Vicente Lafuente critica que se legisle "a golpe de real decreto": "Nos sentimos intimidados quienes defendemos a las empresas"

El nuevo presidente de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), Vicente Lafuente, comienza a definir las líneas maestras de la organización que dirigirá durante los próximos cuatro años. Su objetivo: construir una CEV más vertebrada territorialmente, «poco presidencialista y más coral», en la que todos los territorios y sectores se sientan representados.

Así lo ha manifestado este miércoles durante un encuentro celebrado en la sede de la patronal en València, organizado por Cadena SER, y conducido por el director de la emisora en la Comunitat Valenciana, Bernardo Guzmán.

Durante la sesión, Lafuente ha abordado algunos de los principales temas de actualidad, ha hecho un llamamiento a la estabilidad política y ha advertido de la creciente «precarización» que sufren las pequeñas, la microempresas y los autónomos.

En su intervención, ha insistido en la importancia del diálogo social, aunque se ha mostrado especialmente crítico con su funcionamiento a nivel nacional y con la posición de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. «Nos sentimos intimidados quienes defendemos a las empresas. No se puede tratar igual a las compañías del Ibex que a las pequeñas y medianas empresas», ha advertido.

La salida de Salvador Navarro

Sobre su elección como presidente y la salida de Salvador Navarro, Lafuente ha considerado que se trata de «un proceso lógico de sustitución dentro de una organización empresarial». Ha reconocido que «chocó un poco» que, en un primer momento, Navarro mostrara su predisposición a continuar como presidente y que posteriormente decidiera retirarse, aunque ha garantizado que «no ha habido ninguna injerencia política» en este relevo.

Respecto a la nueva etapa que se abre en la CEV, el recién elegido presidente ha asegurado que su objetivo es llegar tanto a las grandes como a las pequeñas empresas, y construir una «organización que funcione de abajo arriba».  A su juicio, las organizaciones provinciales deben contar con «la máxima autonomía posible y la mayor capacidad de decisión dentro de unas normas generales».

Organizaciones empresariales y sindicatos están «más cerca que nunca»

Ante los debates actuales del diálogo social, como el absentismo laboral, la subida del salario mínimo o la reducción de la jornada, Lafuente ha subrayado que es necesario «generar salud en las empresas». «Hay unas palabras que deben guiarnos: empresas, productividad y competitividad», ha señalado.

«Nos estamos haciendo trampas al solitario en el diálogo social a nivel nacional. Cuando un partido se inclina hacia la izquierda y otro hacia la derecha, los agentes sociales, sindicatos y organizaciones empresariales, deberíamos estar mucho más unidos. Tenemos que analizar qué necesita la empresa, debatirlo cada día y ser capaces de generar más unión», ha destacado. Además, ha añadido que las organizaciones empresariales y los sindicatos están «más cerca que nunca».

En este punto, y en una alusión indirecta a la vicepresidenta Yolanda Díaz, ha criticado que «no se puede legislar a golpe de real decreto». «Nos sentimos intimidados en este momento quienes defendemos a las empresas. No se puede tratar igual a las compañías del Ibex que a las pequeñas y medianas empresas», ha recalcado.

En el plano autonómico, Lafuente ha avanzado que «en breves» se sentará con los líderes sindicales y que la próxima semana lo hará con el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, con quien ha dicho tener «una relación personal muy buena».

Críticas a Yolanda Díaz

Respecto a la reducción de la jornada laboral, el presidente de la CEV considera que las 37 horas y media «no las asume del mismo modo una gran industria que un pequeño comercio». «A mí me duele cuando desde el Gobierno se dice que no hemos querido sentarnos a hablar, cuando desde mi puesto en la CEOE hemos estado trabajando, hemos hecho propuestas y, al final, no hemos llegado a ningún acuerdo», ha lamentado.

Preguntado directamente por su opinión sobre Yolanda Díaz, ha expresado su respeto «por lealtad institucional», aunque ha considerado que la ministra «se equivoca mucho al no tener en cuenta a todo el empresariado». «Para mí, la democracia consiste en esforzarse por entender a quien piensa diferente y en llegar a acuerdos. Una persona que no intenta alcanzar consensos y actúa desde la imposición, a mí me cuesta entenderla», ha señalado.

