Jueves, 25 de Abril de 2024
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Los 5 errores más comunes que se cometen por las empresas al innovar

Los 5 errores más comunes que se cometen por las empresas al innovar

Pero no es posible innovar si no se establece un plan para realizarlo correctamente y evitar los errores más típicos de las empresas.

La innovación no significa necesariamente una innovación tecnológica, sino que puede consistir también en una nueva forma de relacionarse con los clientes, de elaborar un producto o de prestar un servicio. Por lo tanto, hay que entenderla en sentido amplio.

Por otro lado, existe la idea de que la innovación es más complicada en las pequeñas empresas por falta de medios, pero lo cierto es que una pequeña empresa se adapta mejor y más rápido a la innovación porque tiene una estructura más sencilla y es capaz de hacer cambios con mayor celeridad.

Si te propones innovar en tu empresa, hay una serie de cuestiones que debes evitar para que la innovación sea realmente efectiva, a continuación, te proponemos 5 cuestiones básicas a tener en cuenta:

No involucrar a todas las áreas de la empresa en la innovación.

En muchas ocasiones las empresas que se proponen innovar designan a un equipo responsable de la innovación dentro de la empresa, pero se olvidan de que la implantación de la innovación debe ser algo que involucre a todo el personal de la empresa ya que se trata de procesos amplios que pueden afectar a muchas áreas.

Innovar sólo con el objetivo de superar a la competencia.

La innovación no debe considerarse como algo puntual que utilizar para superar a la competencia en un momento en que ésta ha creado un producto o un servicio innovador, por ejemplo, sino que debe ser algo innato en cada empresario, en cada empresa, de forma que continuamente se estén generando ideas nuevas que puedan sorprender, muchas no se llevarán a cabo, algunas fracasarán, pero lo importante es no perder nunca el espíritu innovador.

No potenciar las habilidades de los empleados en la innovación.

Nuestros empleados pueden tener habilidades que desconocemos y que puede favorecer la innovación, por lo que debemos conocer a cada empleado y cuáles son sus mejores habilidades de cara a la innovación para potenciarlas en el momento oportuno.

Dejar de lado a los clientes.

Nunca debemos olvidar a nuestros clientes, lo que necesitan y lo que demandan. En un proceso de innovación debemos pensar también en qué necesidades podrán tener nuestros clientes en un futuro para tratar de encontrar una solución nueva y creativa.

Tener expectativas poco realistas.

La innovación es un proceso lento, que requiere un tiempo para adaptarse y que no produce resultados inmediatos sino a largo plazo. Por ese motivo no podemos esperar beneficios rápidos a la hora de implantar un proceso innovador, sino que deberemos estar preparados para todas las posibilidades: el fracaso, el error, el éxito a largo plazo etc. De esta forma nos adaptaremos mejor a cualquier eventualidad futura y asumiremos de forma adecuada los riesgos que supone innovar.

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