El modo en el que administramos el dinero que tenemos es fundamental para poder cubrir todas nuestras necesidades. Apenas llegamos a la adultez nos damos cuenta de esto, en especial cuando nos interesa crear nuestro propio negocio y necesitamos tener un mayor control del dinero que tenemos. Pero también hay ocasiones en las que necesitamos obtener dinero prestado para financiar algunos de nuestros proyectos y es entonces cuando podemos considerar pedir una póliza de crédito al banco.
Este tipo de términos suelen causar confusión en aquellas personas que no conocen con precisión cómo funcionan los servicios bancarios. Es por ese motivo que se vuelve importante aprender sobre cada uno de estos términos. En este caso, el término de póliza de crédito suele ser confundido con frecuencia con un préstamo bancario. Pero es bueno saber que no estamos ante lo mismo. Por ello, en el presente artículo, te mostraremos todo lo que necesitas conocer sobre la póliza de crédito y cómo funciona la misma.
¿Qué es una póliza de crédito?
Lo primero que debemos conocer a la perfección es la definición de lo que es una póliza de crédito. Se trata de una forma de financiación, al igual que los préstamos. Sin embargo, en el caso de este tipo de pólizas no se presentan como un préstamo corriente totalmente a nuestra disposición. Por tanto, son un tipo de crédito que es otorgado por los bancos, por lo general a los autónomos y pymes, quienes pueden disponer del dinero otorgado siempre y cuando lo necesiten.
Es decir, es un dinero que podemos ir utilizando en la medida en la que lo vayamos requiriendo. No obstante, lo más interesante de todo esto es que solo se paga un interés por el dinero que retiramos y que equivale al tiempo que tenemos ese dinero fuera de nuestra cuenta. Esto quiere decir que no pagamos intereses por el total del dinero. Lo pagamos únicamente por el dinero que lleguemos a utilizar, lo cual es totalmente distinto a los casos de préstamos bancarios.
¿Cómo funcionan estas pólizas?
El modo en el que funcionan las pólizas de crédito es bastante particular. Sin embargo, no es difícil de entender. Al momento de solicitar una póliza de crédito la entidad bancaria le otorga al solicitante la cantidad de dinero acordada en una cuenta especial. En este caso el dinero que está recibiendo por esta póliza no aparecerá como saldo positivo dentro de su cuenta bancaria común. La intención es otorgar una cantidad de dinero estimada que pueda cubrir las necesidades del solicitante en un momento dado. Es decir, el solicitante puede o no usar la totalidad del dinero otorgado.
Lo más interesante de cómo funcionan las pólizas de crédito, es que como solicitante solamente deberás pagar intereses por el dinero que hayas utilizado. Si los has empleado todo, pues obviamente el monto de los intereses será mayor. Pero si lo vas utilizando poco a poco a medida que lo vayas necesitando con cantidades de dinero menor, podrás ir pagando de forma paulatina también los intereses de esto. Cuyos montos, por supuesto, también serán menores. De ese modo, se vuelve más cómodo para la persona o empresa que ha solicitado la póliza hacer uso de ese dinero.
Diferencias entre una póliza de crédito y un préstamo
Como hemos venido mencionando, es totalmente normal que las personas se confundan cuando se habla de una póliza de crédito y consideren que es un préstamo. Sin embargo, lo cierto es que ambos términos son totalmente distintos en cuanto a su funcionamiento. A pesar de que tienen como similitud que ambos son una forma de financiación bancaria. La diferencia principal, como bien lo hemos indicado ya, es que con un préstamo debemos pagar intereses por el total del monto otorgado. Mientras que con una póliza de crédito solo pagaremos intereses por el dinero que utilicemos.
Además, cuando solicitamos una póliza de crédito, se nos da el acceso al dinero solamente cuando lo necesitemos, mientras que con un préstamo el monto total llega a nuestra cuenta bancaria de forma directa. Por tanto, se puede decir que los préstamos son solicitados cuando se necesita cancelar algún tipo de deuda por un monto determinado de forma completa. Mientras que, con una póliza de crédito, podemos obtener dinero para ir financiando, poco a poco, cada uno de los proyectos que tengamos.
Ventajas de una póliza de crédito
Una forma de financiación bancaria como lo es una póliza de crédito les otorga a todas las personas que la solicitan una gran número y variedad de ventajas notables. Entre ellas, podemos destacar en primer lugar que se trata de un modo de financiación que se adapta por completo a nuestras necesidades. Esto porque podemos ir recurriendo al dinero a medida que nos vaya siendo necesario. Lo cual, al mismo tiempo, nos presenta la ventaja de la comodidad de uso de las pólizas de crédito.
Por otro lado, debemos destacar que una póliza de crédito puede ser renovada de forma anual. Es decir, si sigues necesitando de este tipo de financiación, una vez que pase el año de su contratación, podrás volver a disponer del mismo monto inicial de la póliza de crédito. Además de todo esto, cabe mencionar que al recurrir a las pólizas de crédito se reduce de forma notable las posibilidades de endeudarse en extremo con la entidad bancaria que te otorgó el dinero, gracias a la comodidad de pago de los intereses.
Desventajas de una póliza de crédito
Ahora bien, pese a que toda la idea de la póliza de crédito suena bastante llamativa, lo cierto es que también tiene sus puntos en contra que es importante tener en cuenta. Luego de conocer las ventajas, es relevante conocer las desventajas de las pólizas de crédito. De esta forma se puede tener una percepción completa de todo lo que puede implicar realizar una solicitud de este tipo de financiación. Así que, al hablar de las desventajas, hay que resaltar que el proceso de tramitación puede ser más largo y más complicado.
Otra desventaja importante que se debe tomar en consideración es que, en algunas ocasiones, los porcentajes de intereses de este tipo de financiación pueden ser más elevados. En especial en lo que respecta a los gastos por comisiones. Claro que ir pagando esto paulatinamente hace que todo sea más llevadero. Y al final, lo que pagas por intereses no será un monto de dinero tan elevado. Ten en cuenta también que, al gastar un monto más alto de dinero que el solicitado en principio, deberás pagar una comisión que sí será mucho más elevada.
¿Qué costes e intereses genera este tipo de póliza?
Para finalizar, es fundamental conocer cuáles son los costes e intereses que se deben de pagar por este tipo de póliza. En principio, los gastos más considerables, tienen que ver con las comisiones. Las cuales se pagan al momento de la apertura, por la disponibilidad, por la revisión anual y, por supuesto, por saldo excedido. Este tipo de intereses pueden ir desde el 0,25% hasta un máximo de 2%. Este porcentaje, por supuesto, se calcula con base en el monto total del importe acreditado.