada de trabajar con nuestros socios y también la realización de campañas para incrementar nuestra notoriedad.
Todo esto que ha permitido que en el 2017 se alcance una cifra de negocio de 5,1 millones de euros, frente al millón y medio del año anterior. Este crecimiento se consolida en 2018 donde nos vamos a 14,5 millones de nuevo riesgo y a fecha actual, en 2019, ya hemos superado los 17,5 millones de formalización. Son hitos muy importantes.
-¿Qué me dice del saneamiento de la entidad?
-El otro objetivo que teníamos es el saneamiento de lo que es la deuda. Es fundamental para nosotros reducir el endeudamiento bancario y sanear la entidad porque lleva aparejada la recuperación de la confianza de la banca. Esa confianza necesaria para que sean nuestros brazos financieros y conseguir que nuestro aval sea útil para el tejido valenciano empresarial. Permitir que con nuestro aval el empresario tenga acceso a la financiación en condiciones competitivas.
Con la firma de la novación del acuerdo marco de reestructuración de nuestra deuda con el pool bancario, el endeudamiento bancario que venia asociado a esta reestructuración y que era de 370,3 millones a cierre del 2016, se reduce a 123,9 millones al hacer el vencimiento anticipado del aval de la Generalitat y cobrar los reavales que habían pendientes a cierre del 2016.
Eso se consigue en el 2017 y toma firmeza el acuerdo de novación. A partir de ahí seguimos trabajando intensamente en realización de activos, recuperaciones… y eso nos ha permitido seguir amortizando deuda. De hecho, en el 2018 amortizamos 38,9 millones y en el 2019 ya hemos amortizado 18,6 millones.
Afín SGR pasa de tener una deuda de 370,3 millones en 2016 a 66,9 millones en lo que va de año
Es decir, que de los 123,9 millones que a cierre del 2017 teníamos y que ya había supuesto una reducción muy sensible con respecto al 2016, ahora nuestra deuda bancaria está asociada a esa reestructuración, está en 66,9 millones. Es decir, el esfuerzo ha sido muy importante.
Con ello hemos conseguido reducir el resultado negativo de la sociedad que estaba en 11 millones en 2016, a 4,6 millones en 2017 y 4,2 millones en 2018. Lo que esperamos es volver en breve a la senda del beneficio.
Por eso nuestro empeño es seguir realizando activos, porque lleva aparejado una minoración significativa de costes de gestión de los mismos; reducir la deuda bancaria, porque supone una disminución de los gastos financieros, y por supuesto, potenciar el crecimiento de la actividad avalística que es fundamental y que nos permita llegar a unos 300 millones de riesgo vivo, que es lo que queremos conseguir en el medio plazo y así alcanzar nuestro punto de equilibrio.
-¿Cuántas empresas son beneficiarias?
-Estamos hablando de 17 millones a un importe medio de 100.000, serían una media de 170 socios que se han beneficiado este año. En el 2018 avalamos 184 empresas y en 2019 estamos ya en 206 a fecha del 19 de julio. Hemos informado a más de 3.000 empresas y hemos recibido solicitudes por 717 empresas.
-El objetivo es la formalización de avales por valor de 30 millones…
-Para este ejercicio sí. De hecho, ya llevamos 17 y nuestro objetivo es alcanzar los 30 millones. Pero queremos continuar con la senda de crecimiento y situarnos en el orden de los 50 millones en el medio plazo, de formalizaciones. Eso implicaría situarnos al nivel de la media de las otras SGR de las otras comunidades.
No podemos ser una sociedad de garantía reciproca pequeña teniendo en cuenta lo que es el mercado de la Comunitat Valenciana y el tejido empresarial. Tenemos que estar situados entre las medianas y eso implica formalizar anualmente 50 millones y ahí es donde está nuestro objetivo a medio plazo. Este año 30 y seguir creciendo hasta lograr los 50.
-¿Qué características tienen las empresas a las que avalan?
