Martes, 25 de Junio de 2024
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Reducir la huella de carbono: obligación de las empresas, desafío para las pymes

Reducir la huella de carbono: obligación de las empresas, desafío para las pymes

Reducir la huella de carbono es una emergencia ante la cual las empresas deben asumir un compromiso capital. Se trata, sin embargo, de un desafío de gran magnitud, especialmente para las pequeñas empresas y las microempresas, las cuales están todavía lejos de poder asumir su transición energética. Para ello se necesitan herramientas, mecanismos, instrumentos de financiación y regulaciones que armonicen y hagan accesible la introducción de la sostenibilidad en las empresas.

La sede de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha acogido la jornada ‘La importancia de medir y reducir la huella de carbono de tu empresa’, organizada conjuntamente por CEOE y la compañía líder en logística DHL, y en la que expertos de las organizaciones representadas han dado claves importantes para hacer posible que las empresas puedan calcular, medir y reportar su huella de carbono. Todo ello con el fin último de disminuir su impacto climático e implementar procesos sostenibles

El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, ha sido el encargado de la apertura de la jornada. Ha hablado de la necesidad de acelerar la transición energética teniendo en cuenta que el mundo es global: «La atmósfera no tiene fronteras, por lo tanto es una vocación que hay que trasladar no solo desde el plano español o europeo, sino que debe tener una exigencia a nivel mundial».

Transformación sostenible: una responsabilidad de las empresas, pero todo un desafío para las pymes

Garamendi ha enfatizado el compromiso que deben tener las empresas españolas con los objetivos marcados en el Acuerdo de París: «A algunos sectores les cuesta más, pero están haciendo esfuerzos y tienen claro que este es un tema clave para el futuro. Sabemos que la huella de carbono es crucial en este aspecto. Y si alguien es capaz de medir esa huella de carbono, somos las empresas, que somos las que conocemos el día a día».

Para conseguirlo, el presidente de CEOE ha destacado la importancia de contar con herramientas que identifiquen cuáles son las fuentes de las emisiones y estudiar cómo se van a diseñar las estrategias efectivas de identificación y reducción, de ahí que se haya realizado la segunda edición de la encuesta ‘La huella de carbono en las empresas españolas’ para examinar cuál es el grado de implantación en el cálculo y registro de la huella de carbono, cuál es el plan estratégico de las compañías españolas con respecto a ello y cuál es nivel de desarrollo en los sistemas de compensación.

Pese al interés creciente en la sostenibilidad y la reducción de las emisiones, Garamendi ha señalado que «todavía es difícil evaluar lo que están haciendo las empresas a la hora de medir la huella». En este sentido, ha subrayado que España es un país de pymes, las cuales suponen un 98% del tejido empresarial, lo cual complica la capacidad de introducir la transición energética. «Bastantes dificultades tienen las pymes ya en otros temas, como los regulatorios o laborales, por lo que no llegan a implementar estas medidas que las medianas o grandes empresas sí pueden incorporar», ha apuntado.

El cambio hacia la sostenibilidad requiere seguridad jurídica y estabilidad regulatoria

En referencia al plan de la UE de movilizar 300.000 millones hasta 2030 para impulsar las renovables y asegurar el autoabastecimiento de energía en el territorio comunitario, Garamendi advierte que el 80% de las inversiones las realizarán las empresas privadas, por lo que «los reguladores deben tener presente que se necesita confianza, seguridad jurídica, estabilidad regulatoria y calidad de la norma».

Por otro lado, el máximo dirigente de CEOE ha puntualizado que «esto no es homogéneo, hay que trabajar en función de los sectores, empresas y contextos económicos». En relación a ello, ha mencionado la necesidad de garantizar la neutralidad tecnológica y, como ejemplo del desequilibrio en los recursos, ha resaltado que cada una de las plantas de cemento que hay en España tienen una capacidad de inversión del orden de 800 a 1100 millones de euros para la captura de CO2. Por ello, considera esencial la colaboración público-privada y tener presente el principio de neutralidad tecnológica para que cada sector y empresa trabaje dentro de sus posibilidades.

