Para algunos, el tiempo que hemos pasado confinados, ha sido más provechoso que para otros, porque durante esos días han tenido tiempo para pensar qué hacer con el fin de ayudar a la sociedad en estos momentos de crisis sanitaria y además, sacar su negocio adelante. Y en esta tesitura se ha encontrado Enrique Cuñat, gerente de EC Clinic, una clínica centrada sobre todo en la fisioterapia, pero que ha decidido hacer test para detectar la COVID-19 y que, para poder prestar este servicio ha tenido que formarse junto con el médico de la clínica con la ayuda de Genotipia.
EC-Clinic comenzó su andadura hace 20 años. Enrique Cuñat nos confiesa que, con el paso de tiempo, siempre ha tenido la inquietud de prestar un servicio integral al cliente. «Esto nos llevó a Carlos Ledó, CEO de Idai Nature, que ha ejercido como inversor, y a mí, a fusionar la medicina con la fisioterapia». Para conseguir este objetivo, Cuñat decidió vertebrar los servicios que presta la clínica en tres grandes segmentos: el aparato locomotor, suelo pélvico tanto para hombre como para mujer y la medicina estética. «Se trata de tres campos donde somos muy competitivos. Contamos con un equipo de trabajo muy profesional y con tecnología muy avanzada y, con ese cóctel, hemos conseguido reinventarnos», destaca.
Durante el confinamiento «pensamos cómo reinventarnos, ya que como no podíamos dar servicio, decidimos formarnos, tanto el médico de la clínica como yo, con Genotipia para hacer test para detectar la COVID-19».
EC Clinic lleva prestando este servicio desde hace escasas dos semanas, ya que hasta ese momento ha estado prohibido por el Gobierno.
«Estamos intentando proporcionar un muestreo de la población para que tome las medidas oportunas y haga lo más correcto, tanto si sale una PCR positiva como si sale negativa», explica Cuñat. Pero no solo se encargan de hacer las pruebas, «también orientamos al paciente», matiza. En concreto, si se trata de un test positivo, se comunica al centro de salud correspondiente para que ponga a esa persona en cuarentena y el médico de EC Clinic les da ya la pauta que toca en cada caso y; en el caso de que fuera negativo, les informan sobre las precauciones que tiene que llevar a cabo, que son las que están recomendando las autoridades sanitarias.
En definitiva, -subraya Enrique Cuñat- «se trata de que el paciente obtenga su pasaporte biológico y sepa cómo debe actuar en cada momento».
Cuñat reconoce también que para poner en marcha esta iniciativa, más que inversión económica, «hemos realizado una inversión formativa sobre los test tanto el médico de la clínica como yo. Tampoco podíamos invertir un dinero en hacer pruebas PCR porque no tenemos los materiales para hacerlos. A ellos solo pueden acceder los grandes laboratorios».
Con lo cual, desde EC Clinic se han puesto en contacto con Imegen y han contratado sus servicios. Desde que comenzaron con esta iniciativa, hace dos semanas escasamente, ya han hecho cerca de 50 test tanto de PCR como de seroprevalencia. «El proceso es complejo, -señala Cuñat-. Tenemos que agendar a las personas interesadas durante uno o dos días a la semana para que pueda venir el enfermero del laboratorio de Imegen y pueda tomar todas las muestras, se las lleva y las analizan y en todo este proceso se consumen prácticamente tres días. Con lo cual, tampoco se puede hacer de forma masiva».
La clínica da empleo a ocho personas que han estado en un ERTE durante el periodo de confinamiento. «En estos momentos, el personal de Administración ya está a pleno rendimiento y otras tres personas están trabajando ya 25 horas semanales. Con lo cual, del total de la plantilla solo habría que rescatar las 15 horas que les faltan a estas personas», matiza Enrique Cuñat.
Actualmente, explica el gerente de EC Clinic, «estamos ofreciendo la posibilidad de hacerse el test a las empresas». «En estos contactos que estamos manteniendo con ellas nos estamos dando cuenta que hay gente muy predispuesta y otros que no están interesados. Con lo cual, no sabemos aún la respuesta que vamos a tener ya que hemos empezado prácticamente hace dos semanas».
Por otra parte, Enrique Cuñat considera que «sería interesante, además de conocer la incidencia de la COVID-9 en la zona, que se hicieran test tanto a aquellas personas que trabajan en una cadena de producción como el colectivo de sectores esenciales».
En cuanto al coste, el gerente de EC Clinic revela que el test combinado que ofrecen tiene un precio de 160 euros. «Si el paciente decide hacerse el test de seroprevalencia para saber si está inmunizado porque ha tenido síntomas solo cuesta 60 euros». «Aunque el precio parezca muy alto, -matiza- no hay prácticamente margen de beneficio». Los 160 euros incluyen la prescripción médica, los materiales para hacer el test y el informe biológico que recoge tanto la opinión del laboratorio como del médico de la clínica.
En este sentido, Enrique Cuñat opina que si sale una vacuna «también será cara aunque debería ser gratis y con carácter masivo. No obstante, creo que no va a ser así, que se establecerá solo para grupos de riesgo».