La Asociación de la Empresa Familiar de la provincia de Alicante (AEFA) e Ifedes han abordado esta mañana el liderazgo profesional como una palanca de cambio en el desarrollo estratégico de la empresa familiar. Ambas entidades han puesto en marcha una sesión de trabajo, en la que se han analizado las claves que deben seguir las empresas familiares para profesionalizar sus órganos de gobierno y avanzar en su modelo de negocio.

La presidenta de AEFA, Maite Antón, ha comentado que «la visión del largo plazo de las empresas familiares hace que sea verdaderamente crucial contar con un buen liderazgo en la organización, que sepa concretar los objetivos que debe seguir la empresa y que determine cómo alcanzarlos, pero buscando de forma simultánea la continuidad a corto plazo de la empresa, adaptándose al mercado y formando equipos altamente competitivos».

«El buen líder es aquel que sabe inspirar a su equipo, motivándolo a la acción, en aras de alcanzar unos objetivos y siempre con un código de valores, pero también es aquel que sabe rodearse de los perfiles profesionales necesarios para alcanzar dichas metas en cada momento y enriquecer con nuevo talento sus órganos de dirección, con un modelo de profesionalización, que no implica que sea familiar o no, sino que sea el más adecuado para cada puesto y en cada momento», ha concretado Antón.

El entorno, la dinámica de los negocios y los modelos de negocio han cambiado. Por esta razón, el director general de Ifedes, Tomás Guillén, ha incidido durante su conferencia en que «los modelos de empresa familiar tienen que evolucionar hacia un modelo distinto». Además, ha animado a los empresarios familiares a «vincular este contexto de cambio con los órganos de gobierno y los modelos de gestión de la empresa».

Al hilo de esta transformación, Guillén ha apuntado que los nuevos modelos empresariales deben tender a «estar más enfocados en la agilidad de los tiempos y funcionamiento, a tener velocidad de cambio interno y adaptar su cultura a los cambios del mercado, a liderar la transformación de sus organizaciones y el desarrollo de nuevas competencias».

Algo que en el caso de las empresas familiares «suele ser un proceso más lento y menos ágil», según ha recordado el experto durante su charla.

En las empresas familiares prima el concepto de permanencia y fidelidad a largo plazo. «El problema es que nos vale solo el empleado de toda la vida que es fiel, ahora necesito capacidad de cambio, reaprender y desarrollar nuevas competencias», tal y como señala Guillén. Para contrarrestar esto, se debe apostar por otras variables como la inclusión de «perfiles más diversos que tengan pensamiento crítico y la evaluación de competencias para que esos perfiles cubran las necesidades de la empresa».

Como recomendación general, el director general de Ifedes ha subrayado que para que ese cambio de modelo sea efectivo «se debe trabajar en las tres esferas de la empresa familiar», además de incentivar la separación de los órganos de gobierno. Por otro lado, el apoyo externo a nivel de consultoría en la empresa es importante, porque no tiene las implicaciones personales, prima el interés común en la empresa y puede aportar un planteamiento objetivo y crítico en el proceso de toma de decisión.

Asimismo, Guillén ha abordado el papel de las nuevas generaciones para el modelo empresarial de la empresa familiar sea más ágil. Sobre ello, ha explicado que «cuando se incorpora a la siguiente generación, la evolución es mucho más rápida«. En este proceso, es importante que la incorporación de la generación sirva «como palanca aceleradora» y, para ello, «lo mejor es que convivan las generaciones».

«Normalmente, las siguientes generaciones suelen estar más alineada con la velocidad y el movimiento de cambio, y esto ayuda a la organización», ha expuesto Guillén.

La última parte de la jornada ha estado protagonizada por la conferencia que ha ofrecido el consejero de la empresa Hida Alimentación, Fulgencio Hidalgo. El directivo ha explicado el proceso de liderazgo que ha aplicado en su empresa.