75 años después, ¿a qué retos se enfrenta la OTAN para su rejuvenecimiento?
La OTAN ha celebrado su 75 años de vida desde la firma de su tratado fundacional el 4 de abril de 1949 en la Cumbre de Washington. Tres cuartos de siglo después ¿a qué retos se enfrenta actualmente la OTAN?
Tal y como ha manifestado a Economía 3, Jorge Urbaneja, profesor de Derecho Internacional Público y Derecho de la Unión Europea de la Universidad de Alicante, «sus retos pasan por convertir la ayuda de emergencia actual a Ucrania en estructural y lograr que los estados de la OTAN cumplan con su compromiso del 2% del gasto en defensa para lograr disuadir a Rusia». «Si no fuera así, -advierte- decaería la ayuda financiera y militar para Ucrania«.
En concreto, -matiza- «las líneas estratégicas pasan por disuadir a Rusia con el fin de evitar que el conflicto que mantiene con Ucrania entre en territorio de los estados miembros de la OTAN«.
Urbaneja también indica que existe una gran preocupación en determinados ámbitos sobre el rumbo que puede tomar la OTAN con una posible llegada de Trump a la Casa Blanca.
Los orígenes
La OTAN se constituyó en 1949 como una organización de cooperación militar que tenía como fin disuadir a la Unión Soviética con solo con doce Estados miembros, recuerda Urbaneja.
Cuando termina la Guerra Fría en 1991, «la OTAN sufre un cambio en sus objetivos fundamentales y se produce un proceso de acercamiento a Rusia, y en dos décadas largas existe una postura de cooperación o de acercamiento entre la OTAN y sus potencias y Rusia».
A partir de 2014, -continúa Urbaneja- cuando Rusia se anexiona Crimea y realiza alguna incursión en el Donbass de nuevo, curiosamente, la OTAN retoma de nuevo su objetivo inicial, que era el de tratar de constituir una organización de cooperación militar de contención frente a Rusia».
Y llega la invasión de Rusia a Ucrania en febrero de 2022. A partir de este momento, -explica el profesor la Universidad de Alicante- las actuaciones de la OTAN se articulan en dos ejes. «Por un lado, a través de acciones disuasorias para evitar que el conflicto se extienda al territorio de los estados de la OTAN y, por otro lado, la ayuda decidida con apoyo financiero y militar a Ucrania».
Dos años después, la OTAN se plantea cómo pasar de una asistencia de emergencia que se ha brindado a Ucrania hasta ahora a una postura estructural.
Compromiso del 2% del gasto en defensa
Para solucionar esta cuestión, uno de los elementos que ha estado encima de la mesa en la cumbre de Washington es el gasto en defensa y el compromiso del 2% del gasto en defensa de cada uno de los estados de la OTAN. «En estos momentos, -matiza Urbaneja- no llegan a este compromiso del 2% ni la mitad de los socios de la OTAN».
El país que menos se aproxima a ese compromiso del 2% es Luxemburgo con el 0,7; le siguen Bélgica con el 1,1; España con el 1,3; Eslovenia, con el 1,4; Suecia, con el 1,5; y Alemania está en el 1,6. «Es cierto que se ha incrementado mucho el gasto en defensa desde 2014 pero no es suficiente».
Hay que destacar que dentro de Europa, «hay estados como Polonia que sí que cumplen ese 2% ya que ven la guerra contra Ucrania como una amenaza real», corrobora Urbaneja.
Urbaneja revela también que desde 2014, los presupuestos de defensa han aumentado en el total de los socios de la OTAN en 640 billones de dólares. «Se trata de un incremento significativo, pero no se llega al compromiso porque hay muchos miembros de la OTAN, entre ellos los europeos y empezando por España o Francia que tienen una deuda pública elevada. Con lo cual, destinar este gasto estructural al 2% en defensa es complejo».
La influencia de Trump
“Desde hace década, -relata Jorge Urbaneja- aproximadamente, Estados Unidos lleva tiempo retirándose de la defensa europea con el argumento de que son los europeos los que tienen que ser los principales protagonistas en la defensa de su continente”.
Confirma Jorge Urbaneja que «esta postura comenzó con la primera Administración Trump y la Administración Biden ha mantenido esa postura un poco más dulcificada. Si vuelve Trump a la Casa Blanca, tal y como recogen las encuestas, la línea será continuista en este sentido. Es decir, avisar a los estados europeos que deben cumplir con el 2% del gasto en defensa».
¿Si no cumplen? Confirma el experto de la UA que “no hay previstas medidas sancionatorias. El problema está en que si no se llega a ese 2% las capacidades para seguir apoyando militar y financieramente a Ucrania, o para constituir un verdadero elemento de disuasión serán mucho menores porque Estados Unidos no va a tener esa postura protagonista en la defensa de Europa. Sobre todo si hay una Administración Trump».
En concreto, -aclara Urbaneja- «la capacidad de reacción que van a tener los socios europeos frente a un conflicto que se está prolongando en el tiempo y, que a día de hoy, va a continuar en esta línea, va a ser menor si no consiguen movilizar esa capacidad de recursos tanto en materia de defensa como en industria de defensa».
Discrepancias a aumentar el gasto en defensa en la UE
Dentro de los estados de la Unión Europea, tal y como reconoce Urbaneja, existen discrepancias sobre la conveniencia o no de incrementar el gasto de defensa. En este sentido, apunta que «había propuesta que planteaba la creación de unos eurobonos para financiar el gasto en defensa. Es decir, una deuda pública europea, parecida a lo que se ha hecho con los fondos Next Generation para financiar la recuperación de la pandemia».
Esta propuesta, confirma Urbaneja, no ha sido aceptada unánimente por todos los estados europeos. «Lo que sí que se ha debatido, a través de una propuesta planteada por antiguo el exprimer ministro italiano, Enrico Letta la posibilidad de utilizar el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) para financiar o para dar préstamos para financiar el gasto en defensa».
El MDE es un instrumento financiero que se creó para garantizar la estabilidad financiera en la zona euro y que está dotado de hasta 400.000 millones de euros.
¿Y la entrada de Ucrania a la OTAN?
Sobre la entrada de Ucrania a la OTAN pasa lo mismo que con su incorporación a la Unión Europea.
A juicio de Urbaneja, “se trata de mandar un claro mensaje de apoyo político. Sin embargo, la entrada de Ucrania en la OTAN es compleja. Para empezar, se plantean una serie de dudas, cómo qué parte del territorio de Ucrania se incorpora como territorio OTAN cuando se firme el Tratado. Si incorporamos el Donbass y Lugansk son territorios que están ocupados por Rusia… Con lo cual, ¿esos territorios entrarían dentro de la cláusula de defensa colectiva de la OTAN?», plantea Urbaneja.
Por lo tanto, el objetivo, por ahora, es lanzar un mensaje claro de apoyo político a Ucrania de ayuda a Ucrania financieramente y militarmente.
Industria militar
Por otra parte, los compromisos de gasto militar son del 2% y, además, un 20% de ese gasto militar debe destinarse a equipamiento.
«Los Estados europeos van a impulsar tanto el diseño del equipamiento conjunto como la compra conjunta. Todo ello, a través de actuaciones a medio y largo plazo con el fin de garantizar a la industria militar una cierta estabilidad», destaca Urbaneja.