La exposición de Pepe Gimeno para conmemorar el Día del Diseño Gráfico
El 27 de abril se celebra el Día Internacional del Diseño Gráfico. Con dicha fecha se busca crear un espacio para dar a conocer la importancia de esta profesión, así como su contribución para generar cambios significativos en todo el mundo y hacer del Diseño Gráfico una herramienta de valor social.
Siendo que València es la Capital Mundial del Diseño en 2022, tras la designación bianual llevada a cabo por la reconocida institución World Design Organization®; no puede más que alinearse por completo con este reconocimiento a la creatividad.
Así hasta el 29 de mayo se puede visitar la exposición “A través de la posverdad. Pepe Gimeno. Obra 20-22” en el Palau Joan de Valeriola de la capital del Turia, sede de la Fundación Chirivella Soriano.
En el marco del programa de actividades de València Capital Mundial del Diseño 2022; se puede visitar este monográfico que recorre los últimos meses de su larga y prolífica trayectoria profesional como diseñador curioso y artista vocacional a través de sus últimas obras plásticas; sin olvidar su vocación por el diseño tipográfico, una de sus señas de identidad más reconocidas.
Los más de 40 trabajos expuestos, todos ellos inéditos y en su mayoría de gran formato; se reparten a lo largo de las tres plantas del Palau Joan de Valeriola con el fin de articular un potente discurso en torno a la noción de posverdad. Un concepto sobre el que reflexiona e investiga en base a tres ejes: la comunicación, la gráfica y el arte.
Esta exposición tiene lugar en un momento significativo de la trayectoria de Gimeno. Tanto por los 50 años cumplidos de su carrera profesional, como por el todavía reciente Premio Nacional de Diseño 2020, por enmarcarse en el programa de València Capital Mundial del Diseño 2022, así como por el contexto del Día Internacional del Diseño Gráfico.
¿Qué nos enseña el diseño?
“Quiero poner en vilo al espectador. Debemos ser conscientes de la manipulación a la que estamos sometidos, puesto que cualquier mensaje es susceptible de ser adulterado. Y es que los medios digitales multiplican los peligros por miles”, alerta Gimeno. “Fake news, bulos… son una poderosísima amenaza a nuestra libertad. La manipulación de la verdad nos conduce irremediablemente a un callejón sin salida. Hay que estar alerta y formarse: si no, cuando adviertes el peligro, el mal ya está hecho.” Según Gimeno, la formación y el criterio, los únicos antídotos contra la verdad distorsionada, también deben tener en cuenta áreas como el diseño. “Uno de los principales legados de València Capital Mundial del Diseño será su contribución a la divulgación en torno al diseño. Es fundamental acercar el buen diseño a las empresas y a la sociedad. Solo cuando conoces algo bueno, puedes echarlo menos y no acostumbrarte a un nivel inferior.”
El propio formato en el que se aborda la exposición, así como las abrumadoras proporciones elegidas —un tríptico llega a los 10 metros—, ponen de manifiesto que la posverdad actúa desde el poder: “desde arriba, por parte de quien tiene la información y la distribuye. La instalación transmite el peso estratégico de esa posición de superioridad y poder. El discurso de la obra se impone, así, a la mirada del observador.”
Herramientas analógicas
“Este proyecto ha tomado forma a la antigua usanza, durante la pandemia, con herramientas y métodos analógicos — recortes, rótulos pintados a mano, lienzos…”, desvela Gimeno, que ha superado el reto de crear su mayor exposición monográfica hasta el momento en tan solo un año y medio y sin salirse del terreno de la tipografía.
Haciendo gala de su capacidad de síntesis, rigor y creatividad para narrar cosas complejas, Gimeno parte de un texto, una palabra, o una idea para mostrar cómo actúa la posverdad. De forma tan poética como cruda, oculta, manipula o reordena información siguiendo su mismo juego: “tapo la objetividad a través de la emoción y del sentimiento. Manipulo el razonamiento que subyace en el concepto hasta que este crea una emoción capaz de esconder lo que decía el texto inicial”, explica.
El germen de la exposición se halla entre las piezas reunidas en el Palau Joan de Valeriola. Se trata de un collage realizado con un periódico en época de confinamiento: “troceé un periódico entero en franjas y lo volví a ordenar. Lo recompuse alterando el orden de los fragmentos y nos sirve para entender que, aunque se trata del mismo periódico, el relato ha cambiado. El resultado es una reconstrucción sin sentido, pero aparentemente igual a la versión original.”
En ese mismo apartado, el visitante puede descubrir un rótulo reproducido, un libro de tipografía y dos tomos de enciclopedia, fragmentados por completo y resituados de manera aleatoria. Para abordar la posverdad en la comunicación, el artista invita a reflexionar sobre el propio concepto y su percepción, trabajando con palabras como “emisor” y “receptor” y cuestionando nuestra visión de la realidad.
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