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Basi Martínez, Insparya: «Liderar es decidir con rigor sin perder sensibilidad»

La directora médica de Insparya Valencia defiende un liderazgo firme y empático, donde la tecnología y la humanidad avanzan juntas para generar un impacto real en la vida de los pacientes

Basi Martínez, Insparya: «Liderar es decidir con rigor sin perder sensibilidad»

Basi Martínez, directora médica de Insparya Valencia

Publicado a 21/12/2025 8:00

Escuchar, acompañar y transformar. Así entiende Basi Martínez la medicina y el liderazgo. Desde la dirección médica de Insparya Valencia, ha convertido la salud capilar en una herramienta para devolver confianza, bienestar y seguridad a las personas. Su trayectoria, marcada por la vocación y la sensibilidad humana, demuestra que la innovación solo tiene sentido cuando está al servicio de quienes confían en ella.

– ¿Cómo ha sido tu trayectoria hasta convertirte en directora médica de Insparya Valencia y qué te llevó a especializarte en salud capilar?

Mi camino hasta llegar a ser directora médica de Insparya Valencia ha estado marcado por una combinación de vocación, curiosidad y una profunda sensibilidad hacia las personas. Desde que me licencié en Medicina en la Universidad de Castilla-La Mancha, tuve claro que quería dedicarme a áreas donde pudiera generar un impacto real en la vida de los pacientes. Durante años trabajé en distintos entornos hospitalarios y llegué a coordinar una Unidad de Cuidados Intensivos, una experiencia que me enseñó la importancia de escuchar, acompañar y entender al paciente más allá de su diagnóstico.

Con el tiempo descubrí la salud capilar y me sorprendió la carga emocional que conlleva. La alopecia no es solo un problema estético: afecta a la autoestima, a la forma en la que uno se relaciona con los demás, incluso a la manera de mirarse al espejo cada mañana. Comprender esto despertó en mí el deseo de especializarme en tricología y trasplante capilar. Sentí que podía ayudar a recuperar no solo cabello, sino también seguridad, bienestar y, en muchos casos, una parte de la identidad.

Ingresar en Insparya fue un paso decisivo. Aquí encontré un grupo que combina tecnología de vanguardia con un enfoque profundamente humano, y eso resonó conmigo desde el principio. Hoy, como directora médica de la clínica de Valencia, tengo la oportunidad de liderar un equipo comprometido y de acompañar a personas que llegan con miedos, dudas y esperanza. Ver su transformación, ver cómo recuperan ilusión y confianza, es una de las experiencias más gratificantes de mi carrera. Esa emoción, esa conexión, es lo que me impulsa cada día.

– Insparya trabaja con tecnología médica muy avanzada para tratar la alopecia. ¿Cómo describirías el impacto real que estos tratamientos tienen en la vida de los pacientes?

Cuando hablamos de tecnología médica aplicada a la alopecia, a veces pensamos solo en precisión, eficacia o resultados medibles. Pero el impacto real va mucho más allá. Lo que vemos en Insparya cada día es que la combinación de innovación tecnológica y un enfoque clínico riguroso puede transformar profundamente la vida de una persona.

Los tratamientos capilares avanzados permiten recuperar densidad y naturalidad, sí, pero lo más relevante es lo que ocurre después: pacientes que vuelven a sentirse seguros en su trabajo, que recuperan la espontaneidad en sus relaciones sociales, que dejan de evitar fotos o de esconderse bajo una gorra. Muchas veces nos dicen que vuelven a reconocerse en el espejo y esa frase resume muy bien el valor emocional de lo que hacemos.

La alopecia puede generar un desgaste silencioso: afecta a la autoestima, a la manera de presentarse al mundo e incluso al estado de ánimo. La tecnología, cuando se integra con un diagnóstico preciso y un acompañamiento médico constante, ofrece algo más que un cambio estético: ofrece la posibilidad de recuperar bienestar, identidad y calidad de vida. Y ese es el verdadero impacto.

El paciente nunca está solo

– ¿Qué diferencia a Insparya del resto de clínicas capilares en términos de rigor médico y resultados?

