Hoy en día, tal y como se encuentra el mundo financiero, las tarjetas de crédito se han posicionado como una herramienta esencial para facilitar la vida diaria, permitiendo el pago rápido y directo a una extensa variedad de servicios y productos. No obstante, el gran dilema reside en los elementos que hay que valorar para elegir la tarjeta de crédito perfecta según las propias necesidades y el perfil de consumo de cada usuario.
Una situación que resulta bastante complicada es decidir qué tarjeta de crédito es la más conveniente a las propias necesidades, entre el amplio abanico que ofrece el mercado. Y es que, aunque es cierto que todas las tarjetas bancarias tienen prácticamente las mismas funciones, cada una de ellas cuenta con unas características que las hacen diferentes y más adecuadas para cada perfil de usuario. De este modo, es importante que antes de contratar alguna, se tengan en cuenta una serie de factores para tener la seguridad de elegir la más conveniente.
Qué es una tarjeta de crédito y tipos que hay
Antes de continuar, conviene dejar claro qué es una tarjeta de crédito, para evitar confusiones con otros tipos disponibles en el entorno de las finanzas. Se trata de un instrumento bancario que se utiliza para realizar compras y pagarlas en un futuro, generalmente el siguiente mes, o en cómodas cuotas. Es esencial entender su funcionamiento para aprovechar sus ventajas y gestionarlas de manera responsable.
Hay que tener en cuenta que, además de ofrecer la posibilidad de financiar compras, las tarjetas de crédito brindan una serie de beneficios adicionales y acceso a un mundo de promociones exclusivas en dependencia de cuál sea la elegida. Estas que se presentan a continuación son los tipos de tarjetas bancarias más habituales, entre las que se encuentran algunas que tienen un crédito asociado y otras que no.
Tarjetas de débito
Se trata de un medio con el que poder disponer de los fondos depositados en las cuentas corrientes, ya sea accediendo a ellos a través de los cajeros automáticos o pagando las compras, que se cargan de manera inmediata. En este caso, no existe un crédito asociado a la tarjeta, por lo que el límite viene establecido por el saldo del que se disponga.
Tarjetas de crédito
Esta tarjeta se diferencia de las de débito principalmente en que la entidad que la emite le concede un crédito al titular, por lo tanto, se pueden realizar compras hasta el límite de crédito establecido.
En el caso de este tipo de tarjetas, cada vez que se realiza una compra la operación se anota en una cuenta de crédito, que es totalmente independiente a la cuenta corriente y no descuenta el saldo que se tenga en ella. El límite máximo de crédito que no puede superar lo establece la entidad que otorga la tarjeta en función del nivel de ingresos, entre otros parámetros de solvencia. Asimismo, las distintas formas de pago del crédito quedan recogidas en el contrato de la tarjeta. La forma más habitual es la liquidación a fin de mes sin intereses, no obstante, es posible aplazar el pago en mensualidades pagando los intereses fijados en el contrato.
Tarjetas de crédito con cashback
Las tarjetas de crédito con cashback son una opción muy interesante, pues presentan una forma de ahorrar un dinero adicional sin tener que hacer nada más que pagar con ellas. En otras palabras, ofrecen la posibilidad de ahorrar mientras se compra.
Este tipo de tarjetas son cada vez más habituales e incluso hay grandes bancos que ya las ofrecen. Sin embargo, las mejores tarjetas de crédito con cashback están fuera del circuito tradicional y en manos de neobancos, salvo algunas excepciones.
Tarjetas híbridas
Tal y como su propio nombre indica, es un tipo de tarjeta que puede usarse como una tarjeta de crédito o de débito. Son una excelente opción para aquellos que utilizan la tarjeta de débito para sacar dinero en efectivo en los cajeros automáticos, pero que, sin embargo, pagan sus compras con tarjeta de crédito, de manera que no tienen que disponer de dos tarjetas.
Tarjetas prepago
Este otro tipo cuenta con las mismas características que cualquier tarjeta de pago y se puede utilizar en los mismos establecimientos que aceptan tarjetas de crédito, pero no están asociadas a cuenta bancaria, como en el caso de las tarjetas de débito, ni ofrecen una línea de crédito, tal y como ocurre con una tarjeta de crédito. Su límite de utilización está vinculado al saldo que se le haya cargado previamente.
Factores para elegir una tarjeta de crédito
Entre los diferentes tipos de tarjetas bancarias que existen, si los consumidores se deciden por elegir una de crédito, estos son los factores a tener en cuenta antes de proceder a su contratación.
Tasa de interés
La tasa de interés que aplique la entidad bancara afecta directamente al coste que tendrán las compras que se realicen con ella, por lo que es un valor muy importante a considerar.
Cuota anual
Hay tarjetas de crédito por las que hay que pagar una cuota anual para tener derecho a utilizarlas, por lo que también hay que considerar las diferencias que puedan existir, en este sentido, entre unas y otras y si los beneficios que ofrecen compensan o no.
Recompensas
Hay tarjetas de crédito asociadas a programas de recompensas, como el caso de las cashback, que ofrecen efectivo de vuelta por cada compra hecha. Es importante, por tanto, tener en cuenta qué tipo de gratificaciones son las más beneficiosas para cada usuario.
En el mercado financiero actual existe una amplia variedad de tarjetas bancarias que los consumidores puede utilizar. En el caso de las tarjetas de crédito, es especialmente importante prestar atención a las condiciones que ofrecen para elegir la más conveniente. En este sentido, cabe destacar la opción de las tarjetas de crédito con cashback, pues permiten ahorrar mientras se compra.