La cultura empresarial se refiere a un conjunto de valores, creencias, normas y prácticas compartidas que definen la identidad y el funcionamiento de una organización. Es la piedra angular de una empresa e influencia cómo los empleados interactúan, toman decisiones y trabajan juntos.
Y de eso saben mucho en Olivia Global, consultora de cultura empresarial, especialistas en liderar procesos de cambio y transformaciones profundas tanto en grandes multinacionales como en empresas medianas. Tal y como expresa, Ricardo Kofman, director asociado de Olivia para la Comunitat Valenciana, «la mayoría de los fracasos en procesos de incorporación de nuevas tecnologías son consecuencia de no saber trabajar el lado humano del cambio, y esto es lo que hacemos nosotros».
Qué es Olivia Global
– ¿Qué tipo de servicios ofrecéis en Olivia Global? ¿Qué podéis ofrecer a los clientes como valor diferencial?
Sabemos cómo implementar las transformaciones que necesitan las empresas para sobrevivir y alcanzar el éxito. Un buen ejemplo es todo lo referido a transformación digital. La tecnología se puede desarrollar internamente, comprar o copiarla, pero para que esta tecnología se convierta en una ventaja competitiva es necesario tener la cultura adecuada. Sin embargo, esta hay que desarrollarla internamente. No es algo que se pueda comprar en el mercado ni tampoco imponer por la fuerza.
Los colaboradores tienen que querer adoptarla e implementarla. La mayoría de los fracasos en procesos de incorporación de nuevas tecnologías son consecuencia de no saber trabajar el lado humano del cambio y esto es lo que hacemos nosotros. En Olivia entendemos que el cambio y la transformación no ocurrirán si solo miramos la tecnología y la estrategia. Todo proceso de cambio real requiere necesariamente poner el foco también en las personas.
– ¿Cómo afronta su nuevo cargo de director asociado de Olivia para la Comunitat Valenciana? ¿Qué planes o cambios tiene en mente poner en marcha?
Estoy muy entusiasmado con las oportunidades que estoy viendo en el ecosistema local. Hay una gran cantidad de empresas familiares en proceso de profesionalización a quienes podremos apoyar desde nuestro conocimiento y experiencia. Empresas que saben que, para competir, tendrán que modernizarse. También me he encontrado con grandes empresas que requieren atravesar transformaciones para de consolidar su posición en el mercado, ya sea por un cambio de estrategia o de contexto.
Para lograr impulsar estos procesos, los planes de Olivia para 2023-2024 se centran en hacernos conocer en la región, entender con mayor profundidad dónde están las necesidades que tienen nuestros clientes y, junto a ellos, desarrollar y aprovechar las oportunidades que tienen ante sí. Y no lo hacemos desde la distancia: viviendo en Valencia desde hace tiempo, nos entendemos como locales y con el arraigo que estos cambios requieren.
Qué hace una consultora de cultura empresarial
– Lleva más de 30 años liderando cambios de gran envergadura en empresas de América Latina, Europa y Estados Unidos, ¿qué puede hacer ahora para ayudar a las empresas valencianas a desarrollar culturas corporativas que impulsen su crecimiento y éxito?
El primer paso es relacionarme con los empresarios para entender su realidad, sus problemas, sus necesidades y las oportunidades que están queriendo aprovechar. Como decía un exjefe, «quedarme ronco de tanto escuchar». Las empresas con muchos años de vida se apegan a lo que saben hacer y tienen dificultades para materializar el cambio que supone hacer las cosas de otra manera, más acorde a los tiempos que vivimos.
No sabemos cómo será la realidad en algunos años, pero sí sabemos que será muy diferente de la de hoy. En Olivia tenemos el conocimiento y la experiencia para guiar a las empresas en ese camino, para ayudarlas a seguir siendo exitosas en un mundo incierto. Innovación, resiliencia, flexibilidad y capacidad de aprender rápidamente deben ser parte de toda cultura exitosa.
– Según comentan, las empresas que aplican el concepto de cultura empresarial pueden facturar hasta un 40% más que sus competidores. ¿Por qué ocurre esto? ¿Están las empresas valencianas y españolas concienciadas en este sentido?
