ODSesionados: los Objetivos de Desarrollo Sostenible tras la pandemia
La pandemia languidece, al menos aparentemente, y es hora de retomar paulatinamente la actividad plena y volver a introducir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en todas las estrategias, políticas y modus operandi de cualquier empresa u organización que se jacte de sostenible.
La covid-19, según estudios de la propia ONU, enfangó y frenó la evolución de todos los sistemas de gestión y organización que habían dado pasos de gigante en los últimos años. Ahora se vislumbra luz, procedente de fuentes renovables espero, al final de túnel.
Debemos volver a «odsesionarnos» –si se me permite este palabro– y que la gestión de los Objetivos ocupe nuestra atención, energía y tiempo más de lo que lo ha hecho en los últimos meses, en los que la salud ha copado absolutamente todo. Retomar el camino iniciado antes del virus regará de nuevo las mentes comprometidas y engrasará las estructuras organizativas, como se dice ahora, con propósito.
Los ODS deben ser parte de una plan de Responsabilidad Social Corporativa
Pero recuerden, siempre que los ODS deben ser parte de una plan de Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Como dice la bandera de Brasil, orden y progreso. El orden es una buena política, coherente con los valores y principios de la empresa. En otras palabras, debemos conjugar la ética y la integridad de la compañía con la rentabilidad del negocio. Alinearlas.
El progreso es un buen sistema de monitorización del avance de los compromisos, de las cifras, de los datos, que nos permitan analizar si el camino elegido de posicionamiento sostenible es el adecuado o no. No podemos perder ni un gramo de reputación gestionando todo lo que hemos construido para ganárnosla.
El ODS 13
Llega ahora en España una nueva ley vinculada al desarrollo: la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, sin duda una nueva oportunidad para caminar sobre las brasas sostenibles y a ver quién se quema y quién no. No se deberían abrasar aquellos quienes pusieran en práctica hace años ya, gracias a su estrategia de RSC, una política de reducción de emisiones de gases efecto invernadero.
Hablo del ODS 13, Acción por el Clima, o del Estándar 305-5 de la Global Reporting Initiative (GRI) sobre Reducción de Emisiones de GEI. La RSC va por delante de las normativas y en este caso ha vuelto a suceder. La ley no puede haber sorprendido a los que tenían en marcha una buena política de RSC desde hace tiempo.
En la nueva norma, lo mismo ocurre con otros temas como las energías renovables y eficiencia energética, la transición energética y combustibles, la movilidad sostenible, la adaptación al cambio climático, el cambio climático, salud pública y biodiversidad y la educación, formación e innovación. Todo temas relativos, emanados o en estrecho contacto con la RSC.
Sigue siendo corriente encontrar organizaciones, públicas o privadas, que están odsesionadas pero que carecen de una estrategia a medio o largo plazo de Responsabilidad Social o de Sostenibilidad, que es más corto pero es lo mismo. Y no puede suceder porque de este modo estamos construyendo algo efímero y la Sostenibilidad está reñida con el cortoplacismo.
Objetivos de la nueva ley
La vuelta a la normalidad, a la vieja normalidad, debe impulsar de nuevo las cifras positivas de la puesta en marcha de los ODS que teníamos hasta el 2019 AP, el último año Antes de la Pandemia.
Entre los objetivos de la nueva ley, que cuenta con 36 artículos, hay dos fechas clave para su desarrollo: una, 2030, cuando España deberá reducir un 23 % las emisiones de efecto invernadero respecto a 1990, y la segunda, 2050, año para alcanzar la neutralidad climática. Parecen fechas lejanas, pero reitero que esto de lo que discurrimos en esta página es una cuestión de largo plazo y no de odsesiones sin ningún tipo de enjundia detrás.
La riqueza no material son los intangibles y las empresas y organizaciones que se precien deben poner, en píxeles negros sobre blancos, cuál es su estrategia responsable antes de iniciar cualquier camino por los Objetivos. La Transformación Responsable va en paralelo a la Digital. Pero de esto escribiremos otro día.