La DANA despierta una nueva generación de emprendedores sociales en la zona cero

La DANA ha marcado un antes y un después y ha transformado también la forma de entender los negocios. En plena zona cero, en el municipio de Catarroja, surge una tendencia cada vez más visible entre empresarios y personas con espíritu emprendedor: el interés por desarrollar proyectos que generen impacto social y beneficios para toda la comunidad.

Desde la Fundació Nova Feina, entidad que promueve la inclusión social y laboral de personas en situación de vulnerabilidad, explican que la catástrofe ha dado lugar a una nueva generación de emprendedores con una clara vocación social. La fundación, que llegó a Catarroja en febrero de 2025, también tiene presencia en Quart de Poblet y Alicante. En estos últimos municipios, la mayoría de los emprendedores se enfocan principalmente en el autoempleo, mientras que en Catarroja se añade un componente adicional: el deseo de generar un impacto social tangible.

¿A qué se debe este cambio? «La economía social surge de la necesidad y en momentos de crisis, por lo que es natural que tras la DANA se haya puesto en valor lo social», explica la presidenta de la Fundació Nova Feina y profesora de la Universitat de València, María José Vañó. 

La técnica de emprendimiento de Nova Feina, Marycarmen Saavedra, confirma esta tendencia. En Catarroja se está consolidando un modelo de negocio que combina el objetivo económico, pero también el social: «Muchos emprendedores no solo buscan rentabilidad, como abrir una librería, una papelería o una peluquería, sino que también muestran interés por generar un impacto social», señala.

La economía social, la que tiene mayor resiliencia

Si bien Catarroja ha sido tradicionalmente cuna del cooperativismo, recuerda Vañó, las inundaciones del pasado 29 de octubre de 2024 han despertado una nueva generación de emprendedores interesados en desarrollar negocios de manera diferente. La DANA puso de relieve las vulnerabilidades de los sistemas económico, social y medioambiental del municipio. Según María José Vañó, «la economía social es la que tiene mayor resiliencia porque es la que está pendiente de las personas», por lo que no sorprende que este modelo de negocio haya ganado impulso tras la tragedia.

No son solo los ciudadanos los interesados en avanzar hacia un tejido empresarial más social, sino que «desde el Ayuntamiento también se está realizando un trabajo importante», añade la presidenta de Nova Feina.

En este sentido, el consistorio de Catarroja ha puesto en marcha tres líneas de ayudas locales de hasta 5.000 euros destinadas a negocios afectados, nuevas empresas y proyectos de resiliencia. Además, ha anunciado la creación de la Agenda Urbana de la Reconstrucción, un plan que prepara al municipio para futuras crisis climáticas. De esta forma, se está trabajando no solo para reparar los daños de la DANA, sino también para anticiparse a nuevas crisis, fortaleciendo el tejido empresarial.

El emprendimiento, una motivación de superación personal

Con una estrategia centrada en la persona emprendedora, Nova Feina acompaña a los emprendedores en el desarrollo de sus ideas de negocio. Para ello, ofrece formación gratuita en áreas como marketing digital, administración, contabilidad o uso de Excel, entre otras. Posteriormente, se trabaja en la reformulación del modelo de negocio desde distintas dimensiones —económica, social e innovadora—, siempre integrando el desarrollo personal de cada participante.

«Muchos de estos emprendedores han tenido familiares afectados o ellos mismos han sido afectados por la DANA. Por eso contamos con un equipo multidisciplinar que los orienta, de modo que el emprendimiento no sea solo un camino hacia la empleabilidad, sino también una motivación de superación personal», detalla Saavedra.

Esta nueva forma de emprender ya se refleja en varios proyectos en desarrollo en el municipio. Entre ellos, un negocio local de pollos asados que cada semana ofrece descuentos especiales a los afectados por la DANA; una cooperativa de bienestar que ofrece clases y apoyo psicológico gratuito para vecinos damnificados; o el proyecto Semilla Resiliente, una tienda de plantas que dona semillas de especies capaces de absorber agua con cada compra, para que el Ayuntamiento las utilice en programas educativos o de reforestación en Catarroja.

35 emprendimientos en desarrollo

Desde Nova Feina trabajan para activar las palancas necesarias que permitan a los emprendedores reformular sus negocios y generar un impacto social real. «Muchos llegan con la intención, pero sin saber cómo concretarla; por eso los acompañamos paso a paso y diseñamos programas piloto que garanticen tanto la rentabilidad como el propósito social», destaca Saavedra.

La fundación ofrece distintos servicios adaptados a las necesidades de cada emprendedor. El primero está dirigido a quienes, tras la DANA, cuentan con ahorros y desean iniciar su propio negocio. El segundo se centra en comerciantes o asociaciones que, tras recibir ayudas públicas, necesitan orientación para comenzar, especialmente aquellos que ya eran emprendedores antes de la DANA. Por último, la entidad proporciona información sobre ayudas públicas o privadas, tanto a entidades interesadas en donar o financiar proyectos con impacto social.

Además, Nova Feina cuenta con una red de colaboración con FonRedess, un fondo de apoyo y acompañamiento a proyectos de emprendimiento social, que permite a la fundación acceder a financiación destinada a iniciativas con impacto social. Como entidad social, Nova Feina actúa también como aval solidario, facilitando que los emprendedores obtengan financiación reintegrable, algo que de otro modo sería difícil de conseguir a través de entidades bancarias.

Entre junio y octubre de este año, solo dentro de estas tres líneas de servicio, la Fundación Nova Feina ha atendido a 35 emprendimientos, tanto de empresarios previos a la DANA como de nuevos emprendedores surgidos tras la catástrofe.