Garamendi ha terminado su intervención hablando de competitividad: «Es muy difícil hablar solo de sostenibilidad sin hablar de competitividad. Tienen que ir unidas. Queremos una economía limpia con un país próspero. Es difícil tener una economía limpia si económicamente no hay prosperidad; y es difícil que haya prosperidad sin una economía limpia. Son elementos que van juntos». «La huella de carbono no es una moda, es un objetivo. Además es un objetivo que no tiene un fin. Hay que seguir trabajando día a día», ha añadido.

La transición energética de la logística: fundamental para lograr un futuro sostenible

A continuación, Miguel Borrás, director general DHL Express España, ha tomado la palabra para centrarse en el papel de la logística en la reducción de la huella de carbono. «Hasta hace poco, el  único propósito de la logística era mover los bienes de un lugar a otro de la manera más eficiente posible. Esto ha cambiado. Con el aumento de la globalización, la importancia de la logística ha crecido gradualmente. Nuestra industria desempeñará un papel para la consecución de un futuro sostenible», ha manifestado Borrás.

El CEO de DHL en España sostiene que «todos los involucrados en esta industria global tienen una gran responsabilidad y un papel clave en abordar la amenaza existencial que plantea el cambio climático».

«La huella de carbono de la industria logística es importante, por lo que debemos abordar este problema con urgencia. Pero lo debemos hacer con la colaboración de todos los actores», ha asegurado. Como empresa de logística global, DHL está presente en 220 países y territorios, por lo que sus operaciones consumen grandes cantidades de energía y generan un gran impacto negativo en emisiones de CO2.

Conscientes del problema, en DHL están trabajando para tratar de reducir la huella de carbono de las flotas de distribución, los aviones, las oficinas y los almacenes. Aunque, tal y como ha afirmado Borrás, «la sostenibilidad sabemos cuándo se empieza, pero nunca termina; siempre hay cosas que mejorar».

Para 2030, según afirma el director general, se han fijado el objetivo de reducir sus emisiones anuales de gases de efecto invernadero por debajo de los 29 millones de toneladas. En estos momentos, la red global de DHL genera 33 millones de toneladas de GEI al año.

La aviación y la última milla, prioridades en logística sostenible

Para conseguirlo, tal y como explica el director general de DHL, se están enfocando sobre todo en la aviación sostenible, aunque existe un problema de suministro: «La base de nuestro negocio está en el transporte aéreo. Nuestro objetivo es tener más de un 30% de fuel para aviación sostenible en 2030. Tecnológicamente esto ya es posible, pero en el mercado no hay una cantidad suficiente de fuel como la que podríamos comprar. Pensamos que para 2030 sí será posible».

Desde DHL buscan también hacer extensiva esta sostenibilidad a los clientes. A través del sistema GoGreen Plus, la compañía permite a sus clientes participar en la reducción de la huella de carbono y que puedan computar las reducciones que DHL consigue a cuenta de esa colaboración.

Otro de los focos de la compañía es la última milla. Según explica Borrás, en lo que respecta a las flotas de recogida y entrega, el objetivo es que para 2030 el 60% de la flota global en todos los países esté electrificada.

El empresario ha recalcado también que la solución para hacer que las cadenas de suministros sean verdes no tiene por qué pasar por reducir la globalización o el comercio internacional. «Pasa por tener más colaboración entre todos los actores», ha asegurado Borrás, el cual ha agregado que «nuestro mundo necesita desesperadamente un compromiso firme y un liderazgo sólido de todas las partes interesadas para promover prácticas comerciales más sostenibles».

«Depende de todos dar forma a las estrategias empresariales para que todos contribuyamos activamente a ello. Es nuestra responsabilidad liderar la industria logística hacia un futuro sostenible, y no podemos hacerlo solos. Necesitamos esfuerzos conjuntos de todos nuestros socios, incluidos clientes y proveedores», ha declarado.

