Uno de los conceptos más importantes en economía es el tax lease. Se trata de una operación entre tres partes que reduce drásticamente los impuestos que deben pagar los involucrados. Por ende, se utiliza para la compra de grandes naves en armadoras a través de financiación a mediano y largo plazo. En este sentido, para que se lleve a cabo se aplica el mecanismo denominado “leasing” en el que participan diferentes organizaciones.
El leasing, por su parte, se trata del financiamiento a largo plazo que se forma mediante un contrato de alquiler. En este caso, el arrendador cede los derechos de uso del bien al arrendatario con el fin de que este pague unas cuotas mensuales más sus intereses. Por este motivo es que podría decirse que es un alquiler con opción a compra y que puede aplicarse para naves y maquinarias. De este modo, se ha convertido en uno de los mecanismos más utilizados en la actualidad.
¿Qué es el tax lease?
El tax lease tiene como propósito reducir la cantidad de impuestos que se pagan por las empresas que ejecutan operaciones navales. Aquí se refieren al alquiler financiero, el leasing de barcos y diferentes tipos de naves que reúnan ciertas condiciones. Para que esto se cumpla a la perfección, es necesario que haya un astillero, un constructor del barco llamado armador y un banco. A su vez, es necesario que participe una agrupación de interés económico (AIE), que está regulada en la ley para participar en estas operaciones.
Estas sociedades son las encargadas y autorizadas para comprar el buque a la entidad que proporciona el leasing. Para esto, es importante que la empresa tenga un historial crediticio positivo y buenas bases imponibles para que ahorren impuestos. Por otro lado, las AIE no tienen figura jurídica y alquilarán con opción a compra al armador, en el harán pagos en periodos específicos. Esto se hará hasta que el barco esté en circulación al 100%, cuando la sociedad venda el bote a la empresa armadora.
¿Cómo funciona el tax lease?
Para que el funcionamiento del Tax lease se lleve a cabo es necesario que las cuatro partes participen en el orden que te mencionamos. En este sentido, lo más importante del proceso es que el banco financie la compra del buque y esto se pagará con las cuotas mensuales por parte de la AIE. Para que esta sociedad esté solvente es imprescindible que los socios aporten una cuantiosa cantidad de dinero que luego será recuperada con la venta al armador.
De esta manera, es un mecanismo algo complejo y que puede durar unos cuatro años, dependiendo de algunos factores. Aquí lo importante es entender que se trata de un proceso en el cual todas las partes salen victoriosas, trabajando con el dinero del banco. En consecuencia, el armador cambia su papel principal, así que pagará un alquiler durante un tiempo hasta tener la propiedad total del bote. Así, la AIE podrá amortizar una gran cantidad de dinero proveniente de la operación.
Ventajas del tax lease para los inversores
La principal ventaja del tax lease es que te permite financiar un activo que luego recuperarás al venderlo. Por ello, obtendrás un retorno que muy probablemente sea más rentable de lo que proyectabas. A su vez, la amortización de la AIE genera una base imponible negativa, pero como esta sociedad no está sujeta a tributos, se añaden a las bases positivas. Todo esto dependerá del porcentaje de participación que tenga cada socio en la estructura, pero la característica de la sociedad le da muchos puntos a favor.
Por esto es que suele utilizarse el tax lease, ya que permite reducir el gasto de impuestos para los socios de la entidad. Por otro lado, debes entender que es un proceso que abarata la compra del barco, ya que el armador se encarga del pago fiscal. Además, el financiamiento permite trabajar de forma apalancada, así que esas cuotas las recuperarás cuando vendas el barco al armador. Todo esto lo convierte en uno de los procesos más interesantes de arrendamiento financiero, pero debes tener a profesionales que te guíen.
Desventajas para los inversores
A pesar de ser una operación legal que cumple con las normativas, el tax lease presenta algunas desventajas. El primero es que recientemente a España la denunciaron por ejecutar este tipo de estructuras que perjudica a los astilleros europeos. De este modo, se le considera como una figura desleal, ya que no compiten en igualdad de condiciones. Todo esto ha provocado que el mecanismo se haya paralizado hasta que no se llegue a una conclusión en torno a esta denuncia.
A su vez, al haber tantas partes involucradas, no es sencillo comenzar un tax lease, así que hay que pagar grandes cantidades para comenzar. A pesar de que todo el capital podría recuperarse, no es algo que suceda de forma inmediata, así que hay que pensarlo muy bien antes de ingresar. Por otro lado, el proceso puede durar hasta cuatro años y puede ser muy complicado, ya que hay muchas empresas que están involucradas. Estas son algunas de las desventajas que hay que valorar antes de practicar el tax lease.
¿Cómo influye en la economía española el tax lease?
El tax lease ha servido para que muchas empresas se capitalicen a través de la construcción de diversos barcos en el viejo continente. Esta medida ofrece muchos atractivos fiscales, sumado al financiamiento que te otorga la entidad financiera para llevar a cabo el proceso. En consecuencia, miles de buques se han construido en los últimos años gracias al tax lease, así que es uno de los motores económicos de España. Solo es necesario establecer reglas de juego que se apliquen para todos.
De esta manera, toda la industria naval está involucrada y movilizan miles de toneladas a otros países a través de los diferentes canales marítimos. Todo esto hace que miles de empleos estén en juego con este sistema de arrendamiento fiscal. En este sentido, queda esperar la resolución por parte de las autoridades internacionales, ya que hay una disputa que ha paralizado las operaciones. Es importante que se tome en cuenta todas las personas que dependen de este sistema para subsistir.
Ejemplo de tax lease
Un buen ejemplo es de alguna empresa que quiera comprar un barco para sus operaciones. En este caso, decide acudir al tax lease para poder ahorrarse un 20 o 30% del costo fiscal total y contactan a los bancos y las demás partes necesarias. A partir de aquí, el astillero comienza a ejecutar el proyecto con el pago mensual que le brinda la AIE. Todo este dinero es financiado por la entidad financiera, que verá recuperado su capital en un largo plazo. Así, en cuatro años el barco estará listo para usarse y será vendido al astillero para su uso.