Lafuente ha subrayado que los trabajadores deben tener «salarios justos», especialmente porque «el gran activo que tiene una empresa es la gente que trabaja en ella». «Me duele muchísimo, más que los reales decretos de la ministra, cuando se arroga el mérito de ser quien defiende a la clase trabajadora, cuando en realidad somos los empresarios, sobre todo los de pymes, quienes estamos día a día con los trabajadores y nos preocupamos por las personas», ha expresado.

¿La economía española va bien?

Lafuente ha opinado que la economía española «en términos de cifras va bien», pero ha advertido de que se está produciendo «una polarización de la economía», en la que las grandes empresas continúan creciendo mientras que las pequeñas, las microempresas y los autónomos «están entrando en una fase de precarización importante». En este sentido, ha señalado que «son precisamente ellos quienes más necesitan del apoyo de las organizaciones empresariales».

Ante la acuciante falta de trabajadores que experimentan muchos sectores, ha considerado que «la inmigración ordenada ha desempeñado un papel importante». Asimismo, ha puesto el foco en los jóvenes, señalando que «existe un gran problema de falta de motivación». «No pueden acceder a un proyecto de vida ni a una vivienda, y eso desmotiva mucho. Me preocupan especialmente los casos de absentismo y las bajas por depresión en menores de 30 años, que están aumentando de manera exponencial», ha indicado.

Ha reivindicado, además, «la figura del empresariado», que, a su juicio, se refuerza «gestionando con valores», con el fin de «defender todo lo que haya que defender y denunciar todo lo que sea necesario». En esta línea, se ha referido a los casos de economía sumergida o malas prácticas que pueden producirse en algunas empresas, subrayando que los empresarios deben «transmitir la imagen de sociedad que queremos proyectar».

«Las empresas, dentro de esa responsabilidad, tenemos que pagar impuestos, pero no podemos hacer inviable a la empresa», ha afirmado. «Yo estoy dispuesto a pagar todos los impuestos que haga falta, siempre y cuando se gestionen adecuadamente», ha añadido.

Llamada a la «estabilidad» política

En el plano político, al ser preguntado por las negociaciones entre el PP y Vox para investir a un nuevo president de la Generalitat, ha descartado pronunciarse sobre si prefiere un nuevo presidente o la convocatoria de elecciones autonómicas. «La CEV necesita estabilidad en la sociedad, porque detrás de nosotros hay inversiones y necesitamos estabilidad política, venga de donde venga», ha recalcado.

Ha afirmado desconocer si con el nuevo candidato propuesto por el PP, Juanfran Pérez Llorca, disminuirá la polarización política, pero ha pedido a los partidos «altura de miras», especialmente en un momento en que muchas personas aún intentan recuperarse de la DANA de octubre de 2024. «La sociedad está cansada de esta polarización», ha sentenciado.

En cuanto a la financiación autonómica, ha recordado que se trata de un problema que lleva muchos años intentando resolverse y para el que «no ha habido interés en solucionarlo». Aun así, ha señalado que desde la patronal «no podemos hacer más» y que «la solución última pasa por la política». «Depende de los partidos valencianos que están en Madrid, que podrían actuar como bisagra. Si una vez allí no aprovechamos el efecto Comunitat Valenciana, más allá del pataleo, poco más vamos a poder hacer», ha concluido.

Una organización más vertebrada y poco presidencialista

Lafuente también se ha pronunciado sobre la relación con otras entidades, como las cámaras de comercio, AVE o Feria Valencia, con las que ha asegurado que tratará de coordinarse y estrechar la colaboración. «Creo que todos somos necesarios. AVE agrupa a las empresas quizá más importantes en tamaño de la Comunitat Valenciana; tienen un efecto tractor sobre las pymes, y queremos sentarnos con ellos para ver cómo aprovechar esa posición de liderazgo», ha apuntado.

Respecto a cómo afectará su nombramiento como presidente de la CEV a su papel al frente de Femeval, ha afirmado ser «muy metódico en los tiempos y en las formas», y se ha dado un plazo de «dos o tres meses para hacer las cosas bien hechas». «No tengo ansiedad por ocupar todos los sillones del mundo, no soy así», ha subrayado, destacando que la transición dentro de la Federación se realizará «como Dios manda».

En cuanto a cómo imagina la CEV dentro de cuatro años, ha apostado por una «organización plenamente vertebrada, en la que todos los territorios sientan un verdadero sentimiento de pertenencia», que sea «poco presidencialista» y «con una visión de la sociedad que respete los valores y los principios».