Hace dos décadas, en 1997, en la televisión española, un anuncio se convirtió en «viral”, aunque en aquella época esa denominación estaba lejos de existir. Un anuncio de una compañía de teléfonos en la que un niño con gafas sentado en un sofá llamaba a todos los números de la agenda de sus padres para desearles felices fiestas estaba de moda. El tan famoso «Hola, soy Edu, ¡Feliz Navidad!”.

Todo un fenómeno viral en su época

Fue toda una sensación, incluso después de esta mítica campaña publicitaria, el niño de las gafas volvió a ser protagonista de más anuncios de la misma compañía y de otros productos diferentes, desde diarios deportivos a caramelos.

Seguro que te preguntas ¿Qué fue de aquel niño”? Pues actualmente Edu, o mejor dicho, Enrique Espinosa, que es su real nombre, es un emprendedor que se mueve en el pujante mundo del desarrollo web y el marketing digital.

Espinosa fundó la compañía Agencia Ninja, que tiene como objetivo desarrollar sus propios diseños y ayudar a las pymes que no pueden asumir el coste de contratar los costes de un equipo especializado en el tema.

Para Enrique Espinosa, su experiencia en el mundo de la televisión fue la oportunidad de entrar en un mundo bonito para un niño, pues salió en programas de gran audiencia y tuvo un éxito, aunque fuese efímero. Para él fue un problema en ocasiones cuando iba por la calle o aparecía en sitios públicos, ya que toda la gente le conocía. Esto para un niño era extraño.

Pasados los años meditó sobre el impacto de aquel anunció y cuando creó su proyecto empresarial, intentó llevar al mundo digital el método del éxito de aquel anuncio unido a la tecnología digital actual.

Este empresario piensa que «el marketing sencillo, en combinación con las soluciones digitales, suele ser lo que más funciona en cualquier empresa que busque vender su servicio y un producto». Espinosa está alejado de aquel mundo de la televisión y ha centrado todos sus esfuerzos en el crecimiento de su empresa.

Existe vida después de la televisión y como puede verse, en algunas ocasiónes, termina siendo inspiración para entrar en un mundo cercano, pero muy próximo. Internet está suponiendo una buena válvula de escape para los emprendedores con ideas brillantes y es una salida interesante, aunque hay que tener claro que no es un camino de rosas.