-En 2019, centrándome en las formalizaciones de este ejercico, el 38% de los avales que se han concedido es a autónomos, un 39% a empresas de menos de 10 trabjadores y el 23% restante son empresas de mayor tamaño.
Para nosotros esto es fundamental, porque lo queremos es llegar al pequeño empresario que es el que tiene mas dificultades de conseguir esa financiación en condiciones competitivas y es donde consideramos que es útil nuestra labor.
Dentro de lo que es las formalizaciones, además decirte que el 38% son avales son a empresas que llevan menos de dos años funcionando. Tenemos ahí un nicho de mercado y estamos cubriendo un defecto que hay para el emprendedor, para el que inicia un negocio.
Con nuestro aval lo que consiguen es adecuar la financiación a sus necesidades. A su capacidad de devolución de la deuda. Esa es una de las ventajas que tienen con nosotros.
-Como muestra de confianza, ¿la banca vuelve a ser el principal catalizador de operaciones?
-La banca, cuando reactivamos la sociedad en 2016, su porcentaje de prescripción era nulo. A raíz de la firma de la novación del contrato marco pasa a tener un peso en la prescripción de avales formalizados que no llega al 10%. A partir del momento que se firma esa novación y de las gestiones realizadas con ellos y de la reducción del endeudamiento, que todo va aparejado, se ha conseguido incrementar ese porcentaje en 2018 a un 40% y en el 2019 estamos en un 44%.
Frente a otras Sociedades de Garantía Recíproca de las comunidades, en las que la prescripción bancaria rondará entre el 70 y 80%, nosotros no queremos alcanzar ese porcentaje. Queremos situarnos en un 50-60%, porque queremos crecer en todo lo que son nuestros canales de prescripción y porque creemos que tenemos la responsabilidad de dirigirnos directamente al empresario y al autónomo y ofrecerles nuestros servicios.
-¿Cómo va la recuperación de socios y la firma de convenios?
-Nosotros en estos momentos tenemos convenio de colaboración con las principales entidades bancarias. Tenemos con Bankia, Banco Sabadell, Caixabank, BBVA, Abanca, Ibercaja, estas dos últimas han entrado en 2019. Tenemos con Banco Corporativo Español y las cajas rurales asociadas entre las que se encuentra Caja Rural Central, con la que funcionamos bien.
También tenemos a Caixa Ontinyent casi desde el principio. Incluso MytripleA y Connectual, que no son entidades bancarias pero sí brazos financieros. También podemos avalar las líneas del IVF que están destinadas al ámbito de la pequeña empresa. Y nuestro aval también se puede representar en garantía del CDTI.
En definitiva, tenemos una diversidad de producto gracias a estos convenios de colaboración que lo que nos permite es adecuar la financiación de nuestro cliente, de nuestro socio a sus necesidades.
-Por último, ¿en qué aspectos están poniendo mayor interés para no caer en errores del pasado? ¿Se evita algún sector? ¿Sectores más beneficiados por el momento?
-Nuestro mayor interés está en la diversificación del riesgo y cuando hablamos de diversificación del riesgo lo hacemos desde dos vertientes. Una en el importe concedido a cada titular de forma que cumplamos con los límites que nos establece CERSA, la compañía de refinanciamiento, y consigamos con la formalización de los avales el máximo reaval posible. Y dos a nivel sectorial, vigilamos que ningún sector represente más de un 15% del riesgo vivo.
En este sentido, de las formalizaciones realizadas a partir del 2016 hasta la fecha, ningún sector ha superado el 8%. Tenemos alimentación, bebida y tabaco con un 7,83%, programación y consultoría informática con un 7,67%, hostelería un 7,15%, transporte y actividades anexas un 6,20%, automoción, comercio y reparación representan el 4,16%…
Como sectores excluidos en base a estas políticas de consecución de máximo reaval, podemos hablar de que no podemos financiar a empresas que no tengan trabajadores, nosotros buscamos el crear empleo; no podemos avalar al sector promotor, el contrato del reaval no lo cubre; y dentro del sector del transporte de mercancías por carreteras, no podemos avalar la adquisición de la compra del vehículo.
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