Jorge Lloret (Hispagan): «Nuestro mayor valor es nuestro equipo humano»
Treinta años después de su fundación, Hispagan mira al futuro con la certeza de que su mayor fortaleza está en su gente: un equipo comprometido, cercano y capaz
Encarna Lloret, responsable de Ventas, y Jorge Lloret, CEO de Hispagan. Imagen: Nacho Morata.
Treinta años después de su fundación, Hispagan celebra su aniversario como ejemplo de cómo un negocio familiar puede crecer, profesionalizarse y competir al más alto nivel en uno de los sectores más exigentes de la economía: el transporte internacional.
La historia de Hispagan es la continuación de una visión pionera que comenzó mucho antes. En los años 70, el padre de nuestro entrevistado ya abría rutas por Europa, cuando muy pocos transportistas españoles se atrevían a cruzar fronteras. Ese espíritu inconformista marcó el rumbo de una empresa nacida con la convicción de que la cercanía, el compromiso y la seriedad de una pyme podían competir con los grandes cargadores europeos.
Hoy, mientras afronta retos como la digitalización, la sostenibilidad o la expansión internacional, Hispagan mira al futuro con la misma determinación que la ha guiado siempre. Y lo hace con la certeza de que su mayor fortaleza está en su gente: un equipo comprometido, cercano y capaz, que ha demostrado que rendirse jamás fue una opción.
Su mayor valor es ese equipo humano, auténtico motor de todos sus logros y que la compañía impulsa con planes de formación y promoción interna. «Estamos convencidos de que solo creciendo juntos podemos seguir avanzando y marcando la diferencia en un sector en constante transformación», corrobora Jorge Lloret, CEO de Hispagan.
Tres décadas de Hispagan
– Hispagan cumple 30 años. ¿Qué recuerdas de aquellos inicios? ¿Qué necesidad concreta del sector queríais cubrir cuando se fundó la empresa?
Recuerdo aquellos inicios con una mezcla de ilusión, responsabilidad y muchas ganas de hacer las cosas bien. Venimos de una familia de transportistas; nuestro padre ya fue un pionero en su época. Empezó en los años 70 llegando a ser de los primeros transportistas nacionales tanto con camiones frigoríficos como con camiones lona que transportaban a toda Europa.
Él nos enseñó el oficio desde dentro, con rigor, constancia y visión de futuro. Pero, sobre todo, nos transmitió una lección fundamental: que en este sector –como en la vida– uno no puede rendirse jamás. Nos enseñó que, ante las dificultades, hay que levantarse, buscar soluciones y seguir adelante con determinación. Esa mentalidad de esfuerzo constante, de no bajar los brazos nunca, ha sido una guía en todo nuestro recorrido.

Encarna Lloret, responsable de Ventas, y Jorge Lloret, CEO de Hispagan. Imagen: Nacho Morata.
Cuando fundamos Hispagan en 1995, queríamos dar continuidad a la herencia familiar, pero con un enfoque más profesional y adaptado a las necesidades del momento. Apostamos por los camiones lona y por una gestión más estructurada, sin perder la esencia del transporte familiar. El objetivo era claro: demostrar que una empresa familiar podía trabajar con estándares profesionales y estar a la altura de los grandes cargadores europeos. Esa fue nuestra motivación desde el principio.
– ¿Cuál dirías que ha sido la clave para mantenerse y crecer durante tres décadas en un sector tan competitivo y cambiante como es el transporte? ¿Era muy diferente el sector hace 30 años?
La clave ha sido tener siempre los pies en la tierra, sin perder la visión a largo plazo. Saber leer el mercado, adaptarse a los cambios y rodearse de personas comprometidas con el oficio. El sector ha cambiado radicalmente: hace 30 años se operaba con teléfono fijo, fax y muchas horas al volante. Hoy hablamos de sistemas de gestión, geolocalización, trazabilidad y planificación milimétrica. Pero algo no ha cambiado: la exigencia del cliente y la necesidad de cumplir con responsabilidad. Ahí Hispagan ha sabido mantenerse fuerte.
– ¿Qué valores o filosofía creéis que os han permitido consolidar relaciones duraderas con clientes y colaboradores?
Los valores que nos han guiado desde el primer día han sido el compromiso, la honestidad, la seriedad en la gestión y el respeto por el oficio. Son valores heredados de generaciones anteriores, profundamente arraigados en nuestra cultura familiar y empresarial. Con los años, hemos incorporado nuevos pilares a nuestra forma de trabajar: la eficiencia operativa, la mejora continua de procesos y la formación constante. Tenemos una estrategia enfocada en la mejora continua de nuestro equipo.