La principal diferencia de Insparya es que trabajamos desde un enfoque absolutamente médico. No somos una clínica estética que también hace trasplantes capilares; somos un grupo médico internacional dedicado exclusivamente a la salud capilar, con equipos formados por médicos, enfermeros, biólogos y técnicos especializados. Ese nivel de especialización garantiza rigor en cada fase del proceso: desde el diagnóstico inicial hasta el seguimiento posterior al tratamiento.

Otro aspecto clave es la inversión en investigación y desarrollo. Insparya cuenta con tecnología propia como BotHair, un dispositivo que representa la nueva era del trasplante capilar, garantizando una mayor tasa de durabilidad de las unidades foliculares, facilitando su extracción e implantación, además contamos con protocolos que hemos perfeccionado tras más de 14 años y más de 60.000 trasplantes realizados. Esto nos permite ofrecer procedimientos más seguros, precisos y predecibles, con resultados naturales y duraderos. La ciencia, la tecnología y la experiencia acumulada se traducen en una tasa de éxito muy elevada.

Pero, más allá de lo técnico, lo que realmente nos distingue es la forma en que acompañamos al paciente. La alopecia tiene un impacto emocional importante, y nuestro objetivo es que cada persona se sienta escuchada, informada y cuidada en todas las etapas. El paciente nunca está solo: damos un seguimiento estrecho, resolvemos dudas y nos aseguramos de que su evolución sea óptima. Esa combinación de rigor, innovación y humanidad es lo que, en mi experiencia, marca la diferencia

– Como directora médica, ¿cuáles son los mayores desafíos a la hora de combinar innovación tecnológica con un trato humano y personalizado al paciente?

Uno de los mayores desafíos es encontrar el equilibrio entre la excelencia tecnológica y la cercanía humana. La innovación avanza muy rápido y nos ofrece herramientas extraordinarias para diagnosticar mejor, intervenir con mayor precisión y obtener resultados cada vez más naturales. Sin embargo, la tecnología por sí sola no basta: detrás de cada caso hay una historia, una duda, un miedo o una expectativa que debemos entender con sensibilidad.

Como directora médica, me corresponde asegurar que cada avance tecnológico se integre de forma ética, segura y coherente dentro de nuestros protocolos clínicos, pero también procurar que nunca desplace el trato personal. La clave está en que el paciente sienta que la tecnología está a su servicio, no al revés.

Otro desafío importante es la comunicación. Los tratamientos capilares pueden ser complejos, y debemos explicar cada paso con claridad, honestidad y realismo para que el paciente tome decisiones informadas y sienta confianza durante todo el proceso.

Finalmente, está el desafío del tiempo: garantizar que, incluso en un entorno altamente especializado y con una gran demanda, cada paciente reciba una atención personalizada, sin prisa, con escucha activa. Cuando logramos esa combinación -innovación, rigor clínico y calidez humana- es cuando alcanzamos la excelencia en el cuidado capilar.

El primer paso es escuchar

– La alopecia tiene efectos emocionales significativos. ¿Cómo acompañáis a quienes llegan con inseguridades o miedos respecto al tratamiento?

La mayoría de las personas que llegan a nuestra consulta no solo vienen con una preocupación médica, sino con una carga emocional que a menudo llevan tiempo arrastrando. La alopecia puede afectar a la autoestima, a la vida social y al propio bienestar, por lo que nuestro primer paso es escuchar. Escuchar con atención, sin prisa, permitiendo que el paciente exprese sus dudas, miedos o experiencias previas. Solo así podemos ofrecer un acompañamiento real.

El segundo pilar es la claridad. Explicamos cada parte del proceso de forma transparente, desde las opciones terapéuticas hasta las expectativas reales de resultado. Cuando una persona entiende lo que está ocurriendo y por qué, disminuye la ansiedad y aumenta la sensación de control.

También cuidamos mucho la experiencia durante el tratamiento. Nuestro equipo médico y técnico está formado para brindar cercanía, empatía y un entorno seguro. Hacemos seguimiento estrecho, resolvemos dudas y acompañamos cada avance, por pequeño que sea. Muchos pacientes nos comentan que, más que un procedimiento, sienten que han hecho un viaje acompañado.

