Los agentes sociales dan la bienvenida a una fusión valiosa para la Comunitat
El guión de los hechos se cumplió ayer sin prisa, pero sin pausa. Tras el visto bueno de los consejos de administración de CaixaBank y Bankia sobre la fusión, los agentes sociales no dudaron en dar la bienvenida a València a la primera entidad del país. Todos han coincidido en señalar que es un hecho positivo para la Comunitat y todos han reconocido el lado negativo que preocupa: los empleos. En este último caso, patronal y sindicatos esperan una reestructuración ordenada.
El presidente de la CEV Salvador Navarro calificó de «hito histórico» que la nueva entidad de la fusión de Bankia y Caixabank, el banco líder en España, fije su sede en València. Para el responsable del empresariado valenciano, esta decisión tiene sentido y confía en que la nueva entidad traslade a la Comunitat algunos de sus servicios y puso como ejemplo los seguros.
Desde que hace unas semanas se hicieran públicas las intenciones, la CEV se han calificado como positiva la fusión, pues está en «línea con lo que el contexto económico requiere y con las recomendaciones que el BCE está trasladando a todo el sector bancario de la Unión Europea, y confía en que repercuta en beneficio de las empresas y los ciudadanos de la Comunitat».
Respecto a la cuestión de los trabajadores, Navarro ha comentado que hace tiempo que el modelo de gestión online es el que impera y las entidades ya que se encontraban en este proceso de reducción de oficinas y por lo tanto de puestos de trabajo.
Un componente social a vigilar
Para Arturo León, secretario general de CCOO PV, se trata de una operación que tiene lógica empresarial «si se desarrolla con criterios de responsabilidad social acordados con los representantes de los trabajadores y que el sindicato va a exigir«, incide.
León considera importante resaltar «la participación del Estado dentro de la entidad resultante y el componente social que queremos que se mantenga de las extintas cajas de ahorro».
En su opinión, continúa Arturo León, la fusión es muy valiosa desde el punto de vista sociopolítico pues «la entidad resultante tendría presencia en todo el Estado» y además, -matiza- «la combinación del eje Cataluña-Madrid y del Corredor Mediterráneo con la sede social en València hace que pueda convertirse en un factor de integración y de cohesión territorial».
Arturo León añade también que se trata de una operación que «podría preparar a la entidad para abordar con garantías un proceso posterior de integración en la Unión Europea aún por llevarse a cabo».
En definitiva, -concluye Arturo León- para CCOO «es una operación estratégica, también incluso para reclamar el montante de la deuda que la entidad mantiene con el Estado y no renunciamos a la creación de una entidad bancaria pública que favorezca la inversión y el crédito al tejido productivo».
Víctor Miravete, secretario del sector financiero estatal de UGT, considera que lo que más les interesa es el aspecto laboral de la operación empresarial. «Tendremos que esperar a que expongan el modelo de negocio y qué futuro prevén a tres años vista tanto para la plantilla como en el cierre de oficinas». En este sentido, Miravete aclara que «no contemplamos un escenario donde no se establezca un pacto negociado y donde las salidas no sean voluntarias por parte de los empleados».
Miravete aclara que se trata de «dos empresas con beneficios que lo que quieren es tener más beneficios pero no a costa de puestos de trabajo«, incide.
Miravete (UGT): «Tendremos que esperar a que expongan el modelo de negocio y qué futuro prevén a tres años vista tanto para la plantilla como en el cierre de oficinas».
En cuanto a cómo afectaría a los trabajadores de ambas entidades financieras en la Comunitat Valenciana. Miravete considera que «si ambas quieren continuar con un modelo de negocio de atención estrecha con el público necesitarán empleados».
En estos momentos, tienen en plantilla en la Comunitat Valenciana que ronda los 2.500 personas y Caixabank cuenta con 1.900. En este sentido, Miravete explica también que Bankia viene de un ERE con BMN que suspuso una salida de personal de manera voluntaria y Caixabank, por su parte, llevó también a cabo un ERE en agosto del año pasado, que redujo la plantilla en la Comunitat Valenciana cerca de un 14%. Con lo cual, -incide Miravete- «las plantillas ya están ajustadas, aunque no dudo que quieran ajustarlas más. Entonces habrá que ver si hay un buen pacto de salidas».
De todas formas, destaca Miravete, «tenemos que esperar a ver a qué velocidad quieren integrar ambas entidades financieras ya que esto condicionará la negociación».
El lado negativo de una fusión
La concentración de la oferta bancaria sí ha tenido respuesta por parte de la organización de consumidores. En concreto, la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu) considera que la fusión de Bankia y CaixaBank supondrá que los consumidores tendrán menos oferta y menos opciones para comparar y poder elegir aquella entidad que mejores condiciones le ofrezca o más se adapte a sus necesidades.
Además, señala que la primera consecuencia que esta fusión va a traer consigo, como ya ha ocurrido en otros procesos similares, es una reducción en el número de oficinas bancarias, y alerta de que el cierre de algunas oficinas conllevará «una peor atención en el servicio prestado», especialmente en zonas rurales, donde algunas poblaciones se podrían quedar sin servicio.
Hasta que la fusión no se haga efectiva no se podrá saber de qué forma afectará a los productos suscritos por cada cliente, pero Avacu opina que podría ocurrir que algunos de ellos vieran incrementadas las comisiones por mantenimiento o servicio, o cambiadas las condiciones de contratación de algunos productos.
Por ello, destaca que cualquier cambio o modificación que la entidad realice de manera unilateral debe ser avisada con antelación y por escrito, y aconseja al usuario que se informe y lea bien las nuevas condiciones, y en caso de no querer aceptarlas solicite la cancelación de ese contrato, que no debería suponerle ningún coste o penalización.
En caso de que el consumidor decida cambiar de entidad, la asociación señala en un comunicado que hay que revisar siempre previamente las condiciones que le oferten en esa nueva entidad.
Según Avacu, el proceso de absorción de Bankia por parte de CaixaBank está provocando en los clientes de ambas entidades algunas dudas sobre qué puede ocurrir una vez se haya hecho efectivo, y si esa fusión puede afectarles en los productos que tengan suscritos con alguna de ellas, como hipotecas, tarjetas, fondos de pensión o seguros.
Artículos relacionados
BBVA Research eleva al 3,1% el crecimiento económico en 2024 gracias al empleo