Siguiendo la estela dejada por Wall Street la sesión precedente, los principales índices bursátiles europeos cerraron este pasado miércoles con significativas caídas, aunque lejos de sus niveles más bajos del día. En Wall Street, por su parte, los principales índices intentaron estabilizarse tras las fuertes caídas que habían experimentado el día anterior, aunque los amagos de rebote se quedaron sólo en eso, en meros amagos, cerrando los principales índices en su mayoría con ligeros descensos, con la excepción del Dow Jones, que terminó con un pequeño avance.
Dos factores siguieron este miércoles lastrando el comportamiento de la renta variable occidental: el temor de los inversores a que la economía estadounidense no sea capaz de lograr el «aterrizaje suave» que vienen descontando los mercados y las exigentes valoraciones alcanzadas por muchos valores del sector tecnológico, al albur de la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) y de su potencial impacto en la economía a medio plazo, valoraciones que ahora cuestionan muchos inversores, los cuales están optando por deshacer posiciones a marchas forzadas.
En ese sentido, señalar que los inversores están muy pendientes de la evolución del mercado laboral estadounidense, mercado que se ha venido enfriando en los últimos meses, hecho este que preocupa, ya que podría ser la antesala de una importante desaceleración del crecimiento económico del país e, incluso, de la entrada en recesión de su economía.
El empleo estadounidense y su capacidad para «mover» los mercados
No obstante, y a pesar de que datos como el publicado este miércoles –empleos ofertados en el mes de julio– confirman este enfriamiento del mercado de trabajo estadounidense, hasta el momento se podría afirmar que lo que está haciendo es normalizarse tras el fuerte crecimiento que ha experimentado tras la finalización de la pandemia. Sin embargo, habrá que estar muy atentos a los datos que sobre el mercado laboral estadounidense se vayan publicando, ya que los mismos han pasado a convertirse, superando a la inflación, en el principal foco de atención de los inversores, teniendo, por tanto, gran capacidad para «mover» los mercados.
Este jueves, sin ir más lejos, se publicaron en EE.UU. dos cifras de empleo importantes: las peticiones iniciales de subsidios de desempleo semanales, una buena aproximación a la evolución del desempleo semanal y los datos de empleo privado del mes de agosto, que elabora la procesadora de nóminas ADP.
Estabilización de los principales índices bursátiles europeos
Si bien ambas cifras serán escrutadas en profundidad por los inversores, serán los datos de empleo no agrícola del mes de agosto, que dará a conocer este viernes el Departamento de Trabajo de EE.UU., los que realmente determinen la tendencia que adoptan las bolsas a medio plazo. Cabe recordar que las cifras de julio, que estuvieron algo por debajo de lo esperado, fueron uno de los factores que desencadenaron la corrección que experimentaron las bolsas a comienzos del mes de agosto.
Durante la jornada de este jueves, los principales índices bursátiles europeos lograron estabilizarse, tras dos días de fuertes caídas, y abrieron la sesión sin grandes cambios, a la baja pero sin una tendencia bien definida, a la espera de la publicación de los datos mencionados sobre el mercado laboral estadounidense, datos que deben servir para confirmar el estado real por el que atraviesa el mismo.
Por lo demás, comentar que este jueves de madrugada las bolsas asiáticas cerraron ligeramente a la baja, en una sesión en la que los valores tecnológicos, concretamente los de semiconductores, intentaron recuperarse del reciente castigo que han recibido en todas las bolsas mundiales. Decir, además, que el dólar y los precios de los bonos se muestran estables; que el precio del crudo sube ligeramente y que el del oro muestra pocas variaciones con relación al nivel de cierre del miércoles.