Todas las empresas tienen una cultura propia, un ADN. Algunas de ellas han definido esa cultura para lograr su alineamiento con la estrategia y así sostener el éxito en el tiempo. En cambio, otras, simplemente tienen una cultura porque es inevitable tenerla. La cultura empresarial tiene un impacto significativo en los resultados de una empresa. Una cultura empresarial sólida que respalde la excelencia, la satisfacción del cliente y el compromiso de los empleados es un activo valioso para cualquier empresa que busque mejorar sus resultados.
Por ejemplo, cuando una empresa logra alcanzar una cultura que pone en valor aquellos comportamientos que ponderan la satisfacción del cliente y/o el servicio excepcional, mejora la experiencia del cliente, por ende su satisfacción y su sentido de pertenencia con la marca, atrayendo, incluso, nuevos clientes.
A nivel general, hemos visto un creciente nivel de conciencia respecto a la necesidad y la intención de promover cambios en la cultura de las empresas en España y, particularmente, en la Comunitat Valenciana. Aquello que solía ser algo abstracto y difícil de definir, se ha convertido en algo medible, tangible y con resultados concretos. Esta evolución ha calado en el empresariado, haciendo viable la inversión en cuestiones culturales dado el claro retorno de la inversión.
Beneficios de una consultora de cultura empresarial
– ¿De qué elementos se compone y cómo debería ser una buena cultura empresarial?
Una buena cultura empresarial está compuesta por una serie de elementos clave que, juntos, crean un ambiente de trabajo positivo y productivo. La cultura es una combinación de los valores, creencias, comportamientos, costumbres y rituales de la organización. Para ser un activo de la empresa, debe ser adaptable y evolucionar con el tiempo para mantenerse relevante en un entorno empresarial cambiante.
Cuando se fomenta una cultura empresarial sólida, los empleados suelen estar más comprometidos, satisfechos y dispuestos a trabajar juntos para alcanzar los objetivos de negocio. Una buena cultura evoluciona con el tiempo y mejora las probabilidades de éxito y la longevidad de la organización.
Casos de éxito
Para Olivia Global, los casos de éxito son aquellos en los que la transformación cultural ha llevado a la compañía a alcanzar sus objetivos estratégicos de negocio. Es decir, cuando realmente impacta en los resultados de la compañía.
Por ejemplo, el caso de una empresa familiar, líder en el sector del acero, con más de 100 años de historia, que les planteó el desafío de lograr una transformación cultural que permitiera mejorar su competitividad teniendo procesos más ágiles y sencillos. La solución que diseñaron para ellos fue integrar cuatro nuevos atributos en su cultura empresarial:
- Apertura en la comunicación. Hablar abiertamente sin intimidarse por las jerarquías.
- Líderes desarrollando nuevos líderes.
- Simplicidad y austeridad.
- Autonomía con responsabilidad.
Para hacerlo realidad diseñaron un plan de acción en dos etapas hasta lograr el tipping point (punto de viralización). Durante la primera etapa se comenzó alineando al comité de dirección y al primer nivel de dirección para que fueran ejemplo de los nuevos atributos (walk the talk). Paralelamente, se modificaron algunos sistemas, procesos, símbolos, rituales y creencias profundamente arraigadas de cómo hacer las cosas.
Esto, combinado con la formación del primer nivel de liderazgo, comunica un mensaje contundente a toda la organización de lo que se quiere lograr. En la segunda etapa, se llevó esta formación a los mandos medios y supervisores, poniendo mucho énfasis en la comunicación interna y externa (branding), así como en lograr la ‘sintonía fina’ de lo que se había diseñado en el primer año.
Hoy, esta empresa ocupa el puesto 31 de las 100 empresas más admiradas y es la empresa industrial con mejor reputación de su país. Cuando comenzaron a trabajar con ellos en 2014, su ebitda había sido negativo, de -178 millones. Mientras que en 2022 su ebitda fue de 3.583 millones de euros. Ese mismo año recibió el certificado ‘Great Place to Work’.