La crisis provocada por la pandemia del coronavirus ha recortado en casi un 2 % la riqueza financiera de las familias y empresas residentes en España en 2020, respecto al año anterior. En gran parte debido al batacazo superior al 10% registrado por el producto interior bruto (PIB) español, aunque también influyó la deuda de las empresas.
Saldo positivo respecto al año anterior
Según este indicador trimestral, el saldo del cuarto trimestre fue positivo en comparación con el periodo anterior. Mejoró hasta los 1,590 billones, desde los 1,549 billones de septiembre.
Este repunte, que se produjo también en pleno confinamiento, en el segundo trimestre frente al primero, no logró compensar la caída interanual. Esta resulta de comparar los citados 1,590 billones con los 1,690 de un año atrás.
En relación con el PIB, los activos financieros netos representaron el 141,8%. Un ratio que es 11,6 puntos porcentuales superior al de un año antes, según los datos publicados hoy por el Banco de España.
Baja la deuda de los hogares, pero sube la de las empresas
La deuda consolidada de las sociedades no financieras y las familias cerró 2020 en 1,653 billones de euros. Un 2,5% más que los 1,612 billones de un año antes. Lo que representa un 147,4% del PIB.
En el incremento de la deuda agregada de ambos sectores influyó el aumento del crédito concedido a las sociedades no financieras. Por ejemplo, el avalado en parte por el ICO, ya que la deuda consolidada de estas empresas alcanzó los 952.000 millones desde los 904.000 millones anteriores. Y pasó a representar un 84,9% del PIB.
«Ese ratio crecería hasta un 107,7% del PIB si se incluyese la deuda entre empresas«, explican fuentes del Banco de España.
Por su parte, la deuda de los hogares e Instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares (ISFLSH), el otro componente de esa categoría, se redujo en 2020 a 701.000 millones desde los 709.000 millones de 2019. Lo que situó la ratio en un 62,5% del PIB.
El repunte de la ratio de endeudamiento sobre PIB se debió, sobre todo, al descenso del PIB y, en menor medida, al aumento de la deuda.
Los activos financieros de los hogares (dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta) bajaron a finales de diciembre un 1,7 % en comparación interanual. Y quedaron en 2,347 billones.
Esta caída, explica el Banco de España, se debió sobre todo a la bajada del precio de los activos en los mercados financieros. Principalmente, en el primer trimestre del año. Mientras que las transacciones fueron positivas, con una adquisición neta de activos financieros de 77,6 millones de euros.
El grueso de los activos se concentra en el efectivo y los depósitos
Por componentes, el grueso de los activos financieros de los hogares se concentró el año pasado en dinero en efectivo y depósitos (el 42% del total), seguido de participaciones en el capital (23%), seguros y fondos de pensiones (17%) y participaciones en fondos de inversión (15%).
El componente de efectivo y depósitos fue el que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares (en 3,8 puntos) con respecto a un año antes. Mientras que el peso de las participaciones en el capital fue el que más cayó (5,2 puntos). Resultado del impacto negativo de las revalorizaciones.