Sábado, 20 de Abril de 2024
Pulsa ENTER para buscar
Club Empresas Infonif Podcast Rankings Eventos Revistas

Los reyes de la burbuja natural del moscatel con Reymos

Los reyes de la burbuja natural del moscatel con Reymos

2016-mayo-Bodega-Reymos-linea-embotellado

La expansión de los vinos espumosos y ligeramente dulces, tanto en el mercado nacional como en el internacional, ha generado un nicho de negocio que bodegas como Reymos ha sabido aprovechar, apostando por la calidad, pero sin olvidar el precio. Con el enorme potencial de sus moscateles y una cuidada elaboración por el método Charmat, consiguen unos vinos de gas natural, que no hacen más que crecer. 18 millones de kilos de uva moscatel pasan por la bodega y con la vista puesta ya en los 20 millones. Y lo mejor y más importante es que esto no parará ahí.

[masinformacion post_ids=»76438″]

En España hablar de moscatel obliga a citar a una bodega valenciana, Cheste Agraria, una cooperativa que tiene su origen en 1918, que hoy aglutina a unos 600 socios y que, además de vino, gestiona otros productos del campo. Quizá ese nombre, Cheste Agraria, así en seco, no diga gran cosa en el mundo del vino, pero si hablamos de Reymos, la cosa cambia. Es el rey del moscatel, porque esta marca se ha hecho un hueco en los lineales de decenas de supermercados de nuestro país y de media Europa.

Con una botella característica, que semeja a un champagne francés, y su collarín dorado y negro, se ha abierto un mercado propio. Es el de un público eminentemente joven, que busca bebidas de bajo contenido alcohólico, refrescante y con una punta de dulzor.

Reymos es un vino de moscatel cien por cien, elaborado siguiendo el método desarrollado por Eugène Charmat en 1916, quizá uno de los sistemas de elaboración más desconocidos por el gran público en nuestro país, pero que goza de gran fama en Alemania o Francia, y en el que Cheste Agraria confió tras una importante inversión, que le ha dado un excelente resultado comercial.

Método Charmat

Así como en el método tradicional del champagne o del cava se realiza la segunda fermentación en botella, el sistema Charmat realiza esa segunda fermentación en depósitos, abaratando el proceso y unificando sabores y aromas en grandes producciones. El vino resultante tendrá una burbuja autóctona, naturalmente obtenida por los azúcares del propio mosto original, y no por adicción de azúcar de remolacha como en otros lugares hacen.

El éxito de Reymos es, precisamente, la burbuja natural, sin azúcar añadido, y con una graduación de cinco grados, que permite acceder a un tipo de público que, generalmente, proviene de la cerveza y los refrescos y que, en ocasiones, le cuesta pasar a los vinos tranquilos de forma directa.

Junto a Reymos, la bodega produce otra gama de vinos un poco más sencilla, pero con un crecimiento enorme: unos se comercializan bajo la enseña Amatista, con menos burbuja, más parecido a vinos de aguja; y otros con la marca Viña Tendida, en el segmento de los moscatos blancos y rosados, al que le añaden un 5 % de garnacha.

Son vinos fáciles de beber, todos de baja graduación, que llegan al público joven y desenfadado, con aromas frutales y florales, muy agradables para los aperitivos o para acompañar comidas de pasta.

La mayor parte de estos últimos -hasta en un 80 % dependiendo de los años-, caminan a la exportación rumbo a Japón o los países del Este, siendo Reymos el que está más orientado al mercado nacional.

Un brut de malvasía y moscatel

Dentro de la oferta de la bodega y dirigido a un público más habituado a champagnes y cavas, la mejor opción es L´Encert (El Acierto en valenciano), un vino espumoso también desarrollado por el método Charmat, pero en este caso brut.

La singularidad alcanza también a las variedades, ya que no es nada habitual elaborar espumosos con malvasía. El 70 % del coupage es esta variedad autóctona, que se combina también con moscatel y merseguera, siendo el resultado un espumoso seco, al que la merseguera le da un punto de frescor y acidez.

El secreto del éxito de los vinos de Reymos está en la calidad de su moscatel, que protagoniza la producción de la bodega con el 90 % de toda la uva cosechada. El resto es malvasía o tempranillo, pero la mayor parte de los socios están aprovechando el tirón del moscatel y reestructurando viñedos para producir una uva que Reymos paga bien.

A juicio de Fernando Tarín, enólogo de la bodega, el moscatel exige unas características climáticas tan específicas, que es complicado conseguir una calidad tan buena fuera del entorno Mediterráneo y, especialmente, valenciano.

La cercanía del mar juega a su favor, y por eso en el entorno de Cheste esta bodega gestionó este año 18 millones de kilos de uva, con el objetivo a corto plazo de superar los 20 millones.

campaña renta Generalitat
Turismo-sostenible
Caixa Ontinyent emancipar-te
Ruta de las barracas Alcati

Dejar una respuesta