De hecho, gran parte de nuestros líderes han sido formados internamente, dentro de nuestra propia cultura, y todos ellos cuentan con un plan de carrera personalizado. Este es uno de nuestros mayores logros: conseguir que las personas estén siempre en el centro de la empresa. Siempre le hemos dado mucha importancia a mantenernos fieles a nuestros orígenes y a no renunciar nunca a la cercanía con el cliente. Esa combinación es la que nos ha permitido construir relaciones que, hoy con orgullo, cumplen ya varias décadas.
– ¿Cómo ha evolucionado la cartera de servicios de Hispagan desde sus primeros años hasta hoy?
En sus inicios, Hispagan ofrecía exclusivamente servicios de transporte internacional terrestre con flota propia, centrados principalmente en la carga completa. Hoy mantenemos esa misma esencia, pero con un mayor nivel de especialización y una cobertura mucho más amplia. Gestionamos una flota de más de 100 camiones tautliner, con servicios orientados a sectores industriales exigentes, así como de e-commerce, retail, pharma, grupaje y mercancías de alto valor. Nuestra operativa está optimizada para garantizar puntualidad, trazabilidad y control documental.
Además, ofrecemos al cliente soluciones adaptadas como remolques en stand-by, camiones con doble conductor, entre otros servicios personalizados. Esa es nuestra base, y sigue siendo nuestro núcleo.
– ¿Qué diferencia a Hispagan de otras empresas del sector?
Nos diferencia la gestión rigurosa de medios propios, el profundo conocimiento del sector y una cultura de empresa forjada sobre la responsabilidad y la cercanía. No somos una empresa más de transporte: somos un socio operativo que entiende los tiempos, las necesidades y los riesgos del cliente. El valor añadido es precisamente esa capacidad de cumplir de manera constante, con soluciones estables, ajustadas y con interlocución directa.
– Habéis crecido mucho en ‘poco’ tiempo.
Nuestro crecimiento ha sido sostenido en el tiempo, no fruto de una expansión puntual. Las claves han sido la experiencia en la gestión de flota y de personal, una sólida cultura del esfuerzo y la capacidad de tomar decisiones con visión empresarial. Hemos invertido en medios propios, en formación y en sistemas de control, sin perder nunca el trato humano ni el rigor que nos caracteriza.

Contamos con un equipo en constante desarrollo, que crece dentro de la empresa asumiendo nuevos roles y, en muchos casos, convirtiéndose en líderes y referentes para las nuevas generaciones que se incorporan a la organización.
Este desarrollo interno ha sido esencial para consolidar un modelo de crecimiento sólido y coherente con nuestros valores. Como resultado, hemos duplicado nuestras ventas en solo cuatro años y prevemos superar los 20 millones de euros de facturación este ejercicio.
El nacimiento de Monsala
– A finales de 2021, nace Monsala. ¿Qué detonó realmente la decisión de crearla?
Monsala nace en honor a nuestro padre: Mon, que significa ‘mundo’ en valenciano, y Sala, su apodo de toda la vida. Un nombre que representa nuestras raíces y nuestra forma de entender el negocio: con visión amplia, pero siempre con los pies en la tierra.
La creación de Monsala responde tanto a ese homenaje como a la incorporación de mi hermana Encarna a principios de 2022. Es el resultado de una combinación muy sólida: por un lado, la experiencia consolidada en la gestión de flota, operaciones y equipos; por otro, su llegada tras una larga trayectoria en una multinacional del sector logístico, que supuso un punto de inflexión.
Encarna aporta una visión renovada, orientada al desarrollo de grandes cuentas, a la especialización en sectores concretos y a una gestión más transversal e innovadora. Monsala no es fruto de la improvisación, sino de una evolución natural y meditada: un proyecto que se había estado gestando durante años y que tomó forma en el momento justo, con el equipo y la visión adecuados.
– Monsala nace con un enfoque claro en internacionalización, competitividad y sostenibilidad.
Son los tres vectores que marcarán el futuro del sector logístico. La internacionalización era imprescindible para acompañar a clientes que ya operan globalmente. La competitividad, porque los márgenes son cada vez más ajustados y se necesitan propuestas diferenciadas. Y, la sostenibilidad, porque ya no es opcional: es un factor de decisión para muchos clientes, y un compromiso ético y operativo. Detectamos que muchas empresas no lograban combinar estos tres ejes de forma coherente. Monsala nace precisamente para cubrir ese vacío, con una propuesta clara, eficiente y alineada con los nuevos tiempos.
De Gandia al mundo
– ¿Cómo fue vuestro proceso de internacionalización?