El objetivo no es únicamente mejorar la densidad capilar. Es ayudar a la persona a recuperar seguridad, bienestar y una relación más positiva consigo misma. Ese acompañamiento emocional es tan importante como la técnica, y forma parte esencial de nuestra manera de trabajar.

– Has dicho que ‘ser una mujer al timón significa desafiar expectativas y demostrar que el liderazgo no tiene género’. ¿Cómo se traduce esto en tu estilo de liderazgo dentro de Insparya?

Cuando digo que liderar como mujer implica desafiar expectativas, me refiero a ejercer un liderazgo que no necesita ajustarse a estereotipos. En Insparya intento demostrar cada día que la firmeza y la sensibilidad no son rasgos opuestos, sino complementarios. Mi estilo de liderazgo se basa precisamente en esa combinación: tomar decisiones con rigor y determinación, pero sin perder la capacidad de escuchar, conectar y comprender lo que necesita cada miembro del equipo y cada paciente.

Creo profundamente en los equipos colaborativos. Fomento un entorno donde cada profesional pueda aportar, preguntar y proponer, porque la innovación real nace de la confianza y del intercambio de ideas. Para mí, liderar no es dirigir desde arriba, sino crear las condiciones para que el talento fluya y todos se sientan parte del proyecto.

Además, soy muy consciente de la responsabilidad que supone ocupar un rol directivo en un sector donde históricamente han predominado voces masculinas. Por eso intento ser coherente con mis valores: dar visibilidad al trabajo de otras mujeres, impulsar igualdad de oportunidades y demostrar, con hechos, que el liderazgo se define por la competencia, el compromiso y la calidad humana, no por el género.

En resumen, mi manera de liderar en Insparya es el reflejo de una convicción: que se puede dirigir con claridad y exigencia sin renunciar a la empatía, y que el mejor liderazgo es el que inspira a otros a crecer.

La actualización es la mejor garantía para el paciente

– El sector médico está muy marcado por la formación continua. ¿Qué importancia tiene la actualización constante en tu especialidad y cómo lo fomentas en tu equipo?

En medicina, y especialmente en el ámbito de la salud capilar, la formación continua no es solo importante: es imprescindible. Trabajamos en un campo en el que la tecnología, las técnicas quirúrgicas y la evidencia científica evolucionan muy rápido. Lo que hace cinco años era una referencia hoy puede estar superado por nuevas soluciones más eficaces, más seguras o menos invasivas. Mantenernos actualizados es la garantía de que ofrecemos al paciente el mejor tratamiento posible.

En mi caso, entiendo la actualización constante como una responsabilidad ética. Me formo de manera continua en tricología, nuevas metodologías de trasplante, análisis de casos complejos y avances en investigación. Esta actitud no solo mejora mi práctica, sino que también marca el estándar de exigencia para todo el equipo.

Dentro de Insparya fomentamos la formación de varias maneras. Participamos en congresos nacionales e internacionales, organizamos sesiones clínicas periódicas y desarrollamos programas internos de capacitación donde compartimos casos, protocolos y mejoras en los procesos. También incentivamos que cada profesional proponga áreas en las que le gustaría profundizar, de modo que la formación no sea solo una obligación, sino una motivación personal.

El objetivo es claro: crear un equipo que no solo sea técnicamente competente, sino también curioso, crítico y preparado para incorporar cada avance que pueda beneficiar al paciente. La excelencia médica se construye día a día, y la formación continua es la base sobre la que se sostiene.

– ¿Qué cualidades consideras esenciales para liderar un equipo sanitario en un ámbito donde los pacientes buscan resultados visibles, confianza y profesionalidad?

Liderar un equipo sanitario en un ámbito tan sensible como la salud capilar exige una combinación de cualidades que van más allá de la competencia técnica. La primera es la credibilidad: el equipo necesita confiar en que las decisiones clínicas se sustentan en rigor, evidencia y experiencia. Esa solidez es la base sobre la que se construye todo lo demás.

La segunda cualidad es la capacidad de inspirar confianza, tanto al equipo como al paciente. En nuestro sector, las personas llegan con expectativas muy concretas y, a menudo, con inseguridades profundas. Para poder acompañarlas, el equipo debe sentir seguridad en su labor, claridad en los protocolos y coherencia en el liderazgo.

