Mª José Gisbert de Valora Prevención

Tras la pandemia afloran problemas de salud mental laboral, ¿cómo afrontarlos?

Los diferentes organismos especializados en salud mental coinciden en “el grave deterioro que ha sufrido la salud mental de las personas en los últimos años”. Esto no es algo nuevo, pues ya había un importante deterioro antes de la pandemia covid-19 a nivel mundial. Lo que ha ocurrido es que este deterioro se ha visto incrementado exponencialmente después de la pandemia. Deterioro que perjudica la salud de las personas trabajadoras. Con ello, el rendimiento de las empresas y un aumento en el absentismo por motivos psicosociales.

Entre las posibles enfermedades profesionales relacionadas con los riesgos psicosociales que podemos encontrar que afecten a la salud mental, aparecen la ansiedad o la depresión. Problemas, que pueden restar en el rendimiento laboral, sumar a períodos de absentismo más prolongados e incrementar los índices de accidentabilidad laboral.

Según la EU-OSHA (Occupational Health and Safety Assesment) se estima que el 25 % de los ciudadanos europeos experimentarán un problema de salud mental a lo largo de su vida. De los que  aproximadamente un 10 % de dichos problemas de salud y las discapacidades a largo plazo pueden estar relacionados con trastornos mentales y emocionales en el lugar de trabajo.

Aunque se han hecho múltiples esfuerzos para mejorar esta situación, un informe de la Organización Mundial de la Salud (en adelante OMS) pone de relieve el déficit mundial de inversión en la salud mental.

Nuevo escenario en la salud mental laboral

El nuevo escenario de Salud Mental de la OMS, dibuja un decepcionante panorama de fracaso mundial en la prestación de servicios en salud mental a las personas que los necesitan. Todo ello en un momento en el que la pandemia de la COVID-19 ha puesto de manifiesto la creciente necesidad de apoyo en esta materia. Aunque se haya prestado una mayor atención a este aspecto, todavía no ha visto sus frutos o por lo menos no se ha traducido en un incremento de los servicios en atención a la salud mental de calidad, que se ajuste a las necesidades de las personas que los requieren.

De los aspectos directamente relacionados con la Salud mental en el trabajo, hemos de tener en cuenta, entre los factores de Riesgo Psicosocial, aquellos factores estresores con resultados de ansiedad, estrés, insatisfacción laboral… Encontrándose entre los temas más desafiantes en materia de seguridad y salud en el trabajo, y donde actualmente están estigmatizados hacia una percepción de debilidad “del individuo” en lugar de ser considerado como un problema organizacional. Aspectos que actualmente generan un impacto significativo tanto en la salud de las personas como en la economía de las organizaciones. Debiendo ser tratados al igual que cualquier otro riesgo para la seguridad y la salud en el lugar de trabajo.

Alineado con el párrafo anterior, en España, con la publicación de la nueva Estrategia Española de Seguridad y Salud (EESS) para el periodo 2023-2027, pretende, entre otros muchos aspectos, incidir en la valoración de los riesgos psicosociales. Debido a que se trata de uno de los problemas de salud en el trabajo más complejos y habituales, aflorando factores estresantes y colectivos de población laboral con mayor exposición a éstos. La EESS propone distintas acciones para su identificación, evaluación o intervención y así “mitigar” su exposición y los efectos sobre la población laboral. Tanto es así que incide e incluye el desarrollo de diversas acciones para hacer frente a los factores psicosociales en 4 de sus 6 objetivos.

Como vemos, es la propia EESS la que incita a la acción, recogiendo especial mención dentro del “Objetivo 2: Gestionar los cambios derivados de las nuevas formas de organización en el trabajo o la evolución demográfica”, donde pone de manifiesto que las exigencias de las tareas cada vez llevan implícita mayor carga mental, incrementada por las nuevas formas de organización del trabajo. Incide en que un 32% de la población ocupada refiere estar expuesta a presiones de tiempo o sobrecarga de trabajo con potenciales efectos sobre la salud mental, siendo muy similar en hombres y mujeres.

El impacto de los problemas de salud mental en el lugar de trabajo tiene graves consecuencias tanto para la persona, como para la productividad de la empresa. Viéndose afectados tanto el desempeño de los empleados, las tasas de enfermedad, el ausentismo, los accidentes y la rotación de personal. Ante esta situación nos planteamos una pregunta:

¿Cómo abordar la salud mental en el lugar de trabajo?

El lugar de trabajo puede proporcionar un contexto social en el que desarrollar un entorno mentalmente saludable que apoye a todos los trabajadores y trabajadoras. Actualmente la Salud Mental ya no se centra exclusivamente en la prevención y el manejo de las enfermedades mentales, sino que busca un enfoque holístico que incluya la promoción del bienestar y la mejora del funcionamiento junto con las medidas preventivas e intervenciones multinivel (individual, grupal, liderazgo y organizacional), de tal forma que hay una implicación global de toda la organización.

