En una sesión que parecía iba a ser de transición, a la espera de la publicación el próximo viernes en EEUU del informe de empleo del mes de agosto, los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses cerraron el ejercicio del martes con fuertes descensos, los mayores desde la sesión del pasado 5 de agosto, muy cerca de sus niveles más bajos del día.
Detrás de este muy negativo comportamiento estuvo el renovado temor de los inversores sobre la posible ralentización del crecimiento económico estadounidense e, incluso, sobre una potencial entrada en recesión de esta economía, temores que fueron en gran medida los que provocaron la corrección de las bolsas a comienzos del mes de agosto.
También tuvo mucho que ver en el negativo comportamiento de los mercados la fuerte corrección que volvió a sufrir la cotización de Nvidia, lo que terminó arrastrando tras de sí a todo el sector tecnológico, con los inversores cuestionando nuevamente las exigentes valoraciones de muchas de estas compañías y aprovechando el pesimismo reinante para realizar beneficios en estos valores.
Preocupación por la economía estadounidense
Centrándonos en los «renacidos» temores sobre la evolución futura de la economía estadounidense, cabe destacar que el detonante de los mismos fue la publicación de los índices de gestores de compra del sector de las manufacturas de agosto en EEUU, el PMI manufacturas que elabora S&P Global y el ISM manufacturas que publica el Institute for Supply Management (ISM).
Estas lecturas, a pesar de estar muy en línea con lo esperado por los analistas, siguieron apuntando a una contracción mensual de la actividad en el sector. Quizás el hecho de que los nuevos pedidos se contrajeran a un mayor ritmo en agosto de lo que lo habían hecho en julio fue lo que provocó la reacción negativa de las bolsas, aunque, en opinión de Link Securities, las lecturas no aportaron muchas novedades a los inversores.
También la debilidad que sigue mostrando la economía china, que no termina de «arrancar», puede haber incrementado los temores sobre una posible ralentización de la economía global, aunque intentar justificar este tipo de reacciones de los mercados es siempre muy complicado.
Bien es cierto que, tras entrar en corrección técnica a principios de agosto, los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses habían recuperado todo el terreno perdido con gran rapidez, mostrando síntomas de estar muy sobrecomprados, algo que siempre facilita este tipo de giros bruscos en las bolsas. Sin embargo, el martes la volatilidad se disparó al alza, con el índice VIX, que mide la del S&P 500, subiendo más del 38% en el día, hasta situarse nuevamente por encima de los 20 puntos.
¿Qué podemos esperar?
Durante la semana, los analistas de Link esperan que continúen las ventas cuando abran esta mañana las bolsas europeas, con el sector de la tecnología y los valores de corte más cíclico liderando nuevamente los descensos, tal y como ocurrió el martes.
Es factible, que no seguro, que los mercados se estabilicen tras la publicación en Europa de las lecturas finales de agosto de los índices de gestores de compra del sector servicios, los PMIs servicios. En este sentido, cabe destacar que este sector tiene un peso cercano al 80% en las economías desarrolladas, muy superior, por tanto, al que mantiene el de las manufacturas. Además, y como mostraron las lecturas preliminares de agosto de estos indicadores adelantados de actividad, se espera que las lecturas finales confirmen la expansión del mismo en la región en el citado mes.
No obstante, si bien se sabe cuándo comienzan las correcciones en las bolsas, determinar cuándo van a cesar es algo mucho más complicado. En este caso, y como venimos diciendo desde hace días, serán las cifras de empleo no agrícola de EEUU de agosto, que se darán a conocer el viernes, las que determinarán la tendencia que adoptan finalmente los mercados en el corto plazo.