También considero esencial la empatía. Aunque trabajamos con tecnología avanzada y procedimientos altamente especializados, nunca dejamos de tratar con personas que buscan recuperar una parte importante de sí mismas. Un líder sanitario debe saber escuchar, interpretar emociones y transmitir calma y cercanía.

El cuarto pilar es la capacidad de gestionar la presión. Cuando trabajamos en un entorno donde los resultados son visibles, medibles y, para muchos pacientes, determinantes, es fundamental mantener la serenidad, la objetividad y la capacidad de resolver problemas de forma ágil.

Por último, destacaría la visión colectiva. Un buen líder no solo coordina, sino que impulsa un sentido de propósito compartido. En Insparya trabajamos como un equipo que persigue la excelencia y el bienestar del paciente. Mi rol es asegurar que cada profesional tenga las herramientas, el apoyo y la motivación para ofrecer lo mejor de sí mismo.

Vienen años muy transformadores

– Desde tu visión médica, ¿qué avances crees que transformarán el futuro de los tratamientos capilares durante los próximos años?

Creo que los próximos años van a ser muy transformadores para los tratamientos capilares, gracias a la convergencia de tecnología, genética y medicina personalizada. Por un lado, veremos una mayor precisión en los trasplantes, apoyada por sistemas de imagen avanzados y robots que permiten optimizar la extracción y la implantación de los folículos, reduciendo riesgos y mejorando la densidad y naturalidad del resultado.

Por otro lado, la investigación en terapias regenerativas y tratamientos biológicos abre un horizonte muy prometedor. El uso de factores de crecimiento, células madre y terapias génicas tiene el potencial de estimular el crecimiento capilar de manera más efectiva y menos invasiva, y podría cambiar por completo cómo abordamos la alopecia.

Además, la medicina personalizada jugará un papel clave. Cada paciente es diferente, y la combinación de análisis genéticos, estudios del cuero cabelludo y seguimiento continuo permitirá diseñar tratamientos individualizados que maximicen los resultados y minimicen efectos secundarios.

En definitiva, el futuro de la salud capilar será un equilibrio entre innovación tecnológica y atención médica centrada en la persona. Se trata de tratamientos más precisos, seguros y eficaces, pero siempre acompañados de un enfoque humano que tenga en cuenta el bienestar integral del paciente.

– ¿Qué significa para ti formar parte de la Fundación Mujeres al Timón y qué mensaje te gustaría transmitir a otras mujeres que quieren liderar desde la autenticidad y el propósito?

Formar parte de la Fundación Mujeres al Timón es muy especial para mí, porque representa un espacio donde la experiencia, la resiliencia y la visión de mujeres líderes se comparten sin filtros ni barreras. Es un recordatorio de que el liderazgo auténtico no tiene un único modelo ni un género: cada mujer puede liderar desde sus fortalezas, sus valores y su propósito.

Mi mensaje para otras mujeres que aspiran a liderar es sencillo pero poderoso: confíen en su capacidad, mantengan la coherencia con sus principios y no tengan miedo de marcar la diferencia a su manera. Liderar desde la autenticidad significa reconocer lo que aportas, valorar tu intuición y combinarla con la disciplina y el rigor que exige cualquier rol de responsabilidad.

Al final, el liderazgo más efectivo es aquel que inspira, que eleva a quienes te rodean y que transforma espacios de trabajo en entornos donde las personas pueden crecer y aportar lo mejor de sí mismas. Ser parte de Mujeres al Timón me recuerda cada día que liderar con propósito es un camino que merece la pena recorrer y que puede cambiar no solo tu vida, sino también la de quienes te rodean.

Firma
Fotografía de Gemma JimenoGemma JimenoLicenciada en CC de la Información por la Universidad del País Vasco, Gemma Jimeno se incorporó a ECO3 Multimedia, S.A., en 1998 como Redactora y ha participado activamente en el desarrollo de diferentes líneas de negocio. Desde hace años desempeña las funciones de Editora de los contenidos informativos, de los diferentes productos editoriales de E3 Media.
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