La EESS establece que para la salud mental y los factores psicosociales hay que abordarlos mediante la identificación, evaluación e implantación de acciones preventivas dirigidas a mejorar la satisfacción laboral de las personas trabajadoras. En especial hacia los sectores sanitarios, sociosanitarios y de otros servicios del cuidado de personas. Campaña “cuidar al cuidador”, en empresas con bajas por motivo psicosocial (depresión, ansiedad, estrés u otras enfermedades mentales). O en empresas con denuncias o casos de acoso laboral, sexual o por razón de género, para verificar la existencia de protocolos frente al acoso, canal de denuncias, evaluación y protocolos de actuación.

La implantación de acciones diversas, que abarcan desde la elaboración de orientaciones y herramientas que faciliten la gestión de los riesgos psicosociales, al cumplimiento de la normativa de aplicación (por ejemplo la Ley 10/2021, de 9 de julio, para el desarrollo de la prestación laboral a distancia, especialmente en teletrabajo) para favorecer la transición digital y demográfica, una efectiva desconexión digital, o una implantación de nuevas tecnologías en una población activa que requiere de una prolongación de su vida laboral que va a necesitar de una evolución de las aptitudes psicofisiológicas. O campañas como la “Campaña EU-OSHA 2023-2025 trabajo seguro y saludable en la era digital” en el contexto de ayudar a sensibilizar sobre el impacto de las nuevas tecnologías digitales en el trabajo y los lugares de trabajo y los retos y oportunidades asociados a la seguridad y la salud en el trabajo (SST).

Y además, todo lo anterior se ve reforzado en el ámbito laboral, por la publicación del Criterio Técnico de la ITSS nº 104/2021 (abril 2021) sobre actuaciones de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social frente a los Riesgos Psicosociales. En él se establece ese carácter generalizado y multisectorial en las obligaciones de realizar una evaluación específica de los riesgos psicosociales.

En Valora Prevención estamos convencidos de la importancia que tiene una adecuada evaluación psicosocial y la implantación de sus acciones preventivas. No solo para ayudar a las empresas a cumplir con las obligaciones legales, si no también para conseguir una mejora real en las condiciones de trabajo y el bienestar emocional de sus empleados.

Fruto de esta convicción, nos ha llevado a reforzar el aprendizaje con nuestra participación en el Proyecto Europeo H-WORK (2021 – 2023) junto con la participación de otros 9 países europeos, diferentes empresas e instituciones (universidades, asociaciones, servicios y empresas públicas). Donde el objetivo principal de este ambicioso proyecto es diseñar, implementar y validar diferentes acciones e intervenciones en diferentes niveles, para desarrollar productos innovadores y eficaces dentro de las organizaciones que ayuden a mejorar el bienestar de sus personas trabajadoras. Reduciendo la probabilidad de sufrir ansiedad, depresión, burnout, etc…, a través de recomendaciones tanto para empresarios/as como para trabajadores y trabajadoras. Sin olvidar a los/las profesionales dedicados a la prevención y como no a las entidades legisladoras.

Proyecto H-Work

En particular, H-WORK (H-work – Mental health in SMEs and public workplaces) desarrollará:

  • Herramientas de asesoramiento. El desarrollo de protocolos y la validación de la evaluación de factores de riesgo psicosocial en el lugar de trabajo. Incluye protocolos para el análisis de necesidades y un cuestionario digital para la recopilación de datos cuantitativos sobre riesgo psicosocial, la salud mental o el bienestar de sus empleados y empleadas.
  • Intervenciones en los lugares de trabajo. Se validarán intervenciones de vanguardia derivadas de la experiencia y las mejores prácticas testeadas en el proyecto.
  • Herramienta de evaluación para valorar el impacto económico y la relación coste-eficacia de las medidas adoptadas.
  • Desarrollo e implementación de una plataforma innovadora que ayuda a la promoción de la mejora de la salud mental y su evaluación comparativa de la evolución en las empresas.

Por último, en Valora Prevención encontrarás el apoyo y asesoramiento técnico especializado junto con un conjunto de medidas preventivas. Nos permiten prescribir las mejores prácticas en intervención, diferenciadas en:

  • Medidas preventivas primarias, basadas en la prescripción de medidas de intervención sobre la organización productiva en las empresas.
  • Medidas secundarias, basadas en una batería de contenidos formativos de calidad, centrados tanto en las habilidades técnicas como las habilidades no técnicas (comunicación, motivación, empatía, concienciación, trabajo en equipo, gestión del estrés y la fatiga, entre otros) diseñados para trabajar y dotar de conocimiento y herramientas de ayuda a las personas, y
  • Medidas terciarias basadas en la ayuda a las personas en el ámbito laboral, mediante la intervención sobre el individuo (desde los directivos y mandos intermedios hasta las personas trabajadoras y equipos de trabajo) para trabajar y potenciar el equilibrio emocional, el autocuidado, la actitud mental positiva, el asertividad, etc.

Por todo lo expuesto en este artículo, animamos a personas y empresas a dejar de ver los riesgos psicosociales como temas “tabú” y aflorarlos de manera asertiva para poder evaluar e implantar medidas, en aras de la mejora colectiva de la población trabajadora y con ello la mejora de la calidad de vida laboral.

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