Nuestro foco ha estado siempre en el transporte internacional terrestre. La internacionalización no fue una opción, sino una consecuencia natural del tipo de servicio que ofrecemos. Comenzamos con carga completa (FTL), que sigue siendo nuestro eje principal, y lo que nos permitió crecer fue una atención constante a las necesidades de los clientes, incluso cuando implicaban adaptaciones específicas para cada país o ruta. A partir de este año, además, incorporamos el grupaje terrestre a Europa, ampliando así nuestra capacidad para ofrecer soluciones más flexibles y ajustadas a empresas que no operan siempre con carga completa.
– Como expertos en internacionalización, ¿cuáles son los mayores errores o mitos que rodean la idea de ‘salir al exterior’?
Uno de los errores más frecuentes es pensar que basta con tener un camión disponible o una tarifa competitiva. La internacionalización en transporte requiere algo más: conocimiento normativo, control documental, capacidad de reacción, idiomas y, sobre todo, anticipación. También hay que desterrar el mito de que todos los países europeos operan igual: la logística sigue siendo muy local, incluso en un marco comunitario.
– ¿Qué países o regiones veis hoy como mercados especialmente interesantes?
Seguimos viendo gran potencial en Benelux, Reino Unido, Alemania, Italia, así como países del Este como Polonia, Bulgaria o Croacia, tanto para carga completa como para el grupaje.
– Con tensiones geopolíticas cada vez más imprevisibles, ¿cómo se ayuda a una empresa a diversificar riesgos y no perder competitividad?
La clave está en la diversificación de rutas, el control en la distribución de la facturación y la solidez de nuestra red de proveedores. No dependemos de ningún cliente que suponga más del 10 % de nuestra facturación total, ni de ningún país que represente más del 20 % de nuestros envíos. Esta diversificación comercial y geográfica refuerza nuestra capacidad de adaptación y reduce la exposición al riesgo. Además, el apoyo puntual en transporte intermodal nos permite ofrecer soluciones alternativas cuando ciertas rutas terrestres se ven afectadas, sin comprometer ni los plazos ni la calidad del servicio. La flexibilidad, en nuestro caso, no es solo una ventaja: es una herramienta clave para garantizar continuidad y estabilidad.
– En un contexto global marcado por tensiones geopolíticas, guerras y bloqueos logísticos, ¿cómo están afectando estos factores a vuestra actividad?
Más que ralentizar, nos han obligado a ser más ágiles. Planificamos mejor, comunicamos más y tomamos decisiones logísticas con mayor previsión. A pesar de las incertidumbres, el transporte terrestre internacional sigue siendo una necesidad clave para muchas empresas. Nuestra misión es garantizar que su cadena de suministro siga funcionando, sin sorpresas.
RSC y Sostenibilidad
– ¿Cómo integráis la responsabilidad social corporativa y la sostenibilidad en la estrategia y operaciones diarias?
En nuestra empresa entendemos la sostenibilidad como un compromiso integral que abarca tanto el ámbito medioambiental como el social. No se trata de una acción aislada, sino de una forma de trabajar y de estar presentes en nuestro entorno. En el plano social, colaboramos activamente con el equipo de baloncesto Units Pel Bàsquet de Gandía, con quien compartimos valores fundamentales como el trabajo en equipo, el esfuerzo y el compromiso, que también guían nuestra actividad empresarial.

Oficinas de Hispagan. Imagen: Nacho Morata.
Asimismo, apoyamos a la Asociación AFNADAH, una entidad sin ánimo de lucro que trabaja con familias y personas con trastornos del neurodesarrollo como el TDAH, TEA o la dislexia. Nuestra colaboración con ellos va más allá del apoyo económico: participamos en talleres, actividades formativas y de sensibilización que fomentan la inclusión y el acompañamiento. Nuestro compromiso está, sobre todo, con quienes más lo necesitan, porque entendemos la responsabilidad social como una parte esencial de nuestro propósito: crecer como empresa sin perder de vista nuestro impacto en la comunidad.
En cuanto a la sostenibilidad medioambiental, la entendemos como una inversión con retorno: mejora la eficiencia operativa, refuerza la reputación de marca y se ha convertido en un factor decisivo en licitaciones y negociaciones. Las empresas que lo han comprendido ya no la consideran un valor añadido, sino parte estructural del modelo de negocio. En nuestro caso, formamos parte del Club de Empresas Responsables y Sostenibles de la Comunidad Valenciana, y renovamos anualmente las certificaciones como la ISO 14001:2015 y la IFS Logistics, y somos socios de pleno derecho de UNO Logística.
– ¿Creen que el sector logístico español está preparado para afrontar la transformación verde y digital que exige la UE?