Los datos clave de la encuesta de CEOE

Cristina Rivero, directora del departamento de industria, energía, medio ambiente y clima de CEOE, ha sido la encargada de presentar los principales resultados de la encuesta realizada por la organización en torno a la gestión de la huella de carbono en las empresas españolas. Frente a las 800 empresas que participaron en la primera edición, en esta edición se han conseguido procesar 1.012 respuestas, de las cuales 285 corresponden a  empresas grandes, 241 a empresas medianas, 203 a empresas pequeñas y 283 a microempresas.

La mayoría de las empresas encuestadas pertenecen a sectores como la Industria manufacturera, los servicios o la construcción. Por comunidades autónomas, Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía son las que más respuestas han aportado al estudio.

¿Cuál es la situación general diagnosticada con respecto al cálculo y registro de la huella de carbono? Prácticamente la mitad de las empresas encuestadas sí que calculan su huella de carbono (49,3%), mientras que la otra mitad no lo calculan y, por tanto, tampoco la registran.

Entre las empresas que calculan la huella de carbono, la mayoría son grandes o medianas, mientras que la gran mayoría de las que no la calculan son microempresas o empresas pequeñas, lo cual, en palabras de Rivero, es lógico debido a las dificultades que encuentran las empresas de menor tamaño al implantar este tipo de herramientas.

De las empresas que sí calculan su huella de carbono (492), 167 sí que registran su huella de carbono. Por tamaño, el 28% de las grandes empresas efectúan ese registro. Tal y como ha expuesto la representante de CEOE, este porcentaje se reduce proporcionalmente al tamaño: tan solo un 24% de las medianas, un 11% de las pequeñas y un 2% de microempresas registran la huella de carbono.

De todas las empresas analizadas, el 81% no tiene registrada hoy en día su huella de carbono, mientras que el 16,5% sí lo tienen. De entre las que sí registran la huella carbono, la encuesta ha recogido qué alcances son los que calculan: alcance 1 y 2 o alcance 3 (emisiones de toda su cadena de valor). La mitad de las empresas calculan los alcances 1 y 2 (57%), y la otra mitad está calculando también el alcance 3 (43%). En cuanto a las compensaciones, la mayoría de empresas, aunque registren, no están todavía involucradas en proyectos de compensación de huella de carbono.

De entre las 845 empresas que no realizan el registro de huella de carbono, en 513 se debe a que directamente no lo calculan, mientras que en las otras 332 la causa es que no llegan a completar el trámite de registro aunque sí que hayan hecho el cálculo.

20 de las empresas que han respondido a la consulta solo disponen de registro autonómico y otras 20 aprovechan la interoperabilidad y registran en el registro central o en el registro de las comunidades autónomas.

Con respecto al cálculo de planes de reducción y proyectos de compensación de las empresas que no registran su huella de carbono, hay un porcentaje del 39% que, aunque no la registran, sí que calculan la huella. Un 33% dispone de un plan de reducción, mientras que solo un 8% de las empresas cuenta con proyectos de compensación de carbono.

¿Qué supone para las empresas calcular el alcance 3?

La encuesta también ha indagado en el esfuerzo que implica para las empresas realizar el cálculo del alcance 3. ¿A cuántas empresas le tienen que pedir información en toda su cadena de valor para ser capaces de calcularlo? Según los datos obtenidos, el 36% de las empresas que calculan el alcance 3 tienen menos de 10 empresas involucradas en el cálculo a las que deben solicitar información.

¿Cuándo estiman las empresas ampliar su cálculo al alcance 3? Según el informe, la mitad de las empresas que calculan el 1 y 2 tiene previsto empezar a calcular el alcance 3 en menos de 5 años. La mayoría de ellas son grandes empresas que llevan ya una trayectoria y les es más fácil incorporar este tipo de herramientas.

Para mostrar la representatividad del estudio, los investigadores del CEOE han realizado una extrapolación al conjunto de España, según el cual, del millón y medio de empresas que existen en España según el INE, 2.042 empresas estarían registrando su cálculo de huella de carbono y sus compromisos de reducción de gases de efecto invernadero.