Hay empresas que han asumido este cambio como una oportunidad y otras que aún lo ven como una imposición. El desafío está en ayudar a que el cambio sea accesible, especialmente para las pymes. Para lograrlo, necesitamos colaboración público-privada, inversión en infraestructuras y un marco regulatorio estable y coherente.
– ¿Qué papel creéis que debe jugar la Administración pública para que la transición verde sea también competitiva y justa para las pymes?
La Administración debe actuar como facilitador, no solo como regulador. Subvenciones, incentivos fiscales, formación técnica, digitalización accesible y apoyo a la renovación de flotas son medidas imprescindibles. Si no se tienen en cuenta las particularidades de las pymes, corremos el riesgo de que la sostenibilidad se convierta en una barrera competitiva en lugar de una oportunidad compartida.
Digitalizar la logística
– ¿Qué tecnologías consideráis clave para modernizar la logística en España?
Sin duda, la digitalización de procesos, la trazabilidad en tiempo real, la inteligencia de datos y los sistemas predictivos. Estas herramientas no solo mejoran el control operativo, también permiten ofrecer un servicio más proactivo y personalizado al cliente.

Equipo de Hispagan. Imagen: Nacho Morata.
Además, tecnologías como el blockchain, la inteligencia artificial y la automatización de procesos están redefiniendo la cadena logística. La empresa que no las incorpore progresivamente quedará fuera del mercado.
– ¿Cómo se gestiona el equilibrio entre la digitalización de procesos y la cercanía humana?
La digitalización está al servicio de las personas, no al revés. Apostamos por procesos más ágiles y seguros, sin perder la cercanía. La atención personalizada y la toma de decisiones estratégicas siguen siendo humanas. La tecnología nos permite dedicar más tiempo a lo que realmente importa: escuchar al cliente y resolver con eficacia.
– ¿Qué barreras encuentran todavía las empresas españolas para digitalizarse de verdad?
Las principales barreras son la falta de inversión, la resistencia al cambio cultural y la carencia de perfiles digitales especializados. También hay una brecha tecnológica entre grandes empresas y pymes.
– La inteligencia artificial está en boca de todos: ¿cómo la estáis incorporando en vuestra propia actividad o en la de vuestros clientes?
Estamos incorporando IA en áreas clave como la predicción de demanda, la optimización de rutas y la gestión documental automatizada. No se trata de reemplazar personas, sino de mejorar la toma de decisiones y anticiparse a incidencias. También exploramos su uso en análisis de riesgos y mejora de experiencia del cliente. La IA, bien aplicada, es una herramienta poderosa para multiplicar capacidades.
Visión de futuro
– Si tuvieras que definir en una palabra el principal reto del tejido empresarial español hoy, ¿cuál sería y por qué?
Adaptabilidad. Porque el entorno cambia a un ritmo vertiginoso: nuevas normativas, exigencias sociales, tecnologías disruptivas, tensiones globales. Las empresas que se adapten rápido y bien serán las que sobrevivan y lideren. En nuestro caso, el reto es seguir creciendo sin perder nuestra esencia: agilidad, cercanía y compromiso con la excelencia.
– ¿Qué hitos os gustaría alcanzar como empresa en los próximos cinco años?
Consolidar nuestro posicionamiento en el ámbito internacional, diversificar aún más nuestra cartera de servicios, y avanzar hacia una logística cada vez más digital, sostenible y centrada en el cliente. También queremos seguir siendo un entorno de crecimiento para nuestro equipo y un socio estratégico para nuestros clientes.
– ¿Tenéis previsto expandiros a nuevos mercados o diversificar servicios?
Sí. Nuestra visión es crecer de forma sostenible, tanto en mercados estratégicos como en servicios de valor añadido. Evaluamos cada oportunidad con criterios de viabilidad, coherencia y aportación real al cliente. No buscamos estar en todas partes, sino donde realmente podemos marcar la diferencia.
– ¿Qué impacto social y económico os gustaría dejar como legado?
Queremos ser recordados como una empresa que hizo las cosas bien: con profesionalidad, compromiso y visión. Que contribuyó a modernizar el sector, impulsó la sostenibilidad real y generó valor para clientes, colaboradores y la sociedad. Un proyecto que nació de la experiencia, creció con propósito y dejó huella positiva.
Sara MartíCoordinadora editorial. Graduada en Periodismo por la Universidad Jaume I, estoy especializada en contenido web y ediciones digitales por el Máster en Letras Digitales de la Universidad Complutense de Madrid. Mi experiencia en el mundo de la comunicación abarca desde el institucional hasta agencias y medios de comunicación. Al día de la actualidad empresarial y financiera en Economía 3 desde marzo de 2021.
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