Además, hay un porcentaje que realiza el cálculo pero no lo registra. Según la extrapolación, el 8,5% de las grandes empresas estaría registrando su cálculo, pero solo un 3,3% de las medianas y un 0,6% de las pequeñas.

El impacto de las nuevas regulaciones en el registro de la huella de carbono

Eduardo González, subdirector general de coordinación de acciones frente al cambio climático del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha cerrado la jornada con algunas reflexiones sobre el papel de las administraciones y las nuevas normativas en materia de sostenibilidad y reducción de carbono.

Hace 10 años, cuando se lanzó el registro de la huella de carbono, desde la Oficina Española de Cambio Climático vieron que la implantación debía hacerse a través de la compra pública de innovación: «Queríamos impulsar la huella de carbono en la compra pública como un elemento que pudiera ser tenido en cuenta para que las empresas viesen valorados sus esfuerzos en esta materia».

Desde los ministerios de Hacienda y Economía, si bien estaban de acuerdo con el proyecto, precisaron que tenían que facilitar los procesos. Aquello fue el comienzo del registro, en el que las empresas que calcularan su huella podrían registrarse. Ahora, la oficina cuenta con casi 5.000 empresas inscritas.

La Ley de cambio climático y transición energética introduce una disposición que obliga al cálculo de huella de carbono en algunos tipos de empresas. En cuanto a la forma de cumplir con esta obligación, el experto ha anunciado una mayor estandarización del proceso: «Nos hemos decidido por limitar esta obligación a lo que ya disponen las obligaciones de información no financiera, las cuales pasarán de una manera no muy formateada a una manera más formateada que obligará a que esta información de huella de carbono esté en los registros mercantiles de una forma organizada. Nosotros trabajaremos con el Registro Mercantil para ver cómo incorporar esos datos a nuestra base e incluso facilitar que estas empresas que ya reportan esto por obligación y quieran inscribir esa huella en nuestros registros puedan hacerlo de forma casi automática».

En cuanto al alcance 3, desde la Oficina Española de Cambio Climático se está trabajando en generar metodologías, factores y otras herramientas que faciliten este tipo de mediciones. «Somos conscientes de que es muy complicado y reconocemos que las empresas que están metidos en ello suelen ser empresas grandes con los recursos y la capacidad, mientras que para las pymes es un reto», ha afirmado González sobre esta cuestión.

El integrante del Ministerio de Transición Ecológica señala otras dos componentes de la huella de carbono: «Tiene una parte de proyectos de sumideros, principalmente reforestaciones, que ha crecido de forma muy notable.  Ya tenemos prácticamente 1 millón de toneladas de CO2 en el registro, de las cuales unas 100.000 kilotoneladas ya han sido ejecutadas en compensaciones».

A nivel europeo, González destaca la regulación de las compensaciones a través del reglamento de certificación de absorciones de carbono, con el que se propondrán metodologías para que este tipo de proyectos que absorben se hagan a nivel europeo de forma armonizada; y la directiva de Green Claims, que se está negociando y que, en palabras del especialista, «será muy importante en lo que a las empresa les va afectar, como sus alegaciones en materia de compensación de carbono».

Menciona también el reglamento CountEmissions EU, que se esté negociando y regula cómo reportar la huella de carbono en el transporte. «Va a dar una imagen armonizada de cómo reportar estos temas». «En edificación ya hay un obligación de reportar la huella de carbono que complementa muy bien los certificados de eficiencia que ya registran la huella de carbono en uso. También tenemos el reglamento de ecodiseño, que tiene una misión muy importante que deberá ser desarrollada en procesos y decisiones de ejecución de la Comisión sobre cómo implementar la huella ambiental y la huella de carbono en productos», agrega.

González ha concluido afirmando que el registro es un medida que «tiene que verse como una oportunidad de mejorar la competitividad de las empresas, mejorar en eficiencia en energética y en el uso de los recursos». «A veces se contrapesa medio ambiente con competitividad, pero el mensaje es que la huella de carbono es un elemento de competitividad».

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